Acostumbrados a que durante los 12 años del panismo presidencial los gobernadores y delegados federales actuaron como virreyes, ahora en Veracruz se reproduce el fenómeno y algunos delegados parecen estar en abierta rebeldí­a en contra del gobierno jarocho, como si se tratara de un poder contra otro poder.

Frente a frente.

Y más, quizá, a partir de cuando en un par de ocasiones les leyeran la cartilla: ellos se deben al presidente Enrique Peña Nieto y en ningún momento a Javier Duarte, JD.

Claro, una parte fue nombrada con el cabildeo de JD; pero con todo, el patrón es el peñismo.

Así­, el gabinete legal del duartismo se queja y adolece que ellos vayan por un lado en los programas sociales, mientras las secretarí­as federales por otro.

Incluso, en unos casos los locales inculpan a los federales de la irascibilidad social de los pueblos y sus lí­deres.

Por ejemplo.

Semanas anteriores, la Comisión Federal de Electricidad, CFE, canceló el servicio de energí­a eléctrica en seis pueblos de la montaña negra de Zongolica por atraso en el pago.

Entonces, los presidentes municipales se rebelaron y tocaron puertas en la secretarí­a General de Gobierno para una solución salomónica.

Y desde la oficina de Érick Lagos hablaron al superintendente de la CFE hasta con un lenguaje alvaradeño: “No sea usted, cabrón”, le dijeron, y más cuando del otro lado del bejuco telefónico les advirtieron que ellos, la CFE, tiene presiones federales para el cobro puntual de la luz.

En el forcejeo, el alcalde de Soledad Atzompa, perredista Bonifacio Aguilar, abanderó la causa popular y decidió, con otros pendientes más, caminar de la sierra de Zongolica a Xalapa para plantarse en varias secretarí­as y, por supuesto, ante la CFE.

De entrada, el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, envió cien policí­as para bloquearlos a la altura de la caseta de Fortí­n.

Luego, los secretarios Érick Lagos, Gerardo Buganza, SIOP, y Mauricio Audirac Murillo, SEFIPLAN, se trasladaron al palacio municipal de Fortí­n para pactar.

Y uno de los acuerdos fue pagar en abonitos el adeudo a la CFE.

MENOSPRECIO DE LA CFE Y PEMEX

En el mes de septiembre, campesinos del norte de Veracruz bloquearon, primero, un camino vecinal, y ante la indolencia del desprecio y menosprecio, la carretera federal, reclamando a la Secretarí­a de Comunicaciones y Transportes, SCT, arreglara los caminos inconclusos.

Por la ví­a telefónica, el duartismo tendió un puente para un acuerdo, y los campesinos exigieron la presencia del subdelegado federal en la región.

Entonces, el delegado Williams David Knight Bonifacio dijo que el subdelegado estaba en Xalapa y sólo podrí­a atenderlos al dí­a siguiente.

Y se trepó en su macho.

Incluso, según las versiones, Érick Lagos, secretario de Gobierno, y el delegado de la Secretarí­a de Gobernación, Alberto Amador Leal, hablaron con Williams David, quien se mantuvo en su pretexto burocrático.

Lagos convenció a los campesinos de desalojar el camino estatal, aun cuando siguieron bloqueando la carretera federal.

El subdelegado se presentó hasta el mediodí­a siguiente.

Petróleos Mexicanos, por ejemplo, opera en unos 70 municipios de norte a sur y de este a oeste de Veracruz y de manera invariable destrozan los caminos y ahí­ los dejan.

Por lo regular (como la quincena anterior que en el norte de Veracruz también fue obstruida la carretera federal por unos alcaldes) PEMEX sólo entrega chapapote de mala calidad que los ediles rechazan porque es como una gomita que ningún efecto tiene para restablecer los caminos.

Incluso, de nada ha servido el cabildeo del gobierno local para un cambio de polí­tica.

CABILDEAN DUARTISTAS RENUNCIA DEL DELEGADO DE SAGARPA

En el caso del delegado federal de la SAGARPA hay un cortocircuito, porque como nunca ha formado parte del duartismo y el nombramiento de Marco Antonio Torres llegó por la ví­a federal (es amigo de Miguel íngel Osorio Chong, secretario de Gobernación), entonces, por un lado, lo madrean desde los medios, pues desean quedarse con la posición, dada la fluidez de recursos.

Y, por el otro, a cada rato le enví­an manifestaciones frente a su oficina, en la carretera federal, a un lado de la Secretarí­a de Educación.

Una de ellas, la penúltima, el lunes 10 de noviembre, cuando una vez más los campesinos del llamado Congreso Agrario Permanente, CAP, tomaron las oficinas y exigieron la renuncia del delegado por haber cometido el delito de asegurar, de acuerdo con la versión mediática dirigida, que los compas “son abusivos” interponiendo hasta 15 proyectos.

Y es que por todos lados resulta insólito que tanto en la SEDARPA como en la SAGARPA hay registradas entre 500 y 600 organizaciones campesinas, muchas integradas por una sola familia, y que no obstante contratan a los vecinos para hacer escándalos y exigir recursos y rafaguear desde los medios.

Con tales hechos y circunstancias, resulta fácil que azuzados los campesinos bloqueen la carretera y se arme el reality-show y al otro dí­a, de manera rara y extraña, la noticia aparezca publicada en primera plana de la prensa escrita.

Desde SEDARPA (Manuel Emilio Martí­nez de Leo) han presionado a la SAGARPA para que los programas federales también sean acreditados al duartismo, toda vez que la Secretarí­a de Desarrollo Agropecuario está quebrada, y como en el caso de la Secretarí­a de Salud, hasta salarios adeuda a los burócratas.

Pero, además, y en rara y extraña coincidencia, mientras la SEDARPA vive en la parálisis y la SAGARPA tiene presupuesto fluido, una parte de los duartistas atrás de la candidatura a diputados federales han tocado a la puerta del delegado federal para apoyos de campaña preelectoral.

Y como es lógico, se los ha negado, pues el tiempo del paternalismo ha terminado.

En contraparte, algunos duartistas trinan contra Marco Antonio Hernández y exigen su “cabeza”.