Están fritas Ana Guadalupe y la Gudiño
•Ninguna será candidata a diputada federal. Sus jefes y padrinos, Duarte y Fidel, tienen corto circuito en Los Pinos
De acuerdo con la bruja de los Llanos de Sotavento, ni Ana Guadalupe Ingram ni tampoco Luz Carolina Gudiño Corro serán candidatas a diputadas federales en el año 2015.
Por una sola razón política: sus padrinos, Javier Duarte y Fidel Herrera, son cartuchos quemados en Los Pinos.
Y el próximo Congreso de la Unión será el primero del presidente Enrique Peña Nieto, quien necesita una Cámara Baja a modo para amacizar sus reformas estructurales y leyes secundarias.
Y ni modo de exponerse a una derrota en las urnas en cada región del país.
Y más como en el caso del par de barbies.
Luis Velázquez
La Gudiño, por ejemplo, ya fue diputada local y federal y dejó inconclusas el par de curules, y por tanto, la ciudadanía se vengará en las urnas contra su irresponsabilidad política, además de censurar su política trapecista de brincar de un cargo público a otro.
Y en el caso de la Ingram, abandonaría a la mitad del río la diputación local para volverse candidata a diputada federal, lo que ocasionaría un agravio, una molestia y una irritación en la población electoral, y por tanto, engendraría el rechazo, por más billete, digamos, que le metieran a su campaña desde la Secretaría de Finanzas y Planeación de Mauricio Audirac Murillo, un experto en tales menesteres.
Más aún si se recuerda que Ana Guadalupe firmó ante un notario público de Alvarado que por ningún concepto dejaría la curul local a medias, sino por el contrario, terminaría el periodo constitucional.
Y, bueno, la parte negra de sus vidas las conoce el CISEN, Centro de Información de Seguridad Nacional, y brinca como un meteorito cayendo en Los Pinos.
El foco rojo, sin embargo, se enciende más a partir de los padrinos de una y otra. Duarte, Ana Guadalupe, y Fidel Herrera, la Gudiño.
MADREA ANA GUADALUPE A LA GUDIÑO
La Ingram, por ejemplo, pretende apantallar a la población electoral publicando fotos sonriendo con el presidente Enrique Peña Nieto y con César Camacho Quiroz, el presidente del CEN del PRI, para enviar un mensaje de que está bien con los “precisos”.
Bueno, en tiempo del internet, todo es posible. Por aquí aterriza en la tierra jarocha un funcionario público federal, la Ingram sale corriendo, bien vestidita y arregladita atrás de ellos para tomarse la foto que luego paga en la prensa escrita y también trepa en las redes sociales.
Además, claro, de alguna otra estrategia publicitaria a la que recurriera.
Pero con tales acciones nadie se convierte en una figura competitiva para un partido ni tampoco garantiza que con su nominación gane en las urnas.
Y más como en el caso de Ana Guadalupe que ha cometido un error de pubertad: desesperarse ante la posibilidad de que la Gudiño le gane el mandado, y por tanto, pide a los suyos la madreen con marchas, ruedas de prensa y cabildeos y en las redes sociales.
MAL FARIO
Con todo, en el año 2012, Duarte entregó malas cuentas a Enrique Peña Nieto cuando en Veracruz, tercera reserva electoral de la república, perdió la elección presidencial ante Josefina Vázquez Mota.
Y Fidel Herrera tiene un tache con Peña Nieto, primero, el asesinato de los 4 escoltas de sus hijos vacacionando en el puerto jarocho, la Gudiño alcaldesa, y segundo, cuando en el 2012, el ahora presidente extendió las manos al “Tío” que se soñaba candidato presidencial y lo dejó plantado.
Y tales hechos en ningún momento se olvidan en un país donde el jefe del Poder Ejecutivo Federal reproduce la presidencia imperial y faraónica.
Por eso mismo, algunos observadores priistas sienten que, bueno, Duarte tendría quizá alguna concesión para nombrar un candidato, por ejemplo, Antonio Tarek Abdalá para el distrito de Cosamaloapan, y en contraparte, el góber fogoso tendrá tache en todo y para todo.
La bruja de los Llanos de Sotavento podrá equivocarse. Pero por ahora, salvo un milagro, la Ingram y la Gudiño tienen mal fario.
Y más, porque la Ingram sueña con la diputación federal camino a la alcaldía jarocha, es decir, la pura ambición política, social y económica, mientras a la Gudiño ha dejado de irrigar el cerebro, creyendo que será la primera gobernadora de Veracruz.