presidente Enrique Peña Nieto con el secretario de Comunicaciones y los gobernadores de Puebla y Veracruz en una camioneta para que al dí­a siguiente, caray, la autopista fuera cerrada por fallas técnicas…Y es que, de plano, por todos lados constituye una ofensa, digamos, a la dignidad constitucional y a la república en pleno que una carretera se haya tardado casi cuatro sexenios para ser terminada… Incluso, tampoco se vale que los señores priistas inculpen a los doce años del panismo presidencial con Vicente Fox y Felipe Calderón del atraso de la dichosa autopista, pues antes tuvieron un sexenio con Carlos Salinas y otro con Ernesto Zedillo para concluirla y ni así­… Es más, con toda la prudencia y la cordura polí­tica del mundo, ene millón de veces que la autopista hubiera sido habilitada para funcionar sin ningún escándalo imperial y faraónico, incluso, solo publicando una información en los medios avisando que ya estaba disponible… Y es que en tales hechos y circunstancias, cuando los polí­ticos se cortaron las venas diciendo que la autopista Tuxpan/México estaba terminada, sólo generaron el rechazo popular ante tantos y tantos años de protagonismo, anunciando en cada sexenio que serí­a terminada… Y más, mucho más, como en el caso del Túnel Sumergido de Coatzacoalcos que fuera iniciado con el góber fogoso, Fidel Herrera, y todaví­a ahora sigue inconcluso, y aún peor, en medio del desbarajuste administrativo que llevara al secretario de Infraestructura y Obra Pública, Gerardo Buganza, a gritar a los cuatro vientos en la LXIII Legislatura que demandarí­a a sus antecesores, cuando todo ha quedado en cacayacas…

BALAUSTRADAS: La desfachatez con que fue inaugurada la autopista podrí­a explicar, por ejemplo, lo que está ocurriendo en el Veracruz de Buga… Un caso, la autopista de Tuxpan a Tampico Alto, anunciada con tanto bombo y platillo el primero de diciembre, 2010, como la gran obra del sexenio y que, incluso, despertara la irritación social de los constructores del norte de Veracruz, argumentando que la Si la construcción de la autopista Tuxpan/México demoró casi cuatro sexenios, lo mismo estarí­a ocurriendo con un montón de obras públicas en el estado de Veracruz obra habí­a sido entregada a un arquitecto foráneo… Otro caso, la ene millón de veces anunciada autopista de Boca del Rí­o a Antón Lizardo, llamada la autopista de la rivera jarocha, y que sigue igual, es decir, en ceros, y en la que tanto se treparon con petardos el exalcalde de Boca del Rí­o, Salvador Manzur Dí­az, y el diputado local, Raúl Zarrabal Ferat, además de que el góber fogoso inició la cantaleta con tanto, tantí­simo acierto que un empresario inmobiliario con ascendencia árabe, Antonio Hanna, andaba promoviendo convertir Antón Lizardo en el municipio número 213 de Veracruz, autodestapándose como el primer alcalde… Otro caso, la autopista de Xalapa a Córdoba, que ha sido tantas veces cacareada que de plano parece una vacilada, al mismo nivel, por ejemplo, que los enunciados futuristas de que Veracruz será el Houston de México y la Arabia Saudita de América Latina y el puerto logí­stico más importante de América Latina y una potencia económica y turí­stica mundial y el lí­der del turismo de aventura en el continente latinoamericano…

ESCALERAS: Otro casito, el libramiento de Paso del Toro iniciado en el fidelazgo con tanta euforia que, de acuerdo con las versiones de los vecinos, la presidenta municipal de entonces, la oaxaqueña Carolina Gudiño Corro, anduvo comprando un montón de terrenos a través de su padre, el ahora diputado local suplente de su hijo, para entrar de lleno a la especulación urbana… Otro casito, el Hospital Pediátrico de Veracruz, que fue anunciado como terminado; pero que la empresa constructora antepusiera su entrega al pago inmediato de la deuda pendiente… Otro casito que estarí­a corriendo el mismo destino que la autopista Tuxpan/México serí­a el Hospital Civil de Boca del Rí­o, que fuera inaugurado y sólo funciona para consultas externas… Por eso, y cuando la autopista estuvo a punto de mudar en un gran elefante blanco constituye una vergí¼enza la desfachatez con que fue cortado el listón, pues aquí­, en la tierra jarocha, está ocurriendo el mismo fenómeno con una serie de obras públicas pendientes, en el limbo… Lo peor del asunto es que los secretarios de Infraestructura, antes SECOM, que han caminado por la dependencia (Gerardo Buganza, Raúl Zarrabal jr., Francisco Valencia y Guillermo Herrera) también han defraudado la confianza del jefe máximo, sin que en su momento el ORFIS (Órgano de Fiscalización Superior) y la Comisión de Vigilancia del Congreso local y el Congreso en pleno, corresponsables de lo que está ocurriendo, hayan emitido un veredicto… Por el contrario, guardaron silencio…