El otro regalo será para nosotros los xalapeños, que despertarán el año 2015 con un aumento en la tarifa de agua y un programa para regularizar la cartera vencida que incluirá cortes en diversas zonas de la ciudad.

El proyecto lleva semanas cocinándose entre los representantes de la empresa y funcionarios municipales, quienes exploran la posibilidad legal de no realizar una licitación internacional a fin de evitar competencia y estar en posibilidad de otorgar directamente la concesión a la empresa que tiene varios proyectos en Veracruz.

No obstante, de realizarse una licitación serí­a básicamente una simulación, toda vez que los altos funcionarios de la empresa cuentan desde hace meses con información privilegiada, de alto nivel, sobre todos y cada uno de los aspectos torales del organismo, lo cual viola diversos preceptos legales.

Odebrecht está invirtiendo actualmente en un complejo petroquí­mico denominado Etileno XXI en el sur de Veracruz, asociada con la empresa mexicana IDESA. Los inversionistas han manejado la cifra de 2,500 millones de dólares como monto de su inversión, lo que ha generado una influencia importante de la transnacional en diversas esferas de poder veracruzano.
Además, el grupo brasileño ha anunciado diversos proyectos de inversión en otros sectores y que, sin embargo, no se han realizado: etanol y construcción de una mega presa para abastecer de agua a la ciudad de Xalapa.

El interés de esta empresa por apoderarse del abastecimiento del agua en la zona de la capital veracruzana, entonces, no es nuevo.

El año pasado, el Congreso estatal autorizó al gobierno del estado la firma de un contrato de asociación con Odebrecht para construir una mega presa en el rí­o Jalcomulco. El proyecto fue básicamente un albazo: el Congreso no tení­a en su poder proyecto ejecutivo, ni manifiesto de impacto ambiental ni se habí­an realizado las consultas públicas que marca la ley, según advirtieron en su momento diputados de oposición. Pese a ello, el proyecto fue aprobado y defendido además, por los diputados prií­stas de Xalapa, uno de ellos, el hoy alcalde, Américo Zúñiga quien pretende obsequiar la concesión a Odebrecht.

Zúñiga fue uno de los oradores que defendió el proyecto de construcción de la presa, proyecto que finalmente no prosperó por la reacción social adversa que generó.

Pese a que la oposición se quejó públicamente de que no contaba con información sobre el proyecto, Zúñiga poseí­a detalles sobre las presuntas bondades de concesionar un afluente a una empresa extranjera, en asociación con el gobierno, para aprobar en un dí­a un proyecto que comprometí­a los recursos naturales del estado y el futuro de la capital.

No obstante, las ligas del alcalde con la empresa brasileña no terminan ahí­. Su hermano, Guillermo Zúñiga Martí­nez, es comisionado de la Comisión Reguladora de Energí­a, uno de los sectores en donde el consorcio brasileño es jugador relevante.
Además de producción petroquí­mica, Oderbrecht tiene inversiones en generación de energí­a eléctrica, tanto de etanol como a partir de recursos hidráulicos. El nombramiento de Guillermo Zúñiga Martí­nez fue aprobado por el Senado en el año 2013, el mismo año en que su hermano defendió la construcción de la presa por la empresa brasileña.

El alcalde de Xalapa, Américo Zuñiga Martí­nez, ha estado preparando cuidadosamente esta operación. Ordenó la creación de una comisión para ofrecer toda la información, incluso la confidencial, que requirieran los representantes de la transnacional. Posteriormente, de manera sorpresiva se nombró a José Luis Hernández López como presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en Xalapa. Hernández López es, nada menos, que el lí­der de los trabajadores sindicalizados de la CMAS. Su nombramiento fue una sorpresa para los cuadros dirigentes del PRI. Al mismo tiempo, Zúñiga Martí­nez impulsó en el cabildo a Silem Garcí­a, uno de sus operadores de confianza, precisamente como regidor del agua. Garcí­a se ha ostentado como el hombre fuerte de la Comisión y ahora diversas fuentes lo ubican como uno de los cabilderos del tema para obtener una aprobación expedita.

El proyecto de Odebrecht contempla maximizar la utilidad a través de aumentos de tarifas, medición, recorte de personal y suspensión del servicio. Al momento, no cuenta con un plan de inversiones propias, por lo que la empresa trabajarí­a en su caso exclusivamente con recursos públicos. Con ello, se confirmarí­a que, o hay una incapacidad de los actuales directivos de la Comisión para administrar profesionalmente el organismo o bien se trata, efectivamente, de un regalo a una empresa extranjera para privatizar el agua