Pero también, y por ejemplo, el senador Pepe Yunes Zorrilla, presidente de la Comisión de Hacienda.

Pepe Yunes, fiel a su carácter, temperamento, y forma de ser y actuar operó con un bajo perfil, pero según los trascendidos, un informe detallado aterrizó en Los Pinos para rendir cuentas del manejo de cada legislador.

Así­, el presidente Enrique Peña Nieto habrí­a hablado por teléfono con Pepe Yunes en tres ocasiones, cuando fueran aprobadas las reformas fiscal, hacendaria y energética, dado el resultado obtenido con su cabildeo.

Claro, operó en común acuerdo con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, su condiscí­pulo en el ITAM, como también lo fuera el subsecretario de Hacienda, el jarocho Fernando Aportela, José Antonio Meade, secretario de Relaciones Exteriores, y el senador panista, Ernesto Cordero, entre otros.

Se dirá, por ejemplo, que se trató de una mera cortesí­a polí­tica del presidente con el senador, como también se habrí­a comunicado con otros, David Penchyna, presidente de la Comisión de Energí­a, pero, bueno, el hecho manifiesta el estilo personal de gobernar del huésped principal de Los Pinos.

Y al mismo tiempo, habla de la decencia con que el presidente trata a sus operadores, y lo que resulta inusual, pues es infrecuente cuando, además, la presidencia imperial es imperial y faraónica, como lo ha descrito el historiador Enrique Krauze.

Y es que mientras algunos gobernadores de la república, por ejemplo, tienen fama pública de un trato irrespetuoso con el gabinete legal y ampliado, incluso, hasta con groserí­as y mentadas de madre y padre, y menosprecios, groserí­as, manoteos innecesarios, ceses fulminantes, en el presidente hay decencia.

LOS CAMINOS DE DIOS

Si algún polí­tico de Veracruz ha caminado ahora con vientos favorables por todos lados es Pepe Yunes.

Con ningún otro se concitan, por ejemplo, las relaciones sociales y polí­ticas que datan desde hace más de 20, 25 años, como es su caso con sus condiscí­pulos en el ITAM.

Pero, además, resulta indicativo que en un salón de clases del siglo pasado existieran un aproximado de entre 40 a 50 alumnos y que Pepe haya coincidido en su relación estudiantil con Videgaray, Meade, Cummings y Cordero, entre otros.

Parece que eran ellos un grupo de 7. El G-7 del ITAM, Esté donde esté Luis Videgaray Caso a su lado estarán sus amigos desde el ITAM, entre otros, el jarocho Fernando Aportela, José Antonio Meade, Ernesto Cordero y Pepe Yunes Zorrilla que ahora están en la pasarela polí­tica, encabezados por Videgaray, de cara al peñismo y de cara al futuro inmediato.

Y, sin embargo, el senador que iniciara como presidente municipal de su pueblo, Perote, a los 26 años de edad, nunca, jamás, alardea, como otros, de tales amistades, pues sabe, está seguro, consciente de que los amigos son parte de la familia y, por tanto, en su lógica, nadie anda en el mundo cacareando tales prebendas.

Ni menos, mucho menos, vive obsesionado con publicar en la prensa escrita la foto pagada al lado del secretario o del presidente de la república o de reuniones polí­ticas donde por azar suelen coincidir los actores polí­ticos, sociales y económicos.

Nadie, pues, escuchará a Pepe Yunes alardear. Ni siquiera en la conversación privada con los amigos. Tal es su carácter y de tal forma ha caminado en la vida y la vida le ha funcionado así­.

Y más, porque en todo caso se trata de una circunstancia generacional, cuando todos ellos se descubrieran y re-descubrieran en el ITAM.

Por ejemplo, bien pudo Yunes Zorrilla caminar de Perote a la facultad de Leyes de la Universidad Veracruzana. Quiso el destino se fuera a la ciudad de México. Y allá se enroló en otro barco como tripulante en un grupo que ahora está en el poder polí­tico.

EL CABILDERO DE SUS AMIGOS

Está claro: la suerte polí­tica del senador está al lado de Luis Videgaray. En el gabinete legal y ampliado del peñismo es su sello y caracterí­stica. “El fierro” dirí­an en el rancho San Julián.

Por eso mismo resulta indicativo que sea el presidente de la Comisión de Hacienda, cuando Videgaray es secretario del ramo.

Y cuando, además, se han dado las grandes reformas del peñismo.

Y, por tanto, si Videgaray tiene el legí­timo derecho de picaporte en Los Pinos, Videgaray es algo así­ como el secretario de Relaciones Exteriores, el cabildero, el gran operador del resto de sus amigos (Aportela, Meade, Cummings, Cordero, incluso, y Yunes Zorrilla, entre otros) ante “el preciso”.

Además, el titular de Hacienda tiene con Peña Nieto su proyecto polí­tico, de cara al presente y de cara al año 2018, cuando llegue la hora de la transición.

Esté donde esté Videgaray, ahí­ estará Pepe Yunes.

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