Y más en un tipo como él que trepado en la cúspide del poder sexenal se creí­a y sentí­a un mesí­as predestinado a causas superiores: las suyas.

Y por eso mismo trataba con la punta del pie a los demás, engreí­do, prepotente y autoritario, sólo porque su familia y él son amigos de Javier Duarte.

En un par de ocasionesDuarte le abrió la puerta y la población electoral se manifestó.

Ahora, se afirma que el hermano, Marco Antonio, el galán que se siente del duartismo, pues tiene fama pública de que es muy enamorado con su calva gigantesca, serí­a lanzado como candidato priista a diputado federal por el distrito de Córdoba, donde la última ocasión perdiera Francisco Portilla Bonilla, y eso que tení­a dos presidencias municipales.

El Vecino Vigilante de Córdoba