El favorito de palacio
•De un ratito a la fecha, el senador Héctor Yunes Landa siente vientos favorables desde la elite duartista de cara a la elección de gobernador en el año 2016
•El mensaje críptico de Peña Nieto
•Buena química entre el trío de senadores de Veracruz
El senador Héctor Yunes Landa siente que por vez primera los vientos políticos que soplan son favorables.
Por ejemplo.
Luis Velázquez
El otro día lo sintió en un evento público donde concitaron el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Javier Duarte.
Al término de la ceremonia, Peña Nieto lo registró en el presídium a lo lejos y se descolgó para el saludo, seguido por el góber.
“Disculpa, no te había visto” le dijo, en tanto Duarte lo miraba con la cara sonriente, asintiendo con la cabeza.
Un día fue a Tuxpan, en el norte de Veracruz, la tierra de Alberto Silva Ramos, el vocero próspero. Y estando allá “El cisne” mudado en “Pavo/real” como él mismo se proclamó, le envió un tuit deseándole una buena estancia y asegurándole que todo saldría bien.
Y en efecto, al día siguiente la prensa escrita reseñó su periplo a 8 columnas, en portada. “Sentí la mano de Alberto” habría dicho a su equipo.
Uno que otro secretario del gabinete legal del duartismo también le ha enviado frases, palabras afectivas por el celular. “Aquí, pendientes” le han dicho.
Es más, el góber estaba de vacaciones en los días de asueto escolar, y desde alguna región del continente le envió un mensaje invitándole a comer en su departamento del edificio “Pelícano”, donde se hallaron días después.
24 horas después, Érick Lagos Hernández, secretario General de Gobierno, le enviaría un mensaje a su cel, diciéndole que, en efecto, la decisión de la comida había sido del góber, él mismito, sin cabilderos ni personeros, nomás para que estuviera enterado y a nadie debiera el favor.
Antes, por ejemplo, se habría reunido a tomar café con el góber y siempre salían ríspidos, cada quien, digamos, midiendo fuerzas, sin que nadie cediera.
Ahora, pareciera que el cortocircuito ha sido relevado por una química aceptable. Cuando menos, por ejemplo, si en ningún momento puede sentir que lo ayudan, tampoco percibe que lo bloquean… como antes.
Y, bueno, tal es ganancia.
HASTA “LOS OREJAS” YA SE FUERON
Incluso, siente que el bloqueo mediático de meses y semanas anteriores, y la rumorología política en Radio Pasillo ha sido suspendida. Por ahora, cuando menos.
Y así, siente, cree, está seguro que los vientos son favorables.
Por ejemplo, antes en cada evento donde aparecía de norte sur de Veracruz en automático llegaban los llamados “orejas”, aquellos policías habilitados como espías, teléfono celular con cámara fotográfica en mano para tomarle fotos a él y a los suyos.
Entonces, sangre árabe al fin, se enfrentaba a “los orejas” y les exigía le entregaran el celular y ordenaba a su equipo técnico que borrara todo.
Pero, además, se careaba con ellos, preguntando el nombre de su jefe, de su patrón, que los había comisionado.
Hoy, en cada evento busca a “los orejas” y han desaparecido, como allanando el camino.
El otro día, en un evento en el altiplano, Enrique Peña Nieto lo saludó a él y también a la titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) Lorena Martínez Rodríguez, originaria de Aguascalientes, y a quien el presidente dijo: “Amiguita, ya sé que vas bien en la encuesta. Necesitamos hablar”.
Y es que la titular de la Profeco se perfila como candidata a gobernadora de su estado natal.
Luego, Peña Nieto dijo a Héctor Yunes: “Vas bien. Te felicito”, en un lenguaje críptico, estilo de los políticos, donde insinúan con palabras a medias el mensaje cifrado.
UNIDOS LOS TRES YUNES SENADORES
En el Senado, su cabildeo por la reforma energética y sus leyes secundarias fue paralelo a la operación política del senador Pepe Yunes Zorrilla por, digamos, la reforma fiscal.
Y los dos merecieron el reconocimiento de su coordinador, el senador Emilio Gamboa Patrón, uno de los peñistas más cercanos.
Pero, además, en la Cámara Alta, Héctor y Pepe Yunes mantienen una relación política, familiar y amical fuera de serie, respetuosa, más, mucho más allá de lo institucional, donde cada parte respeta el trabajo político electoral de cara al 2016 en Veracruz.
Y lo importante, sin bloquearse entre ellos. Sin intrigarse. Ni tampoco distanciarse.
Incluso, Héctor Yunes ha dicho: “Yo necesito a Pepe”, como de igual manera Pepe ha dicho: “Héctor y yo nos complementamos”.
Pero más aún, el par de senadores priistas tiene y sostiene un puente tendido con el senador Fernando Yunes Márquez, sin que las pasiones malsanas se filtren entre ellos ni siembren la discordia y la disonancia.
Soplan, pues, vientos favorables para Yunes Landa. Pero el viaje todavía es muy largo. De aquí al 2016. Y es un camino sembrado de espinas…