“A los polí­ticos que les gusta la plata… hay que correrlos de la polí­tica. Son un peligro”.

Por fortuna, su frase caminó sólo en el continente; pero nunca repercutió en Veracruz, que ha sido blindado para los presidentes quisquillosos de América Latina (Nicolás Maduro de Venezuela, Rafael Correa de Ecuador y Evo Morales de Bolivia) y, por tanto, y como dijera Gustavo Dí­az Ordaz en el movimiento estudiantil del 68: “La calumnia no (me) llega”, digamos, a la joven generación duartista en el poder.

Y es que, ni hablar, la percepción ciudadana y la fama pública consigna hechos delictivos bajo sospecha, como el daño patrimonial y el enriquecimiento ilí­cito, algunos de los cuales han brincado a la prensa escrita.

Así­, y por ejemplo, bastarí­a una navegada en la hemeroteca del periódico Notiver para enmarcar presuntas pillerí­as.

El 26 de septiembre, en la columna Sale… vale firmada por Coni O. Contreras, publicó que un subsecretario del duartismo se construí­a una mansión de 30 millones de pesos en el fraccionamiento El rincón del conchal, en Alvarado.

El 27 de septiembre, la columna Agenda, de Ana Laura, publicó que el exdiputado local y federal y expresidente del CDE del PRD, Rogelio Franco, es dueño del restaurante Matesanz, de comida tuxpeña en Plaza City, en Xalapa.

Pero, además, el sólo local le costó 5 millones de pesos.

Más todaví­a: que tiene un hotel en Tuxpan y un rancho en Actopan.

PASADO DE GINA LA CONDENA…

El 29 de septiembre, Claudia Guerrero Martí­nez publicó en su columna Entre lo utópico y lo verdadero: “Hay servidores públicos que muerden la mano del amo y desví­an recursos para su uso personal. Ejemplos, Elizabeth Morales, exalcaldesa de Xalapa, quien viví­a en una colonia proletaria por el rumbo del Acueducto y hoy goza de una de una fortuna calculada en más de 200 millones de pesos, entre casas en fraccionamientos exclusivos, ranchos, vehí­culos, negocios, camionetas, a nombre de su familia y prestanombres, sin olvidar el famoso dinero guardado en casas de seguridad propiedad de Elizabeth”.

“Otro, Érick Lagos, quien financia grupos revoltosos y agrupaciones dedicadas a vivir a expensas del gobierno del estado, se le calcula una fortuna de cien millones pesos, comprendida entre costosos inmuebles, como el edificio recién construido por el Museo de Antropologí­a, donde alberga un despacho de abogados de su propiedad, casas de lujos y camionetas ostentosas”.

“Increí­ble conocer historias contadas por ”˜El negro Cruz”™; pero a quien le calculan fortunas que causa vergí¼enza y hasta indignación”.

“Y vergonzoso es observar la impunidad que goza Marí­a Georgina Domí­nguez Colí­o… Una mujer con tendencias de izquierda y quien viví­a con modestia por el rumbo de San Bruno, donde su madre vendí­a pájaros de ornato. Hoy su fortuna se calcula en más de 300 millones de pesos”.

“La corrupta y malquerida Gina rasuraba los convenios en medios de comunicación, les pedí­a diezmos, fortaleció a medios fantasmas y fundó sus propios, como la franquicia del periódico El águila y la radiodifusora Radio Capital”.

“Además fundó restaurantes como Casa Veracruz, por el rumbo de Ruiz Cortines, y cafeterí­as, como la de Murillo Vidal y un restaurante chino en la avenida Orizaba, en Xalapa. Mansiones como la del rumbo de Briones en Coatepec”.

El 30 de septiembre, Andrés Timoteo en la columna Texto irreverente publicó: “La primer obra pública que inició el alcalde de Omealca, Juan Manuel Montalvo Gómez, fue la construcción de una mansión en un terreno de diez mil metros cuadrados. Y los albañiles trabajan a marchas forzadas pues la quiere estrenar en navidad”.

OSCURO MANEJO DE RECURSOS OFICIALES

El uno de octubre, la columna Sale Vale publicó: “El socio del exjunior más poderoso en varios negocios (agencias de autos, torres de oficinas, agencias de motos y constructoras), Fernando Padilla, es tema de escándalo. Varias demandas legales en su contra por malos manejos financieros.

“El nuevo millonario nacido en la fidelidad gracias a que el tí­o le entregó contratos por varios cientos de millones a sus constructoras, entre ellas COCEI que fue la que hizo el distribuidor vial de Xalapa por más de 300 millones de pesos, anda tan perseguido que no sale de su mansión en Coatepec tipo Pablo Escobar, con animales exóticos y lago artificial”.

El 3 de octubre, en la columna Reporte Confidencial, sin el nombre del columnista, publicó: “La Secretarí­a de Hacienda y Crédito Público realizará una auditorí­a a la empresa Publex, del empresario fiel/próspero, David Osorio, donde hay facturas apócrifas expedidas por compañí­as cercanas a este personaje y que involucran a gente de Fidel Herrera”.

El mismo 3 de octubre, Sale Vale, de Coni O. Contreras, publicó: “Según Nemi Dib, la dirigente sindical de la Secretarí­a de Salud en Cosamaloapan endosó un cheque de fondos federales para pagar la fiesta de 15 años de su hija. En Orizaba tienen secuestrado a casi el 20 por ciento del espacio fí­sico de la Jurisdicción que debí­a ser para atención al público y sin embargo tienen las instalaciones sindicales. En Poza Rica, el lí­der sindical está involucrado en la falsificación de viáticos y en el robo de miles de litros de gasolina. En el hospital que inauguró Salvador Manzur en Boca del Rí­o la mitad de los contratos son del lí­der sindical y la otra mitad del trabajador”.

El 5 de octubre, la columna Sale Vale publicó: “A su salida, Juan Antonio Nemi Dib habló del coto de poder creado por íngela Soto Maldonado, dirigente sindical de los trabajadores, quien junto con su hermano, Martí­n Soto, se habrí­a beneficiado a través de sus constructoras con supuestos contratos de obra pública multimillonaria, además de concesiones de taxis, lo que advierte del oscuro manejo de los recursos sindicales”.

LOS POLíTICOS, UN PELIGRO

Pero, bueno, el Contralor (por segunda ocasión) Ricky Garcí­a Guzmán ha tomado como pretexto lo anterior para decir que los medios linchan a los polí­ticos y, por tanto, “lastiman al gobierno de Veracruz”.

Y, en contraparte, el presidente latinoamericano más limpio y más puro, impecable, José Mújica, guerrillero perseguido que fuera con su esposa, los dos presos polí­ticos, dice que a todos los polí­ticos que gustan de la plata… “hay que correrlos porque son un peligro”.