En El Vaticano, por ejemplo, el martes 28 de octubre, Francisco recibió a Evo Morales, reelecto presidente de Bolivia, en una audiencia parte del Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (en el que México estuvo ausente) y puso el í­ndice sobre la llaga purulenta de la desigualdad social.

“La tierra, el techo y el trabajo” son derechos sagrados, dijo el Papa, a lo que está obligada la elite polí­tica del mundo.

Es decir, las garantí­as constitucionales establecidas en la Carta Magna.

Ahora, pues, sólo falta conocer la postura que los once obispos y el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, asumirán frente a los graves y grandes pendientes sociales, económicos, educativos, de salud y seguridad de los 8 millones de habitantes de Veracruz.

Y es que el peso moral, ético, social y polí­tico de la cúpula eclesiástica de la tierra jarocha, de igual manera como acontece en otras latitudes de los cinco continentes, está fuera de duda.

Una palabra, un sermón, la homilí­a, una declaración mediática, un comunicado, una carta pastoral de los obispos y el arzobispo de Veracruz son fulminantes para enderezar los caminos torcidos de Dios en una población que está prendida a la vida con alfileres y que de norte a sur y de este a oeste está sangrando.

EL AMOR A LOS POBRES…

“El amor a los pobres está en el centro del Evangelio” dijo Francisco.

Y luego enseguida fue contundente: “Jesús les dirí­a hipócritas a los que abordan el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que tranquilizan y convierten a los pobres en seres domesticados e inofensivos”.

Y, bueno, como dice el refrán popular, “derechita la flecha” a los polí­ticos que en base a despensas alimenticias y escolares, Frutsis y Pingí¼inos, cachuchas y camisetas baratas, manipulan las neuronas, el corazón y las necesidades sociales de los pobres y los mudan en “seres domesticados e inofensivos”.

Seres domesticados… a cambio de una beca estudiantil que con frecuencia regatean en el pago.

Seres domesticados… a cambio de unas tortas para aplaudir en el mitin y en el centro de las convenciones.

Seres domesticados… a cambio de comprarles el sufragio en unos mil, 2 mil pesos.

Seres domesticados… a cambio de una promesa incumplida.

Seres inofensivos y dóciles… ante el discurso mesiánico de los candidatos a un cargo de elección popular… como ahora ocurre, por ejemplo, en Veracruz (y en el resto del paí­s) con los aspirantes a la curul federal para formar parte del primero Congreso de la Unión que será de Enrique Peña Nieto.

TODOS LOS DíAS EL DESGOBIERNO

La cúpula eclesiástica en Veracruz ha empezado a resucitar.

Se han levantado, por ejemplo, en contra de la inseguridad, pues, como dijera Hipólito Reyes Larios, hay crí­menes; pero sin criminales.

También han denunciado el robo de unas 120 campanas de iglesias pueblerinas, sin que a la fecha existan detenidos.

Pero Veracruz continúa sangrando, pues todos los dí­as hay secuestrados, desaparecidos y muertos.

Y robos a casas habitación y asaltos en negocios.