Una vez más, miles de jornaleros agrí­colas, entre ellos el 11.6 por ciento originarios del Veracruz de Ramón Ferrari Pardiño, titular de la SEDARPA, se fueron a la calle para exigir un salario de 200 pesos diarios y un dí­a de descanso a la semana.

Concentrados en el Valle de San Quintí­n, en Baja California, los jornaleros caminaron a lo largo de 22 kilómetros sobre la carretera Transpeninsular y cientos, miles de compañeros se les unieron.

Incluso, y ante la lenta y tardí­a respuesta del gobierno federal, a través de la secretarí­a de Gobernación, todos ellos han anunciado que boicoterán la compra de fresa, moras y otros productos de la región en el mercado internacional y del paí­s.

En los estados fronterizos hay unos 80 mil trabajadores agrí­colas, de los cuales más de diez mil son jarochos.

Todos ellos migraron huyendo del desempleo y los salarios de hambre en Veracruz ante el gran fracaso de la polí­tica agropecuaria (Ramón Ferrari) y la económica (Érik Porres Blesa).

Lo insólito: el parcito de duartistas han guardado el más impresionante de los silencios ante la sublevación de los jornaleros agrí­colas.