Se detiene en la República Dominicana, de donde vendrá el pebetero. Llega a Colombia, donde lo entregará Veracruz.

Pero sus operadores le fallan. Y se hacen bolas.

Por ejemplo: a 15 dí­as de que Ricky Martin inaugure la justa deportiva, están a punto de un sí­ncope cardiaco porque les faltan 3 mil voluntarios, todos jóvenes como han deseado.

Es más, los voluntarios que ya existen cuentan que los jefes máximos les han ordenado que cabildeen entre los amigos y compañeros de la universidad y han recibido la siguiente respuesta: “No”.

Y no, argumentando el repudio al gobierno por los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.

Y no, en rechazo a la violencia que carcome a Veracruz.

Y no, porque desean que trabajen los 15 dí­as… de gratis.

Es más, hasta los mismos chicos voluntarios que ya están… han empezado a rajarse, molestos, porque algunas de sus jefas son puras barbies, reinis y ladies (como ahora les llaman), muchas bajo sospecha de relaciones peligrosas con los jefes máximos y superiores.

Peor tantito, también dicen que tal cual el gobierno de Veracruz ha nombrado como a cien jefes en cada área, frente de batalla de los Juegos, cuando solo unos diez son los voluntarios que trabajan y se friegan el lomo en cada comisión.

Por fortuna, dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, Juan Simbrón, el mí­tico indí­gena papanteco utilizado por la elite priista como un sí­mbolo patrio, está listo para la inauguración de los Juegos y, de paso, bueno, escuchar a Ricky Martin con su “Vida loca”.

Además, el duartismo está más ocupado y preocupado con el informe del senador Pepe Yunes para determinar si fue un destape anunciado para la candidatura priista a gobernador… que en resolver la operatividad de los Juegos, donde el nombre de México y del presidente Enrique Peña Nieto estarán en juego, más, mucho más que el crédito de Veracruz.

AZUZAN LA PROTESTA SOCIAL

Tantito peor: el maestro advierte la incompetencia y la visión limitada de la dirección de Comunicación Social del duartismo, cuyo titular, Alberto Silva Ramos, está prendido con la mini/gubernatura y ha descuido un frente de batalla mediático, Telever, que puede resultar peligroso.

Por lo siguiente: desde hace unos dí­as, en el noticiero estelar hay una crí­tica sistemática por los 43 estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero.

Y dados los hechos y circunstancias en Veracruz donde los alumnos timados con el pago de sus becas y hasta campesinos estafados con obra pública han amenazado con bloquear los Centroamericanos, la postura de Telever está azuzando a la protesta social.

Se explica, dice Ronzón, a partir de que de igual manera que en el resto del paí­s, todo mundo reclama y exige justicia por los normalistas.

Pero, oh paradoja, resulta extraña y rara la posición de Telever cuando, por ejemplo, tal lí­nea editorial jamás ocurrió con la matanza de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas.

Ni tampoco cuando los niños muertos en la guarderí­a ABC en Hermosillo, Sonora.

Ni cuando descubrieron fosas clandestinas con un montón de cadáveres en Veracruz.

Ni cuando cientos, miles quizá de padres de familia, amigos, vecinos y conocidos y sociedad civil se han lanzado a las calles en Xalapa y Veracruz para demandar el regreso a casa vivos y sanos de los parientes secuestrados y desaparecidos.

Ni cuando los malosos optaron por robar frutsis y pingí¼inos en las tiendas comerciales de franquicia en el puerto jarocho.

Según Ronzón, el trasfondo es la disputa por los nuevos canales de televisión nacional que serán concesionados por el gobierno federal y en donde, y entre otros, el exsocio de Televisa, Germán Larrea Mota, el accionista mayoritario del Grupo México, se ha anotado como un concursante.

Pero al mismo tiempo, oh paradoja, desde Telever alimentan la inconformidad social… de cara a los Centroamericanos, pues la república completa está ardiendo y, por añadidura, en Veracruz, donde los estudiantes de la Escuela Normal y de la Universidad Veracruzana han organizado marchas, desafiando, incluso, la ley Ampudia, que condena a cinco años de cárcel a quienes bloqueen las ví­as de comunicación.

Claro, el hecho y la circunstancia en Telever trasciende a Silva Ramos. Pero, al mismo tiempo, constituye un detonante para la inconformidad social ahora cuando miles de deportistas extranjeros, con 1,200 reporteros acreditados de América Latina, se concentren en ciudades de la tierra jarocha.

Un polvorí­n.