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Sábado 25 abril, 2015

Ligas entre Pepe y Héctor Yunes

•Virtudes de uno, errores del otro
•Ambos son aliados: politólogo

I

Según el politólogo Carlos Ronzón Verónica, entre los senadores priistas, Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa concurren los siguientes vasos comunicantes:

Luis Velázquez

Héctor es un negrero en el trato con el personal, pues al mismo tiempo, es muy exigente, mientras Pepe trata a su equipo como si fuera el caporal del rancho San Julián, de Perote, pues bajo tal cultura nació y ha crecido.

Héctor es regañón y hasta obsesivo con el personal, pues tiene una razón de fondo: les paga un salario mensual por operar como sus activistas. Pero, además, les paga bien. Y si es con recursos propios y/o de sus fans empresarios y polí­ticos que le entran al cochinito, es otro cantar.

Pepe es más tolerante con el personal, a quienes también paga bien, aun cuando tiene menos equipo que Héctor.

Y por eso mismo, ante el imaginario colectivo pareciera que Héctor va por delante de Pepe, en tanto la encuesta de la Universidad Veracruzana es que Pepe es puntero, aunque sea por unos puntitos; pero que cuentan.

En su equipo, chambeando con un salario, Héctor tiene a ex alcaldes, exdiputados locales y federales y exlí­deres partidistas, mientras Pepe tiene amigos, unos cuantos, entre ellos, a hijos de reporteros a quienes ha abierto la puerta tanto en la ciudad de Xalapa, en su centro de operaciones, como en la ciudad de México.

II

Héctor suele empujar a su gente a otros niveles y estadios de la administración pública, como por ejemplo, quedara constancia con Yolanda Gutiérrez Carlí­n, a quien luego de su evidenciado paso por la CAEV de Xalapa y el SAS de Veracruz, Boca del Rí­o y Medellí­n, la ungió secretaria de Protección Civil.

Incluso, desafiando al mundo priista, porque en El politólogo Carlos Ronzón Verónica describe los vasos comunicantes entre los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa contraparte, desde el año 2010 la percepción ciudadana es que Héctor tiene, mejor dicho, tení­a un cortocircuito con el gobernador de Veracruz.

Pepe, por el contrario, se cuida mucho y evita compromisos, pactos, acuerdos con el gobierno de Veracruz, y por tanto, su gente está consciente, segura, de que por ahora, la puerta del palacio principal de Xalapa está cerrada para todos ellos, esperando el desenlace de la candidatura priista a gobernador.

La mayor parte del equipo de Héctor es de su misma edad, viejos, antiguos compañeros iniciados juntos en la polí­tica.

En tanto, Pepe tiene antiguos amigos en su cancha; pero al mismo tiempo, predominan los jóvenes. Es un equipo de muchos jóvenes, algunos de los cuales apenas comienzan en la polí­tica, de tal modo que, incluso, hasta se repetirí­a el modelo de Fidel Herrera, quien en su tiempo senatorial, integró su ejército con polí­ticos imberbes, la mayorí­a, y en donde los viejos eran Ranulfo Márquez y Antonio Bení­tez Lucho.

III

Como senador, presidente de la Comisión de Hacienda, amigo del secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, amigos de otros condiscí­pulos egresados del ITAM, en Pepe concurre otra caracterí­stica, ventaja ante Héctor:

Cabildea para bajar recursos federales a los presidentes municipales de Veracruz.

Al momento, por ejemplo, ha tramitado unos 2,500 millones de pesos que en forma directa, sin intermediarios, han sido depositados a los alcaldes para obra pública, lo que resulta significativo en un sexenio donde se adolece de infraestructura.

En cambio, Héctor, en vez de bajar recursos, desde hace un ratote camina y trota de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, lo que, bueno, también reproduce Pepe Yunes.

IV

Según Ronzón, Héctor Yunes ha cambiado de estrategia polí­tica.

Antes, un discurso provocador ante y para Javier Duarte.

Ahora, todo indica que viven una luna de miel, con más intensidad, incluso, que cuando una pareja se reconcilia.

Tal cual, Héctor estarí­a apostando a zurcir un tejido fino ante el gobierno de Veracruz para enviar un mensaje crí­ptico a Los Pinos de que su camino a la candidatura priista está libre de espinas y cardos.

Pero, también, a que es un polí­tico dispuesto a pactar hasta con el diablo, de ser necesario, en nombre, digamos, de la unidad partidista, antes, mucho antes de entregar el poder a la oposición, cualquiera que sea.

Pepe, por su parte, mantiene su discurso crí­tico, marcando la raya, en tanto sigue cabildeando recursos federales y caminando Veracruz en cónclaves con los sectores productivos, sociales y polí­ticos de cada región.

No obstante, tanto Héctor se expresa maravillas de Pepe en corto y privado, como también Pepe de Héctor.

Incluso, y aun cuando las partes han jurado que ninguna lí­nea consanguí­nea hay entre ambos, Pepe llama tí­o a Héctor, y por tanto, si así­ lo llama, entonces, de igual manera Miguel íngel Yunes Linares serí­a su otro tí­o.

Y más por el afecto entre don Pepe Yunes, el padre del senador, y Yunes Linares, desde cuando Rafael Hernández Ochoa gobernaba Veracruz en el sexenio 1974-1980.


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