Dueños del billete, buscan conservar el poder político
•La lucha entre dos caciques: Mario Zepahua Valencia y Tomás López Landeros
•A partir de los cargos públicos multiplicaron su fortuna
•Avasallante riqueza económica en medio de la pobreza indígena
•Cómplices, los secretarios del gabinete duartista
Zongolica, Ver.- La hegemonía absoluta en esta sierra se disputa a base de “billetazos”.
Korina Guerra
Mario Alberto Rafael Zepahua Valencia y el neopriista Tomás López Landero, son los únicos, que en base a su fortuna económica quieren imponer su ley, desplazar al otro y de plano quedarse con el control dominante; ambos desde su actividad política incrementaron su de por sí avasallante riqueza económica.
Mario Alberto Rafael Zepahua Valencia y su familia, eran hasta una década, los dueños absolutos de la vida política de la sierra. Entre ellos han dominado la mayoría de las alcaldías de la zona fría de la sierra, las diputaciones local y federal, pero además monopolizan el servicio de autotransporte en la sierra.
Hasta hace diez años, las decisiones políticas eran tomadas en “La quinta”, la residencia que Mario Zepahua tiene en el municipio de Tequila. De ahí salieron, por ejemplo, la primera candidatura del actual diputado local Ignacio Valencia Morales, primo hermano del cacique camionero.
También de ahí, salieron otras decisiones, sobre todo políticas.
Mario Zepahua, fue alcalde de Tequila, dos veces diputado local y una vez diputado federal. Ha impuesto a familiares y amigos cercanos a él, tanto en las alcaldías de la zona como en las candidaturas al Congreso Local y Federal.
En complicidad con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, además de Tránsito del Estado, monopoliza las rutas camioneras en la sierra de Zongolica. Ordena la persecución y represión de las cooperativas del transporte mixto rural por así convenir a sus intereses. En pocas palabras, hace lo que quiere y aun así niega ser “cacique” de la sierra.
Somos una familia de trabajo. De campo. Con visión en los negocios y suerte en la política, habría externado en cierta ocasión a la reportera. Su vida no está ligada a escándalos ni a excesos ostentosos. Pese a su fortuna, trata de llevar una vida de bajo perfil, sobre todo después del secuestro del que fue objeto en Julio del 2003, en plena campaña a la diputación federal.
“Fueron cuatro meses de mucha tensión. De mucho miedo” diría, horas después de ser liberado tras cuatro meses de cautiverio, pero su desaparición pública, fue severamente cuestionada por el entonces Procurador de Justicia del Gobierno de Miguel Alemán, Perciles Namorado Urrutia, “todo fue una farsa” externaría el entonces funcionario alemanista la mañana del cinco de abril del 2004.
De hecho el entonces fiscal del estado, basó sus argumentos con una serie de conjeturas con las que, según él, se dejaba en claro una red de complicidades para aparentar el secuestro del empresario camionero.
Se habló en ese entonces de que el “secuestro” se fraguó con la contratación, por 500 mil pesos, de cinco personas, al parecer originarias de la zona de Tezonapa a las que además de pagarles, les dieron una camioneta con placas del estado de Guerrero.
El propio procurador alemanista, aseguró que los videos, tres en total, que se difundieron a través de los medios electrónicos, se grabaron en una casa propiedad de la familia Zepahua García, que se ubica en la ciudad de México.
Pese a las afirmaciones Pericles Namorado nunca comprobó los señalamientos, pero el secuestro de Mario Zepahua entró en una etapa de incredulidad. Hubo quienes aseguraron que fue una estrategia electoral, “porque su candidatura no levantaba” y era un hecho que por vez primera el PRI perdería la elección federal.
Si esa fue la estrategia, les funcionó muy bien, pues pese a su desaparición física, Mario Zepahua ganó la elección federal.
Hoy, en el ánimo de Javier Duarte y con amplias relaciones en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Mario Zepahua va por todo para imponer como candidata a su hija, Lilian Zepahua García en la candidatura a la diputación federal.
