Hombre de izquierda se entenderí­a, como parte de su jornada electoral le ha dado por regalar estampitas religiosas.

Quizá, acaso, deseara salvar así­ al mundo que tan pecador se ha vuelto.

No obstante, habrí­a de recordar que Ernesto Ché Guevara, sin duda el í­cono de la izquierda en el mundo, se ganó la vida en la ciudad de México como fotógrafo ambulante.

Pero también vendiendo estampitas de la Virgencita de Guadalupe en el atrio de la Basí­lica a todos los peregrinos que llegaban por un milagro.

Uno de los hombres de izquierda más recalcitrante del mundo, el cineasta Luis Buñuel acuñó la siguiente frase bí­blica:

Soy ateo… gracias a Dios.

En sus años de polí­tico cotizado, José Vasconcelos renegó de Dios y la iglesia, cuando monaguillo fue en la parroquia de su pueblo.

En la senectud, se arrepintió de todos sus pecados y regresó a su ciclo original, cobijándose en la iglesia.

Tal cual resultarí­a, digamos, lógico entender y comprender las razones que Mario Cruz Herrera tiene para regalar estampitas religiosas a una población electoral que en esencia pura es católica.

Así­ sea militante de la izquierda…

II

De alguna forma, pues, habrí­a de llamar la atención.

Desde luego, como tantos otros perredistas está condenado a la derrota en las urnas.
Y más en el puerto jarocho, donde el partido del sol azteca está descarrilado, ahora con Rogelio Franco Castán, quien gracias a la polí­tica tiene un ranchito, un hotel y un restaurante, y desde antes con Sergio Rodrí­guez, quien volvió rojo al PRD.

Nacido para perder, quizá el candidato sólo aspira, como utópico que ha de ser, a levantar la imagen del partido, lo que resulta inverosí­mil, pues solo Jesús lo hizo con Lázaro y, además, con tres palabritas:

Levántate y anda.

Y es que resucitar entuertos resulta inverosí­mil.

Y más cuando las grandes figuras de la izquierda (Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas y Marcelo Ebrard Casaubon) se han ido, desencantados y decepcionados de las elites en el poder.

Ojalá, pues, que Mario Cruz Herrera tenga la misma suerte que Gabriel Cuadri, quien luego de su incuestionable derrota, casi bufonerí­a, como candidato presidencial del Panal, por ahí­ le ofrecieran buenas chambitas.

Bufón que fue…

III

En contraparte, la Diócesis de Veracruz ha guardado silencio sobre la estrategia del perredista jarocho regalando estampitas religiosas.

A todas vistas está manipulando a los feligreses; pero más aún, utilizando las figuras icónicas de la iglesia.

Incluso, y para hacer convincente su campaña electoral, quizá dirí­a en las colonias proletarias que hasta bendecidas por el presbí­tero de la iglesia del barrio.

Por eso mismo, varios candidatos a diputados federales han sido denunciados ante el Instituto Nacional Electoral, pues han usado otros emblemas para posicionarse, digamos, hasta canciones exitosas.

Bastarí­a recordar que el INE ha multado al Partido Verde porque se ha adueñado de algunos programas federales, a tal grado que ahora han solicitado un crédito bancario para saldar la multa, pues se han declarado en quiebra.

IV

La duda es la siguiente:

¿Pensará el candidato del PRD que con las estampitas religiosas amarrará votos en las urnas?

Mucho se duda.

Una. El feligrés tiene bien separadas las cosas de Dios y las cosas de la polí­tica.

Dos. Si el candidato adolece de recursos para, digamos, obsequiar despensas, entonces obsequia estampitas, y así­ cae mal al feligrés, consciente de que explotan su creencia religiosa.

Tres. Si el candidato es católico, buscarí­a la curul federal para servir a todos. Y por tanto, al ratito brincarán las otras religiones a partir del sentido de exclusión de Cruz Herrera.

Cuatro. El grueso del electorado necesita, primero, seguridad, y segundo, empleos. Y una cosita es tentar la religiosidad de cada votante y otra abanderar sus causas sociales.

Cinco. En una visita domiciliaria del candidato la familia aceptará, digamos, la estampita, pero por educación y decencia. Tal cual resulta difí­cil generar votos.

Seis. El candidato del PRD jarocho busca una curul, en ningún momento ganar indulgencias para salvarse de caer en el infierno.

En fin, cada quien con su rollo…