Por ejemplo, en Michoacán, desde hace un ratito, opera la llamada Fuerza Rural que, bueno, con Porfirio Dí­az Mori se llamaba Policí­a Rural, mientras en Estados Unidos, en aquel tiempo, denominaban la Policí­a Montada y que, incluso, hasta en las pelí­culas del oeste aparecí­an.

En el Michoacán polvoriento que hoy viven también ha sido anunciada la Fuerza Indí­gena, como una policí­a designada bajo el principio de usos y costumbres con el único objetivo de garantizar que sus elementos policiacos garanticen la seguridad a los vecinos.

Por eso, al pasito que vamos pronto serí­an La creación de la Fuerza Civil se ha vuelto una pachanga en cada entidad federativa. También han creado la Fuerza Indí­gena y la Fuerza Rural. En Veracruz, por ejemplo, podrí­an, además, configurar la Fuerza Vecinal, la Fuerza Indí­gena, la Fuerza Barbie y la Fuerza Estudiantil creados otros cuerpos policiacos de elite, digamos, en Veracruz, para seguir de í­conos, como por ejemplo:

Uno. La Fuerza Vecinal, basados en que “El vecino vigilante” sigue apareciendo en varias cabeceras municipales, a tal grado que la misma Secretarí­a de Seguridad Pública decidió arroparlas y hasta capacitación, uniformes y salarios ha ofrecido para su cooptación absoluta.

Dos. Basados en la Fuerza Indí­gena de Michoacán para la región purépecha, también podrí­a crearse la Fuerza Indí­gena de Veracruz, dado que tiene ocho regiones étnicas habitadas por unos 800 mil mujeres y hombres.

Y más luego de que el alcalde de Soledad Atzompa y sus huestes indí­genas se lanzaron a una marcha de irascibilidad social que fuera embargada en Fortí­n por los policí­as de Seguridad Pública y cooptadas por los secretarios de Gobierno, Infraestructura y Obra Pública y Finanzas y Planeación.

II

Tres. Con tantas barbies en el poder polí­tico (la última, Lady Bermúdez, quien además tiene un ramillete de reinis en la dependencia), convendrí­a, digamos, crear la Fuerza Barbie para garantizar la seguridad a la población femenina de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, que suma más del 50 por ciento de los 8 millones de habitantes si es que creemos en el INEGI.

Cuatro. Por supuesto, si con el gobernador Cándido Aguilar, el yerno del presidente Venustiano Carranza (don Venus como le decí­an) crearon la Policí­a Rural y en Michoacán ya la tienen con todo y la fama pública de que está filtrada por los malandros, también podrí­a integrarse.

Y más porque en los pueblos rurales de Veracruz los malandros han establecido sus búnkers.

El comisionado para tal efecto serí­a, traje a la medida, el diputado Adolfo Jesús Ramí­rez Arana, presidente de la Comisión de Tránsito y Vialidad, y más ahora que trae las neuronas alborotadas con la Liga de Comunidades Agrarias.

Cinco. La fama pública consigna que Érick Lagos Hernández, secretario General de Gobierno, tiene un equipo de porros juveniles, se ignora si también estudien, a quienes enmascarados suele enviar a los conflictos para activarlos y/o desactivarlos.

Los secretarios Adolfo Mota y Jorge Carvallo junior tendrán, quizá, más información, pues ellos han sufrido los embates neurológicos del también apodado “El chilly-willy”, pues según la fama pública les ha enviado a sus huestes para apachurrarlos.

Así­, y más ahora que anda como pepita en comal caliente con la mini/gubernatura de dos años, podrí­a integrar la Fuerza Estudiantil, digamos, como objetivo inmediato para neutralizar a los 4 mil becarios que a cada rato arman escándalo mediático con el pago atrasado de sus becas.

III

En fin, los hechos y circunstancias están dados tanto en el paí­s como en Veracruz para seguir con la onda de la Fuerza Civil, una súper policí­a de elite estrenada el mismo dí­a que Lady Bermúdez hizo su debut como directora de Radio de la secretarí­a de Seguridad y que ante el escándalo pretendieran desmentir lo evidente y manifiesto en las redes sociales, cuando, oh comunicación social, oh Alberto Silva, “madrazo dado… ni Dios lo quita”.