“Ya la hizo diputada local, ahora quiere hacerle federal” dirían los mismos familiares de Mario Zepahua.
De hecho y de la nada, Lilian Zepahua empezó aparecer en actos públicos. Ataviada con la ropa propia de la zona náhuatl, recorre el distrito, aunque nunca antes lo había hecho.
Lilian, debe ser candidata, “cueste lo que cueste” habría externado a sus familiares y amigos del primer círculo de allegados.
Desde su cargo de coordinador distrital del PRI en Boca del Río, Zepahua Valencia mueve sus hilos. Recurre a sus viejos amigos en el PRI para colar a su hija y todo indica que ya casi lo logró. Quizá sea candidata pero que sea diputada federal, hay un mundo de distancia.
El enfrenamiento con el neo priista Tomás López Landero, se identifica como uno de los factores principales que en determinado momento influirán en los resultados de las elecciones.
El rey de la chatarra, como se le conoce al empresario acerero, Tomás López, cercanísimo a Gerardo Buganza, ha dicho que va a terminar con el imperio de los Zepahua en la sierra de Zongolica, “vengo por todo y lo voy a lograr”.
Para lograrlo, López Landero tiene a favor un factor primordial entre los priistas del país: millones de dinero. Vamos, hasta hoy, es el único diputado local que viajaba en un helicóptero propio para asistir a la sesiones del Congreso veracruzano.
Ahora, instalado en el palacio de San Lázaro, es el único que tiene a su servicio una cuadrilla de cinco camionetas Land Rover y Escalade Cadillac, que surcan los intrínsecos caminos de la sierra de Zongolica.
Tomás López, desde el PAN aprendió de las derrotas. En el 2010 anunció oficialmente su ingreso al PRI en donde obtuvo, hasta hoy, dos diputaciones, una local y la otra federal.
Desde ahí, intenta arrebatarle el poder político a Mario Zepahua. Son incontables los desencuentros que han tenido ambos. En más de una ocasión han coincidido en eventos públicos, pero los dos evaden incluso la mirada.
El neopriista, poco a poco, con dinero le ha ganado terreno al empresario del transporte. Una de las características de los eventos de Tomás López, es el derroche de recursos económicos. En variadas ocasiones se la ha visto sacar fajillas se billetes con denominación de doscientos pesos y repartirlos entre quienes se le acercan. Esa es la forma de hacer política del empresario del acero.
Su posición política, sobre todo desde el Congreso Federal, le ha permitido afianzar su fortuna. Son comunes sus viajes a Europa, especialmente, a comprar aviones y barcos en chatarra, a bajo precio, y revenderlos en dos o tres veces del valor de la compra.
Sus relaciones, sus nuevos amigos en el altiplano, lo posicionan por encima de su acérrimo rival y lo dejan el plano libre para ser el nuevo cacique serrano.
Pero la suerte, al parecer, en esta ocasión no le favorece. El intento por hacer que su cuñado, Jorge Alle, sea candidato del PRI a la diputación federal, quedará para mejor ocasión. Los dados están cargados a la familia Zepahua García.
Sin embargo nadie duda que no se van del PRI, pero operará políticamente para hacer ganar a su antiguo partido, el PAN y con ello borrar en definitiva a la familia Zepahua Valencia. Perder ganando, esa sería la estrategia a utilizar.
Hay una versión, no confirmada, pero tampoco desmentida que revela un enfrentamiento verbal con Javier Duarte, “si tú le das la candidatura a Mario Zepahua, no me pidas que lo apoye, porque no lo voy hacer” le habría advertido al gobernador próspero.
Lo que es cierto es que ambos, utilizan la política para acrecentar sus fortunas económicas. Mario Zepahua ya amplío su campo de acción empresarial y de camionero ahora ya es productor cafetalero, “coyote” le dirían en la sierra y Tomás López utiliza su fuero para hacer tratos con empresarios internacionales y obtener a bajo precio cientos de toneladas de chatarra que le permiten, por ejemplo, regalar hasta cuarenta mil pesos mensuales a “editores” de “portales informativos” que entregan en cuerpo y alma su “línea editorial”.