Historias panistas
•Fernando Yunes, alcalde
•Claroscuros de Víctor Serralde
Igual que en el PRD (Cuauhtémoc Cárdenas ha renunciado, igual que Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador y Porfirio Muñoz Ledo, entre otros tantos), los panistas de Veracruz están descarrilando a su partido.
En el café aseguran que nunca como ahora están cerca de adueñarse de la gubernatura en el año 2016; pero en los hechos ellos mismos se contradicen, como el zipizape jarocho en la elección del comité municipal.
Luis Velázquez
Un panista dice: si el clan de los Yunes azules ya había ganado la dirigencia con Verónica Pulido, ninguna razón existía para que el llamado patriarca sirio llegara con sus hijos al evento y se armara el despapaye.
Un desmadre donde hubo de todo, incluso, hasta con los guaruras de Miguel íngel Yunes Linares custodiando la voluntad democrática de los panistas en las urnas.
Así, el mismo Yunes se evidenció en un Veracruz donde sus adversarios y enemigos (desde Fidel Herrera hasta sus homólogos Víctor Serralde, Julen Rementería, Juan Bueno Torio y Enrique Cambranis) buscan desplomarlo… camino al 2016.
Según las versiones de la panista Gabriela Reva, empleada de Yunes Márquez, el patriarca sirio se descolgó al recinto partidista electoral porque de pronto, zas, les avisaron que las huestes del secretario General de Gobierno, Érick Lagos, pretendían tronar los comicios, luego de oler su derrota.
Y más allá de que fuera cierto, el objetivo es otro: perfilar al senador Fernando Yunes Márquez (el más conciliador y diplomático) como candidato del PAN a la alcaldía jarocha hacia el año 2018, luego de que el padre fue contundente: la nominación a gobernador es para él y Fernando, que espere su tiempo.
Con las pasiones desordenadas por la dirigencia jarocha el feudo de Julen Rementería del Puerto así tuvo razones para, digamos, romper el pacto de civilidad que tendría con el clan, al que luego siguió el diputado federal, Rafael “El loco” Acosta Croda, también viejo aliado del expriista que en el chirinismo persiguiera a reporteros y magnates periodísticos, incluso, hasta en el exilio en Estados Unidos.
II
Atrapado en la tempestad de su carácter, temperamento y origen sanguíneo, Yunes, el patriarca, también ya rompió con el diputado federal Víctor Serralde, presidente de la Comisión de Agricultura del Congreso de la Unión y el único panista de Veracruz a quien Gustavo Madero expresara agradecimiento luego de su reelección.
Hubo un tiempo cuando ambos vivieron una luna de miel. Fue, parece, en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, Abel Cuevas Melo delegado de la SEDESOL en la tierra jarocha, y Miguel íngel Yunes Márquez, coordinador del programa Oportunidades.
Entonces, Serralde fue beneficiado con la construcción de Pisos Firmes, a partir, incluso, según se afirma, de un gran cabildeo de la panista Silvia Monge, su cabildera y secretaria de Relaciones Exteriores y de Finanzas y Planeación.
Según el biógrafo del PAN fue cuando Serralde construyó su imperio y su emporio que le llevó, por ejemplo, a ganar con 80 mil votos la diputación federal Según el alcalde Miguel íngel Yunes Márquez, el diputado Víctor Serralde “es un traidor”, porque traicionó a su padre y también a Silvia Monge por el distrito de Huatusco, una tierra minada por el cacique magisterial Rafael Ochoa, desertor ahora del PRI y cobijado en el Movimiento Ciudadano de Dante Delgado.
Es más, Yunes padre hasta lo blindó ante las intrigas, por ejemplo, de Fidel Herrera con Felipe Calderón cuando en un viaje en helicóptero, gira en Veracruz, dijo al presidente que sus “Pisos Fieles” eran más, mucho más baratos que los “Pisos Firmes” construidos por la SEDESOL de Cuevas Melo y que si lo dudaba… investigara.
Pero, bueno, un día, Serralde fascinó al yunista Pepe Mancha y le ofreció subcontratos de los “Pisos Firmes” y cuando Yunes padre registró la jugada Pepe Mancha ya estaba trepado en el CDE del PAN y Serralde se creía, como hasta ahora, inminente candidato a la gubernatura de Veracruz.
III
Y rompieron.
Por eso, el presidente municipal de Boca del Río, Miguel íngel Yunes Márquez, suele decir que Serralde “es un traidor”.
Y como Fernando Gutiérrez Barrios, “El hombre/leyenda”, el policía/político, aseguraba que “quien traiciona una vez… traiciona siempre”, Serralde traicionó, por ejemplo, a Silvia Monge, su antigua cabildera, como la exdiputada federal lo confirmara en la boda de Omar Yunes Márquez.
“Le gusta el billete y pelea la candidatura a gobernador porque en el fondo quiere 200 millones de pesos” para negociar su declinación, ha dicho el alcalde boqueño.
El caso es que con tantos desaguisados, desde la ruptura de Yunes padre con sus aliados hasta el zipizape de fin de semana, Acción Nacional ha quedado bajo evidencia y, al mismo tiempo, fortaleciendo al priismo que con todo mantiene con un puño la unidad partidista.
IV
Los panistas hacen cuentas:
En el 2004, con Gerardo Buganza Salmerón, el PAN perdió la gubernatura con 23 mil votos y logró 900 mil sufragios en las urnas.
En el 2010, con Yunes padre de candidato, la perdió con 80 mil; pero a cambio obtuvo un millón 200 mil sufragios el domingo de las elecciones.
Y, por tanto, el partido se ha ido acercando a la silla embrujada de palacio en un Veracruz, donde con otros siete estados del país nunca, jamás, ha existido la transición partidista en el poder público.
En el 2004, dicen, Buganza perdió porque Juan Bueno Torio se encorajinó y se abstuvo de participar.
En el 2010, el PAN perdió con Yunes padre porque Buganza se emberrinchó, renunció al PAN y levantó la mano a Javier Duarte, asegurando: “De su triunfo en las urnas me encargo yo”.
Además, claro, de que Alejandro “El Pipo” Vázquez Cuevas también se deslindó y hasta renunció al partido para dedicarse a la construcción de casas de interés social.
Y ahora, de cara al 2016, luego del frustrado Pacto de Civilidad en Xalapa ante Gustavo Madero, las pasiones revolcadas se han vuelto a desbordar.
Los Yunes azules contra Víctor Serralde, Julen Rementería y Rafael Acosta Croda.
Serralde (tiene 45 de los cien consejeros del CDE del PAN, más una fortuna incalculable), aliado con Pepe Mancha.
Julen Rementería, por su lado. Juan Bueno Torio, por el suyo. Enrique Cambranis, a la expectativa.
Así, y a partir de que el gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle (uña y carne de Yunes padre desde Elba Esther Gordillo) ha deslumbrado al panismo nacional afiliando a 30 mil poblados por internet, las tribunas jarochas del PAN también le han entrado a la locura de convertir al partido en un partido de masas en vez de un partido de cuadros, como lo fuera en el siglo pasado.
Por eso, incluso, Miguel íngel Yunes Márquez alardea que lleva 1,200 afiliados, más los que vendrán, sin importarle que sus asesores le digan que es una falacia, pues los ha aglutinado porque como presidente municipal tiene presupuesto.
Y en política, lo dice Fidel Aristóteles Herrera: “Lo que se compra con billete… sale barato”.
Y a pedir de boca.