El Sermón del Rancho San Julián
•El destape de Pepe Yunes
•El Veracruz que vendrá...
I
En el WTC de Boca del Río, el senador Pepe Yunes pronunciará el día 26, en cuatro días, el Sermón del Cofre de Perote, aun quizá sería mejor el Sermón del Rancho San Julián.
¡Bienaventurados, pues, todos los que asistan, porque estarán ante el inminente candidato a gobernador!
Casi casi, el sucesor de Javier Duarte.
Luis Velázquez
Ni hablar.
Si la Biblia dice en el Eclesiastés que hay tiempo de sumar, de sumirse y de sumarse, con Pepe Yunes ha sonado la hora de sumarse.
La estampida de los búfalos le llamaban en el siglo pasado.
Cierto, tenían razón los cronistas sabios y elocuentes: un Yunes será gobernador, pues ni modo que el PRI de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso y José Antonio Meade…pierda en las urnas con Pepe.
Desde el WTC boqueño, el llamado feudo de los Yunes azules, el Yunes rojo con el Sermón del Rancho San Julián.
Todo está listo.
Los secretarios del gabinete legal de Javier Duarte, los diputados locales y federales del PRI, el PRI de Elmo, la fundación Colosio de la señora María G., los alcaldes rojos, Todos, pues, a escuchar, el Sermón del Rancho San Julián en el WTC de Boca del Río, pues será delineado el Veracruz que vendrá de los años 2016 a 2022 la militancia, al informe del senador para escuchar las buenas venturas.
Ahora sí, Pepe repetirá la frase cachonda de Carlos Salinas a su padre cuando luego de ser declarado presidente electo, dijo: “Papá, nos tardamos 25 años; pero llegamos”.
“Papá, nos tardamos seis años; pero llegamos”.
Sabedlo, príncipes y vasallos, próceres y mendigos, Pepe habemus.
II
En el WTC llegarán los cafeticultores de Veracruz a quienes Pepe tramitó 400 millones de pesos federales.
Y los huleros, para quienes cabildeó otros 50 millones de pesos.
Y los cañeros, a quienes auxilió con más de 500 millones de pesos.
Y un montón de alcaldes a quienes ha tramitado fondos fresquecitos de la Secretaría de Hacienda para obra pública.
Etecé. Etecé.
III
La historia se repite: el Senado, el pesebre de los gobernadores del país.
Del senado pasó Fidel Herrera a gobernar Veracruz.
Y también Miguel Alemán Velasco, luego de un descanso en Televisa.
Y Rafael Murillo Vidal.
Y Fernando López Arias.
¡Ah, López Arias!, aquel gobernador que “en la plenitud del pinche poder” como dice el clásico perdió una jugada de póker con el abuelo de Pepe Yunes y en el alegato un pistolero de don Fernando sacó la pistola y lo mató.
Nunca pudo Fernando López Valenzuela tener éxito en la política; pero, bueno, fue gobernador del club de Leones.
Ahora el nieto de aquel señor será nominado candidato priista a gobernador, ni duda cabe.
Ya escucharán los incrédulos los tambores de guerra en el WTC de Boca del Río.
Pepe habemus…
IV
Ni hablar, Héctor Yunes, Érick Lagos, Adolfo Mota, Jorge Carvallo junior y Alberto Silva, a disciplinarse.
Más vale, antes, mucho antes de que pudieran quedar fuera del paraíso.
Están a tiempo.
Es la hora de sumarse al proyecto del rancho San Julián.
Y si en el año 2010, los vientos fueron adversos y los hechos y circunstancias eran desfavorables y por eso Pepe Yunes se institucionalizó, ahora, ni una avalancha social, ni un tsunami político, evitará el destino de la historia.
Ni siquiera, vaya, el bombardeo en la franja de Gaza, allá, en Palestina, el Medio Oriente, de donde los antepasados de los Yunes partieron para América y desembarcaron en Veracruz cuando escucharon las marimbas de los Portales y las carcajadas de las cortesanas.
Una familia, los Yunes Zorrilla, han encontrado su destino.
La candidatura de Pepe es inminente.
Javier Duarte lo mira con simpatía.
Luis Videgaray, José Antonio Meade y Fernando Aportela, entre otros, igual.
Y Enrique Peña Nieto, ni se diga.
El humo blanco del Sínodo tricolor ha emergido.
Pepe habemus, sí señor.
Todos, pues, al WTC a escuchar el Sermón del rancho San Julián, el Veracruz que vendrá de los años 2016 a 2022.
El Veracruz que Pepe sueña para todos…