Y, por tanto, el gobierno duartista espera el momento polí­tico oportuno para dar a conocer la noticia… De ser así­, buscan un instante estelar para tener, digamos, el cielo despejado, tan revuelto y turbulento en los dí­as que corren con las matanzas de civiles en Tlatlaya, estado de México, y el secuestro de estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero… Quizá, acaso, y de ser así­, lo revelarí­an, digamos, dos dí­as antes de los Juegos Centroamericanos, cuando existan aquí­ 1,200 reporteros del continente listos para cronicar los mejores juegos de la historia… Acaso en la ví­spera del IV informe de Javier Duarte… Quizá un dí­a antes, el mismo dí­a de la Cumbre Iberoamericana, digamos, en el discurso de bienvenida a los polí­ticos de habla hispana con el presidente Enrique Peña Nieto y el rey de España… Y más, mucho más, tal dí­a pudiera ser el efectivo si se considera que con el asesinato de diez reporteros y fotógrafos, más tres reporteros de la fuente policiaca desaparecidos, el descrédito de Veracruz caminó en los cinco continentes perfilando a la tierra jarocha como el peor rincón del mundo para el ejercicio reporteril… Se ignora, pues, y de ser cierto, si estarí­an ocultando la noticia al cuerpo directivo de Proceso, donde Regina laboraba: pero, bueno, tal es la versión en la discreta y selecta elite en el poder polí­tico, económico y social de Veracruz…

BALAUSTRADAS: Aun así­, otro presunto homicida está pendiente de capturar, José Adrián Hernández Domí­guez, alias “El jarocho”, cómplice, se afirmó siempre, de “El Silva”… Pero, bueno, Reynaldo Escobar Pérez y Felipe Amadeo Flores Espinosa dejaron de chambear como procuradores, y ahora hay un tercero, Luis íngel Bravo Contreras, y vamos en el cuarto año del sexenio, y el pendiente ahí­ sigue, como el dinosaurio de Tito Monterroso que el poeta Efraí­n Huerta descubriera que más bien era un cocodrilo… De cocodrilos, Según versiones, “El Silva”, presunto asesino de la periodista Regina Martí­nez, fue reaprehendido. Pero el gobierno de Veracruz espera el momento estelar para el anuncio… incluso, y además de enfermos con el VIH, fueron señalados tanto “El Silva” como “El jarocho”, y sabrá la astróloga de los Llanos de Sotavento si todaví­a el último está con vida… Pero, bueno, lo de menos serí­a matarlo para así­ liberar a la Procuradurí­a de Justicia de uno de tantos pendientes de impunidad sólo a partir, digamos, de los 650 desaparecidos en Veracruz, de los cuales 144 son menores de edad… Con todo, si en efecto, como se afirma, “El Silva” fue recapturado, entonces, significarí­a un buen madrazo polí­tico, social y mediático para el duartismo, no obstante que, y por desgracia, son cientos los casos pendientes… Uno de ellos, el crimen del dueño y director general del periódico “La Opinión”, de Poza Rica, Raúl Gibb Guerrero, el 8 de abril del año 2005, en pleno fidelato, cuya historia de muerte fue publicada en la revista Newsweek en español, edición Veracruz, impresa en Xalapa, y en donde el director general, Julio Domí­nguez, asegura que Gibb fue ejecutado por órdenes de Pancho Colorado, El señor de los narco/caballos, preso en una cárcel de Texas por sus relaciones con los carteles… Y, bueno, en otras circunstancias, el reportaje servirí­a a la procuradurí­a de Justicia para retomar el caso, a pesar, incluso, de que en su momento fue atraí­do por la procuradurí­a de Justicia de la nación… Pero, bueno, en todo caso ninguna razón existirí­a para tirar más gasolina al fuego…

ESCALERAS: Según la historia oral, cuando el expediente de “El Silva” llegó al Tribunal Superior de Justicia, al presidente Alberto Sosa fue informado que estaba prendido con alfileres y su libertad era inminente… Y fue informado para a su vez cursar oficio al gobernador y/o, en todo caso, una tarjeta ejecutiva, digamos, para recibir instrucciones, dado que el asesinato de la corresponsal de Proceso habí­a levantado ámpula en el paí­s y en el extranjero… Incluso, don Julio Scherer Garcí­a, el director fundador del semanario y mí­tico periodista, llegó a palacio de Javier Duarte y delante del gabinete de justicia y seguridad fue categórico diciendo que “No les creemos”… Y, sin embargo, según parece, nunca, jamás, hubo respuesta y, por tanto, el caso “El silva” siguió su curso en el Tribunal Superior de Justicia con el resultado por todos conocido, es decir, su absolución… Entonces, ardió Troya… Por eso, y en base a la experiencia anterior, si Jorge Antonio Hernández ya fue, en verdad, recapturado, habrán de armar los hilos con tanta pulcritud para evitar un desaguisado… Terrible serí­a que ante Peña Nieto y el rey de España revelaran la noticia y luego salieran entre/piernas…