En el caso del abanderado local desde hace ratito se ubica el senador Héctor Yunes Landa, a quien el gobierno de Veracruz le ha abierto las puertas y las ventanas del aparato oficial para apapacharlo como si de hecho y derecho ya fuera el sucesor de Javier Duarte… La última expresión pública fue en Ilang Ilang, donde el góber se hizo acompañar por el senador para cortar el listón, de tal forma que Duarte habrí­a mudado de Salvador Manzur Dí­az a Fernando Chárleston Hernández a Alberto Silva Ramos a Yunes Landa, quien serí­a, quizá, con el tiempo y un ganchito de aquí­ a fin de año, y/o la primavera del año entrante, su único candidato… Sólo que luego de los comicios por el Congreso de la Unión, si los llamados Niños infieles, discí­pulos todos de Fidel Herrera, ganan la curul (Jorge Carvallo Delfí­n, Érick Lagos Hernández, Adolfo Mota y Alberto Silva Ramos), entonces, en automático volverán a sentirse con í­nfulas y agallas para posicionarse cada uno como el candidato local de la dupla Fidel Herrera/Javier Duarte… Es más, en la lista serí­a incluida Carolina Gudiño Corro, la favorita del fogoso y gozoso, también como una solución local, con todo y lo que José López Portillo llamaba el localismo empobrecedor… Así­, entre ellos mismos se despedazarán, a pesar de que la tendencia de la encuesta histórica los ubica a todos, sin excepción, en el sótano de la preferencia electoral…

BALAUSTRADAS: En contraparte hay un solo candidato del altiplano, sede de los poderes federales, encarnado en el senador Pepe Yunes Zorrilla… Y más cuando ha quedado claro que ni con un milagro de la Virgencita de Guadalupe (cuyo estandarte cargó Duarte en Manhattan, caminando al lado de los migrantes el 12 de diciembre del año 2010), el senador originario de Perote figura en el corazón, el hí­gado y las neuronas del jefe máximo… Tampoco, del fogoso y gozoso… Tal cual, la candidatura de Pepe se mira como Está claro: hay un candidato local del PRI a la gubernatura de Veracruz: Héctor Yunes Landa. Y un candidato del altiplano, candidato central también se le denominarí­a: Pepe Yunes Zorrilla una posibilidad del centro de la república en un paí­s donde con el regreso del PRI a Los Pinos, y con Enrique Peña Nieto al frente, ha vuelto la presidencia imperial y faraónica… Y sin una duda existiera bastarí­a la siguiente referencia: hay por ahora nueve candidatos priistas a gobernadores y en todos, sin excepción, en unos casos previa consulta con el mandatario estatal, fueron palomeados con las famosas últimas palabras por Enrique Peña… Incluyendo a Claudia Pavlovich, la candidata priista por Sonora, gente a morir del diputado federal, Manlio Fabio Beltrones, pues en todo caso Beltrones la cabildeó ante Los Pinos y Los Pinos aceptaron la propuesta luego de evaluar posibilidades a favor y en contra… Por lo tanto, el arcoí­ris de aspirantes y suspirantes por la silla embrujada de Javier Duarte estarí­a en dos ejes: el candidato local, que por ahora es Héctor Yunes, y en donde se anotan los alumnos de Fidel Herrera y amigos de Duarte, y el candidato central, Pepe Yunes… A partir de ahí­, si en la candidatura local el rí­o se desborda y fragmenta con muchos candidatitos, cada uno por su lado, sobrevendrá el caos polí­tico y social para el priismo local… Y entonces, digamos, acaso, quizá, el candidato central repuntarí­a como la única posibilidad… Y más, mucho más, si del lado panista el nominado es Miguel íngel Yunes Linares…

ESCALERAS: Según las versiones, algunos secretarios del gabinete legal del sexenio próspero susurran y murmuran entre ellos que cualquier priista será el candidato, menos uno, es decir, Pepe Yunes, porque las diferencias y desavenencias alcanzaron niveles insospechados… Pero, además, también convocan el famoso derecho de voto y de veto (por una sola vez ha dicho Héctor Yunes) que asiste a cualquier gobernador ante un presidente imperial y faraónico… Sin embargo, una realidad polí­tica se antepone: las últimas palabras (tí­tulo de la novela de Luis Spota) serán pronunciadas, como ocurriera este año con los 9 candidatos priistas a la jefatura del Poder Ejecutivo Estatal, por el presidente de la república… Y, claro, escuchará el punto de vista y los argumentos de Duarte, pero al mismo tiempo, los sopesará con su equipo polí­tico asesor, con el secretario de Gobernación y quizá algún otro secretario, y con el presidente del CEN del PRI, y luego abrirá la llave para el humo blanco… Por lo pronto, entonces, una realidad queda clara: al momento nada hay para los Niños infieles ni tampoco para los senadores priistas, con todo y que ambos sean punteros en la Diosa Encuesta, a la que es tan proclive el tlatoani presidencial…Incluso, y a pesar de que el gobernador de cualquier estado del paí­s alardee que vetará por completo a un candidato incómodo en ningún instante significa una seguridad… Peña Nieto tomará la decisión en la soledad de su oficina, y más si se considera que en el 2016 deberá elegir a 14 candidatos para igual número de estados federativos donde renovarán las gubernaturas…