Ajá.

Se refirió, pues, a las guardias de las colonias Albatros y La Herradura, donde unos malandros asesinaron a un sordomudo y en donde todos sus pares se sublevaron en contra del secretario defeño.

Pero, bueno, el gustazo poco le habrí­a durado porque el mismo dí­a el gobernador dijo en Xalapa que por ningún momento se descartaba la entrada a Veracruz de la Gendarmerí­a del presidente Enrique Peña Nieto, que es igualita a la Gendarmerí­a del gobierno español, igualita a la Gendarmerí­a colombiana, tiempo aquel cuando combatieron a Pablo Escobar Gaviria.

Y el gustazo habrí­a durado poco al titular de la SSP porque ya andaba feliz con la llamada Fuerza Civil, un remedo de la Gendarmerí­a, luego de que su estrategia de que cada familia de Veracruz se comprara un perrito para garantizar la seguridad en la vida y en los bienes fracasara por completo y terminara en la chunga y el pitorreo en un pueblo, como el jarocho, con bilirrubina para tales cositas.

II

La primera autodefensa en la tierra jarocha apareció en la comunidad “El inglés”, en Tlalixcoyan, y dí­as después el secretario General de Gobierno, Érick Lagos Hernández, citó a su dirigente en el palacio de Xalapa, seductor de serpientes que es, tratando de copiar a su padre putativo, el fogoso, recurrió a la estrategia infalible: “En polí­tica lo que se compra con dinero… sale barato”… y gracias a tal fórmula milagrosa conjuró la presunta sublevación indí­gena.

Luego, mudaron al “Vecino vigilante” que apareciera La nueva chamba del secretario de Seguridad Pública en Veracruz es crear guardias vecinales en cada pueblo, luego de que el perrito fuera insuficiente para combatir a los malandros en las ciudades de Veracruz, Boca del Rí­o y Xalapa.

Y cuando tal fenómeno social llegó a Coatzacoalcos, el presidente municipal, el montielista Joaquí­n Caballero Rosiñol, los cooptó por completo y los hizo suyos.

Incluso, hasta nombramiento les dio, quizá, acaso, con un subsidio mensual para operar.

Ahora, ya se sabe que la nueva chamba del secretario de Seguridad Pública es crear guardias de vecinos.

Y de su definición y utilidad social dice el titular de la SSP: “Las llamarí­a Policí­a en tu colonia o Vecino vigilante, es lo que estamos haciendo. Son guardias en compañí­a de la policí­a estatal. Nos hacen falta más policí­as”.

III

Las guardias vecinales de la SSP funcionan así­, como en el caso de la colonia Albatros en el puerto jarocho: con palos, machetes y cadenas en sus hogares para vigilar a los malandros.

Es decir, que con los palos, machetes y cadenas que los mismos vecinos compraron, algunos bates, pocos, excepcionales, perritos, pues el salario familiar es insuficiente, está funcionando el nuevo modelo de seguridad.

¡Enhorabuena!

De un batazo, por ejemplo, un maloso puede hasta morir. También de un machetazo.

Pero… y si de pronto, los malandros se rearman hasta con R-15 y bazucas, de ser necesario, que la astróloga de los Llanos de Sotavento cuide a todos.

IV

El camino al infierno está sembrado de buenas intenciones, como “El vecino vigilante”.

Pero del otro lado, los carteles y cartelitos están mejores armados.

Y, bueno, si con el Veracruz seguro y el llamado Blindaje Córdoba, Blindaje Coatzacoalcos, Blindaje Minatitlán, etcétera, ha quedado probada la incompetencia policiaca, poco, muy poco puede esperarse de la llamada Fuerza Civil, cuando está formada por unos dos mil elementos, en tanto los malandros son el doble, el triple, el cuádruple, sabrá Dios.

Por eso, la esperanza pudiera renovarse en los 8 millones de habitantes de Veracruz con la Gendarmerí­a…