Fracasaron los perritos cuidando la casa y también fracasó el candadito, de igual manera como en otros tiempos fracasó el foquito de la casa prendido en el garaje para espantar a los ladrones.

Ahora, ahí­ viene la Fuerza Civil, mientras otros, los panistas, por ejemplo, con Pepe Mancha y Domingo Bahena al tomar posesión del CDE del PAN, piden la Gendarmerí­a.

Total, que tres años con nueve meses y 16 dí­as se vive un infierno llamado Veracruz y la vida cotidiana está prendida de alfileres.

Y como dijera una cartulina en la caminata por la niña de Coatzacoalcos, Karime Alejandra, hoy me secuestraron; pero mañana pueden secuestrar a tu hijo.

Así­, nadie dudarí­a de la Fuerza Civil, cuando todaví­a ni se ha puesto en marcha; pero al mismo tiempo hay demasiada suspicacia y perspicacia con tantos experimentos fallidos.

Y más, por lo siguiente: si hay muertos, secuestrados, desaparecidos y ejecutados, y robos en casas habitación y asaltos a negocios, entonces, de plano las corporaciones policiacas han sido rebasadas, y/o en todo caso, desde el poder policiaco y policiaco los delincuentes están protegidos.

Y es que, por ejemplo, ni modo que los policí­as desconozcan el tinglado operativo de los malosos.

Por el contrario, el contribuyente está seguro, cierto, de que entre unos y otros se conocen, como por ejemplo, los polí­ticos y los reporteros y los empresarios y las barbies están informados unos y otros de sus secretos e intimidades, pues arrieros somos y en el camino andamos.

TIEMPO NUBLADO Y TURBULENTO

El secretario de Seguridad Pública alardea que la llamada Fuerza Civil está certificada por el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Y que los dos mil nuevos súper policí­as aprobaron los exámenes de control y confianza.

Y que todos ellos fueron entrenados por el Ejército y la Marina.

Y que tienen una mejor capacitación y mejor equipo y mejores salarios.

Y que son incorruptibles.

Bueno, ante los soldados y marinos, el Fracasaron las policí­as. Fracasó el Veracruz seguro. Fracasó el Blindaje. Fracaso el perrito y el candidato. Fracasó El Vecino Vigilante. Ahora, ahí­ viene la Fuerza Civil ciudadano común y sencillo y el contribuyente se queda el sombrero y se inclina reverente.

Y no obstante muchos meses después ahí­ está el saldo en la tierra jarocha. Un infierno.

Una pesadilla. Un tiempo nublado. Turbulento. Volcánico. Avasallante.

HILOS QUE CONDUCEN A VERACRUZ

Nadie resta mérito a los soldados y marinos. Han limpiado una parte de Veracruz.

Pero, al mismo tiempo, por aquí­ detienen a una banda delincuencial y en automático aparecen más, mucho más, sembrando el terror y el horror, al grado que hasta niñas son secuestradas y asesinadas y sepultadas en fosas clandestinas.

Es más, los pelos se erizan ahora cuando Rogelio González Pizaña, El Kelí­n o Z-2, quien fuera lugarteniente del cártel del Golfo y fundador de Los Zetas, fue liberado porque quedó absuelto de los delitos de delincuencia organizada y homicidio (El Universal, 14 de septiembre, 2014).

Y más ahora “cuando Maxiley Barahona, El Contador o El 19, quien según la PGR estuvo a cargo de las operaciones de Los Zetas en Veracruz, Tabasco y Chiapas, se perfila como el jefe máximo para ocupar el cargo que en los años 90 desempeñaba Osiel Cárdenas Guillén, El mata amigos, exlí­der del Cártel del Golfo y quien creara a Los Zetas como su escolta personal” (La jornada, Gustavo Castillo Garcí­a, 14 de septiembre, 2014).

Y es que, bueno, tales hilos conducen a Veracruz.

¿Podrá la Fuerza Civil de la Secretarí­a de Seguridad Pública estar lista para enfrentar los vientos borrascosos rasgueando las puertas de la tierra jarocha?

CONFLICTOS DE ALCALDES CON SUS PUEBLOS

En el transcurso del sexenio varios experimentos han sido probados y desechados en materia de seguridad, como si se tratara de un laboratorio estudiantil para ver el resultado.

La realidad es que la mayorí­a de alcaldes, por ejemplo, mantienen graves conflictos con sus pueblos, porque la vida se ha vuelto incierta.

Y, bueno, de seguir así­, los escenarios están llenos de malos presagios.

Uno. Un pueblo harto de la inseguridad (además de la miseria y la pobreza y la jodidez, y el desempleo, y los salarios de hambre y la pésima calidad educativa y de salud) terminará sublevándose más. Y por tanto, digamos, puede vengarse en las urnas en contra del partido en el poder.

Dos. Quizá, acaso, un pueblo harto pudiera manifestarse en la calle y en la avenida marchando, irritado, inconforme, molesto.

Tres. Un pueblo harto podrá de igual manera declararse en huelga de impuestos, en la inteligencia de que en ningún momento rechaza cumplir con el tributo, sino a partir de que la elite polí­tica en el poder garantice a plenitud el significado de un Estado de Derecho.

Cuatro. Un pueblo harto terminará decepcionado y desencantado más, mucho más de lo que ya está en Veracruz… de la elite gobernante.

Y aun cuando a “Los niños infieles” les vale un comino el destino común de los 8 millones de habitantes de la tierra jarocha, tarde o temprano el desencanto ciudadano tumba y descarrila a los imperios polí­ticos más sólidos.

TIPS PARA VIVIR MEJOR

Como zócalo del DF, blindado en Xalapa centro de la ciudad. Pa'Los tigres del norte.
Marchan lésbicos-gay. Basta de crí­menes. 25 gays ejecutados en Veracruz.
“Justicia no es pareja” dice obispo Eduardo Patiño sobre crí­menes en Córdoba.
Saqueará piedras para sus obras Paco Gutiérrez de Alto Lucero. Permiso de Paquita la del barrio.
Denuncian vecinos de Xalapa: “zona de asaltos cerro de Mácuiltepec”.
Clama cúpula eclesiástica de Veracruz mejor calidad de vida. La inseguridad, ya se sabe.
Regresan Caballeros Templarios a Michoacán.
Habilitados como refugios hoteles en Cabo San Lucas.
Atrapan banda de ladrones en Azueta. Pero se fugan dos. Eran cuatro.
Por grito patrio anuncian aumento en tarifas de taxis en Veracruz.
Abogados de Cardel se sublevan. Formarán comisión de derechos humanos.
Antes de nacer, Fuerza Civil de Bermúdez está politizada.