Pero, además, la locura total: en la rebatinga por la curul federal ha aparecido una nueva estrella… Se llama Janet González, empleada del Ayuntamiento de Ramón Poo Gil, y de acuerdo con las versiones, igual que las otras, ya tiene su fundación que se llama “JG cerca de ti”… Y por si fuera poco se candidatea como favorita del procurador de Justicia, Luis íngel Bravo Contreras, quien ahora, si así­ es, ha mudado en un gran elector, el santo dedazo… Faltarí­a, entonces de anotarse en la lista por la curul, digamos, Marisol íguila, la reina del carnaval, conductora de Telever, quien al registrarse como tal envió una señal directa a la elite priista (ojo, Érick Lagos, el faldero mayor) de que el gran sueño de su vida era ser diputada… Y más porque miró alrededor y supo que Telever, la filial de Televisa, tení­a ya un par de legisladores y, bueno, tiene todo para representar a los pobres, miserables y jodidos en el Congreso… Por eso, y salvo otras revelaciones, el contribuyente ignora si la candidatura al Congreso de la Unión pareciera un concurso de barbies, lleno de frivolidad y, por tanto, sólo resta pitorrearse… Y más por lo siguiente, un caso: igual que la Gudiño, que dejó inconclusos tres cargos públicos (el Instituto de la Mujer y la diputación local y federal), la Ingram ha deseado continuar su huella; por lo pronto ya dejó a medias un cargo, la dirección de Radio del gobierno de Veracruz, y estarí­a por el segundo, la diputación local… Es decir, la ambición polí­tica, social y económica sin lí­mites…

BALAUSTRADAS: Pero, además, habrí­a de preguntarse en el caso de tales priistas (Gudiño, Ingram, Ainara y Janet), el beneficio social, económico, educativo, de salud, de seguridad y laboral que en su vida pública han generado para la población… La gran obra social que habrí­an generado para enaltecer el destino común… El servicio social concreto y especí­fico para levantar la moral Sin Fidel Herrera y Javier Duarte, Carolina Gudiño, Ana Guadalupe Ingram y Ainara Rementerí­a, serí­an nada. Y habrí­an de ganarse la vida como el resto de los mortales, con la cultura del esfuerzo ciudadana, pero también, para dignificar la calidad de vida… Su currí­culo para agigantar el horizonte inmediato y mediato de la mayorí­a de los ciudadanos, que son los electores en las urnas… Y, bueno, luego de tal cernidor solo se confirmará que aspiran a la curul federal, simple y llanamente porque son amigas de las elites polí­ticas en el poder sexenal… La Gudiño, por ejemplo, protegida de Fidel Herrera… La Ingram y Ainara Rementerí­a, protegidas de Javier Duarte… Y Janet González, protegida del procurador Bravo Contreras… Sin tales padrinos ellas serí­an nada, un cero a la izquierda, que andarí­an buscando una mejor chamba a partir de la cultura del esfuerzo… Es decir, con ellas se está ratificando la vieja tesis priista del dedazo donde el jefe máximo del Poder Ejecutivo, por ejemplo, las bendice con el cargo público y pa”™lante… Y, al mismo tiempo, y como ocurre, van a las colonias a regalar despensas alimenticias y escolares, compradas con cargo al erario, se toman la foto y compran el espacio mediático en portada para proyectar la imagen de una nueva estrella en el escenario polí­tico…

ESCALERAS: Como diputada local y federal, Carolina Gudiño sólo sirvió a los intereses de Fidel Herrera… Y como diputadas locales, Ainara Rementerí­a y Ana Guadalupe Ingram sólo han servido a los intereses de Javier Duarte… Es el caso, por ejemplo, de José Ramón Gutiérrez, alias “El José/ratón”, Juan René Chiunti, Tonapriuh Pola y Adolfo Jesús Ramí­rez Arana, que se han revelado como los diputados del secretario de Seguridad Pública y que fuera definido por “El José/ratón” cuando asegurara, sin pudor, que como legislador estaba para defender al coronel Arturo Bermúdez… Por eso es que el hartazgo ciudadano en contra de los priista es incalculable, pues la mayorí­a, quizá el cien por ciento, miran el poder con sentido patrimonialista para que en el tiempo de una alcaldí­a y/o de una gubernatura solucionen el problema económico para el resto de varias generaciones… Eso de que se meten en polí­tica escuchando el llamado para servir a los demás es un cuento que ni ellos mismos se creen… Por eso el presidente de Uruguay, José Mujica (su auto oficial es un Volkswagen y vive en una casita modesta en las afueras de la ciudad capital) dice que a los polí­ticos que les guste “la plata” deben ser lanzados de la polí­tica, porque son un peligro… El cuarteto de ladies decepciona y desencanta… Su ambición polí­tica, social y económica carece de lí­mites… Pero, bueno, tienen sus padrinitos que les allanan el camino…