Tres años de impunidad
•Reportero desaparecido
•Gabriel Manuel Fonseca
PASAMANO: El 17 de septiembre, 2011, primer año del duartismo, apenas iniciada la noche, el reportero de la fuente policiaca del periódico “Diario de Acayucan”, Gabriel Manuel Fonseca, fue levantado frente a la oficina de la comandancia policiaca, donde día y noche estaba pendiente de los últimos acontecimientos de sangre, robos y asaltos... Gabriel fue secuestrado por una camioneta de la que bajaron unos pistoleros y lo treparon, al mismo tiempo que se llevaban a un trabajador de un puesto de hot-dogs con quien platicaba
Luis Velázquez
De entonces a la fecha, y no obstante las marchas exigiendo su regreso a casa, vivo y sano, y a pesar de que los compañeros reporteros de Acayucan se han organizado para tocar puertas, incluso, ante la llamada Comisión Estatal de Protección a Periodistas de los Namikos, la respuesta en todos los casos ha sido la misma, es decir, el silencio, la indiferencia, la apatía, el chorizo, la impunidad… Gabriel era el sostén de sus padres, ya ancianos, y en donde el papá trabajaba de lustrador de zapatos en la banqueta de una esquina comercial, pues el gremio bolero del parque de Acayucan siempre le prohibió el paso, porque significaba una competencia ante, digamos, la poca demanda… Así, y con el plagio, los padres quedaron a la deriva y por ahí, alguna vez, los Namikos, en alianza con la dirección de Comunicación Social del gobierno de Veracruz, hablaron de obsequiarles una casita a los padres; pero apenas, apenitas llegaron a unas láminas, de aquellas que el entonces secretario de Desarrollo Social, Marcelo Montiel Montiel, y el director del DIF, Juan Antonio Nemi Dib, obsequiaran a los indígenas de Mixtla de Altamirano para salir de la pobreza, según dijeran ellos mismos…
BALAUSTRADAS: En repetidas ocasiones el gremio reporteril cabildeó ante los Namikos y la Secretaría de Seguridad Pública la investigación sistemática y exhaustiva del secuestro de Gabriel Fonseca y, bueno, de pronto han transcurrido tres años, y ninguna duda existiría de que el expediente ha sido archivado porque, primero, otros casos escabrosos se han integrado a los anteriores, incluso, en peores circunstancias, con las fosas clandestinas, el río Blanco convertido en el panteón más extenso de los carteles y los Se cumplen tres años del secuestro del reportero de Acayucan, Gabriel Manuel Fonseca, de 18 años, y por más caminatas de protesta y cabildeos ante autoridad, el silencio… el silencio que huele a impunidad pozos artesianos en la ruta de Omealca a Tezonapa, en los límites con Oaxaca, y en donde en las últimas horas ejecutaron a un par de líderes cañeros… Así, y con tantas caminatas de familiares de desaparecidos, ni modo, y por desgracia, el expediente de Gabriel Fonseca duerme el llamado sueños de los justos, y por tanto, y como han transcurrido 36 meses, ninguna esperanza hay de que el caso sea esclarecido… Será, pues, uno más de los que han parado en el archivo de la ignominia (el basurero de la historia le llamaban en el marxismo-leninismo), como de igual manera muchos más también engrosarán tales filas… Por eso, y recordando en el tercer aniversario al compañero desaparecido en Acayucan, por cierto, de apenas 18 años de edad, una vez más queda comprobado y manifiesto que la Secretaría de Seguridad Pública, la Agencia de Investigaciones y la Procuraduría de Justicia han llegado al principio de Peter, pues los hechos y las circunstancias los han rebasado… Lo terrible y espantoso es que los padres del imberbe reportero quedaron al garete, sin un ingreso fijo y estable, y sabrá Dios su destino actual…
ESCALERAS: El mismo destino ha sido, no obstante, para el resto de trabajadores de la información secuestrados, desaparecidos, ejecutados, decapitados y tirados en la vía pública en el transcurso del sexenio jarocho que corre… Noel López Olguín, Miguel íngel López Velasco, Misael López Solana, Yolanda Ordaz de la Cruz, Gabriel Fonseca, Regina Martínez Pérez, Gabriel Huge, Guillermo Luna, Esteban Rodríguez y Víctor Báez… Además de la esposa de López Velasco y de la secretaria de un periódico, Irasema Becerra… Pero además, de los otros reporteros desaparecidos, a saber, Cecilio Rodríguez Domínguez y Sergio Landa Rosado… De cara a la historia inmediata, sus crímenes han quedado impunes, como de igual manera los asesinatos de los reporteros Luis Daniel Méndez Hernández, Roberto Marcos García y Hugo Barragán Ortiz, y del magnate periodístico, Raúl Gibb Guerrero, acontecidos en el sexenio de Fidel Herrera… Un Veracruz, pues, impune, como también impunes están los 650 habitantes de Veracruz, de los cuales 144 son menores de edad, desaparecidos en el transcurso del sexenio que corre y el anterior… Ni hablar, muchas, demasiadas injusticias se han cometido y los vientos son adversos para animar y reanimar la esperanza de un mundo justo y equitativo… Por eso, cientos de familias pudientes han emigrado de sus pueblos a otras entidades del país y hasta del extranjero (35 mil asegura el investigador de la UV, Rafael Vela Martínez), porque para ellos seguir viviendo en Veracruz significaba un infierno y una pesadilla, por más que la tierra jarocha sea declarada el Houston de México y la Arabia Saudita de América Latina y el puerto logístico más importante del continente americano (Érik Porres Blesa) y la entidad con la mejor vainilla del mundo (Emilio Martínez de Leo)…