Así­, dijo que la procu era un cochinero, pues hasta ratas descubrió en su despacho… Y si tal cual estaba la oficina principal, entonces, cada ciudadano podí­a imaginar cómo estaban los expedientes de tantos crí­menes, secuestrados y desaparecidos… Ahora, al cierre del IV año del duartismo, su egolatrí­a ha llegado a niveles inverosí­miles que sólo el gobernador pudiera explicar para revisar los motivos de su nombramiento, pues le origina más daño que bien… Por ejemplo, en Boca del Rí­o reveló que tiene 514 funcionarios bajo investigación por delitos varios… Y en la lista incluye a oficiales, secretarios, agentes del Ministerio Público y policí­as ministeriales… Es decir, y en una primera lectura se trata de un cochinero fuera de serie, tan inaudito como increí­ble; pero, además, perfilando que lo mejor serí­a cerrar la dependencia porque ni hablar, la corrupción la ha permeado… Todaví­a peor: si 514 funcionarios son investigados, de acuerdo con la ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos, Bravo Contreras está obligado a interponer una denuncia penal en contra de sus antecesores por haber permitido que la procuradurí­a llegara a tales niveles insospechados de pillerí­as y trastupijes… Y si calla y sólo se trata de aspavientos populistas y mediáticos, entonces, la ley también señala que se convierte en cómplice y, por tanto, hasta en la cárcel pudiera terminar al lado, digamos, de la exalcaldesa de Alvarado, Sara Luz Herrera, contra quien el presidente municipal Gustavo Ruiz presentó la denuncia penal por daño patrimonial de 38 millones de pesos y Bravo Contreras ha actuado con ligereza y menosprecio y desprecio, integrando el delito de negligencia…

BALAUSTRADAS: El lunes 24 de noviembre, en Boca del Rí­o, cuando el gobernador inaugurara la sede de las agencias del Ministerio Público del fuero común, el procu dijo, no obstante, que al momento unos cuantos de los 514 funcionarios han sido despedidos, aun cuando se abstuvo de precisar los nombres y las razones en cada caso… También revelo que 20 fueron consignados ante el juez por delitos contra el servicio público… Por supuesto, tampoco enumeró los delitos ni menos, mucho menos, los El simple hecho de revelar que hay 514 funcionarios de la Procuradurí­a de Justicia bajo investigación por trastupijes horroriza visualizar la calidad ética, moral y social a que han expuesto a los 8 millones de habitantes de Veracruz nombres, pues tratándose de un polí­tico ególatra y protagónico, enamorado de sí­ mismo, pudiera estar mintiendo… Sin embargo, sólo visualizando el número de 514 empleados de todas las estaturas de la procu en la barandilla, sujetos a investigación, horroriza imaginar la pesadilla vivida por los habitantes de Veracruz que han necesitado de los oficiales, secretarios, agentes del MP y policí­as ministeriales… Peor tantito si se considera el otro dato: los 4 mil policí­as de Veracruz reprobados en el examen de admisión por el gobierno federal… Tantito peor con otro dato: luego de dos años y dos meses de estar preso, el ex director de Seguridad Pública en Coatepec, Héctor Manuel Riveros Hernández, fue liberado con un “usted, disculpe”, pues era inocente, y ahora demandará a la Procuradurí­a General de la República porque fue acusado de ligas con los carteles... Y el daño moral, fí­sico y psicológico a su persona resulta incalculable… Es decir, por un lado, tanta corrupción en la procu de Veracruz; por el otro, la mano dura de la PGR para llevarse detenido a un funcionario policiaco municipal, sin pruebas, y confinado durante 26 meses… Eso ocurrí­a, dice el presidente de Uruguay, José Mujica, tanto en la Edad Media como en las dictaduras militares de América Latina…

ESCALERAS: El contribuyente percibí­a que luego de aquella revelación apocalí­ptica de que “apenas tomé posesión, los carteles salieron huyendo de Veracruz para refugiarse en las zonas montañas de otras entidades federativas”™”™ significaba ”˜”™la plenitud del pinche poder”, cierto; pero más aún, la locura polí­tica… Pero tal grado de neurosis todaví­a está por conocerse ahora cuando el procu sigue abonando el cochinero con los 514 funcionarios bajo sospecha; pero además, tirando heces a sus antecesores para, digamos, posicionarse en el imaginario colectivo como el Mesí­as de la justicia en Veracruz… Nadie dudarí­a de que aquí­ a la candidatura priista a gobernador soñara con descarrillar a Érick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota y Alberto Silva Ramos y aparecer como la nueva estrella del duartismo para sentarse en la silla embrujada… Y es que sus delirios rayan en la imaginación calenturienta que ni siquiera a Kakfa se le pudieron ocurrir transformando a Gregorio Samsa en un insecto una mañana al despertar… Supongamos, sin conceder, que así­ fuera, ¿cómo, en qué momento, se jodió Veracruz?... Pero más aún: ¿significará acaso que Veracruz siempre ha estado jodido?... Tantito peor: ¿se entenderá que hemos estado tan jodidos en la impartición de justicia y, al mismo tiempo, mí­nimo, durante los últimos cuatro años, al jefe del Poder Ejecutivo le ha valido, ha sido indiferente, ha dejado hacer y dejado pasar?...