“no es porque sea un verdadero lí­der”, sino porque la tradición cultural del municipio así­ lo dicta; aquí­ los que mandan, “no son los presidentes, sino la gente”, si no lo hacen, “la misma población los desconoce”.

Los biógrafos del Bonifacio Aguilar Linda, lo describen como un “oportunista” que saltó del Partido del Trabajo al PRD “porque era la única forma con la que podrí­a ser alcalde. Si no lo hace, hubiera sido policí­a municipal o si acaso oficial mayor del ayuntamiento”.

La historia del alcalde, dicen quienes lo conocen, está llena de claroscuros, “pero más que nada de oportunidades que supo capitalizar”.

Bonifacio “no estaba ni en la CROISZ, -Coordinadora Regional de Organizaciones Indí­genas de la Sierra de Zongolica- ni en el PRD. Él, junto con unas cincuenta familias de la comunidad de Exoquila, era la fuerza central del Partido del Trabajo. No más. Por eso no tení­a mayor oportunidad de ser alcalde”.

En este municipio, “uno de los quince más pobres del paí­s” según los datos del CONEVAL, la organización de la sociedad es tal que lo ha convertido en uno de los más organizados no sólo del estado, sino del paí­s. Aquí­ los alcaldes, del partido que sean, mandan obedeciendo. “Los que en realidad mandan son los agentes y subagentes municipales, los lí­deres naturales de las congregaciones y el alcalde sólo es transmisor de lo que dice la gente”.

De hecho, el poder polí­tico se centraliza en una sola organización, “La Unión de Artesanos”, que se considera como el brazo operativo del Partido de la Revolución Democrática, “desde ahí­ se controlan las decisiones polí­ticas, pero sobre todo se manipulan los proceso internos de ese partido para imponer candidatos a la alcaldí­a”

-¿Cómo llega Bonifacio al PRD?

-“No, él nunca llega. El PRD lo propone por el poder polí­tico que en menos de un año llegó acumular”.

-¿Cómo lo logró?

El ahora alcalde es artesano de madera. Muchos de los que hay aquí­ venden sus productos fuera del estado. En el caso de Bonifacio lo hací­a en el estado de Guerrero, pero como en todos los estados, hay mucha corrupción en los cuerpos de tránsito.

“Él logró un acuerdo con la secretarí­a de seguridad pública en Guerrero para que los artesanos veracruzanos obtuvieran una credencial que los acreditaba como integrantes de la organización y les permitieran su tránsito. Ese fue su gran triunfo. Eso le abrió las puertas de la organización de artesanos. De ahí­ en adelante”.

Los que integran esa organización, son calificados por la gente de este municipio como “ladinos” porque “te usan y cuando ya no les sirven, te desechan. Te ignoran”.

Ese logro fue suficiente para que se hiciera popular, “se hizo visible. La Unión de Artesanos lo jala, platican con él y lo hacen candidato”

ELECCIÓN AMAÑADA

En menos de un año, Bonifacio se hizo muy popular, pero dentro del PRD habí­a por lo menos otros dos candidatos, pero una noche antes de la elección, circuló mucho dinero. Hay quienes aseguran que los operadores de la unión de artesanos repartieron mucho dinero entre los integrantes de los comités electorales del PRD en las congregaciones del municipio. La elección estaba planchada.

Así­ ni tuvo problemas, ganó, sin dificultades la elección interna y el resto de los candidatos se suman, “por disciplina” al proyecto del ahora alcalde, “aquí­ no caben las rencillas, ni los rencores polí­ticos, prefirieron sumarse a él, que dejar que el PRI o el PAN ganara la elección”.

Ahí­ nace la candidatura y después el triunfo en la elección constitucional.

Pero el liderazgo que hace unos dí­as mostró el alcalde, al doblegar al gobierno próspero, no es casual, “porque aquí­ la gente, es institucional. Respaldan mayoritariamente a su presidente municipal. No es que tenga mucho arrastre popular, lo que pasa es que la gente también está cansada de tantas promesas incumplidas.

ORIGEN HUMILDE

La historia del alcalde “es como la de todos los que vivimos aquí­”, relatan quienes lo conocen.

Aquí­ se vive de la madera o del dólar. No hay más.

En el caso del alcalde, es de la madera. Es productor maderero. Trabaja la madera, la convierte en muebles que son vendidos en diferentes partes del paí­s. Eso le dio la oportunidad de crecer económicamente.

Le costó mucho trabajo, “como a todos”, pero ahora, como todos los alcaldes que han pasado, “va por la obra pública. Podrí­a ir por el moche que reciben de los contratistas para que adjudiquen obras. Esa es la realidad. Todos los alcaldes que han pasado, del PRI y del PRD, han cambiado su forma de vida, “y no dudamos que con Bonifacio pase lo mismo”.

Por lo pronto, Bonifacio Aguilar vive una luna de miel. Es popular en su pueblo. La gente le hace caso. Le apoyan en las acciones que propone, como la de la semana pasada, la de marchar hasta Xalapa para protestar contra Javier Duarte. Es el único alcalde que se atrevió a desafiarlo pero además exhibirlo, cuando ví­a telefónica le pedí­a: “échame la mano. Estoy en España”.

Sabe que ahora el compromiso es mayor. Si el gobierno del estado no le cumple, entonces deberá de nuevo encabezar una protesta similar a la que escenificó hace una semana exactamente y, también, sabe que si no lo hace, su pueblo se le viene encima, sobre todo porque este domingo, fue recibido por Javier Duarte en casa Veracruz, según confirma la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del estado.