Derrota anunciada
•Si el PRI se empeña en lanzar a Sergio Pazos Jr. como candidato a diputado federal por el distrito de Boca del Río el tricolor quedará colapsado
•Habrá un Oliver Aguilar Yunes dos...
El politólogo Carlos Ronzón Verónica define a la revelación priista, Sergio Pazos junior, como el “Oliver Aguilar Yunes” dos.
Por lo siguiente: Oliver perdió la candidatura a diputado local y federal, y Pazos junior camina por el mismo sendero.
Perdió la candidatura priista a la presidencia municipal de Boca del Río frente a Miguel íngel Yunes Márquez y, si como todo indica saldrá palomeado para la curul federal, otra vez perderá.
Primero, porque Boca del Río es feudo de los Yunes azules. Y ni modo que Miguel íngel Yunes Linares permita una
Luis Velázquez
derrota, pues de por medio está su candidatura a gobernador en el año 2016, por la de dos y/o por la de seis años.
Segundo, porque Pazos junior es un muchachito que podrá caer bien en sus reuniones sociales con sus iguales y pares; pero es un improvisado en política, sin un liderazgo social, sin arraigo, sin buena vibra con la militancia tricolor.
Por ejemplo, por aquí perdió la alcaldía desapareció del mapa, creyéndose un Mesías que de pronto baja a la tierra y las huestes rojas lo esperan con ansia.
Tercero, porque en la población existe un creciente hartazgo por el Veracruz que vivimos y padecemos y, por tanto, el descontento popular contra el partido tricolor y su elite priista se le revira, lo quema y lo incendia.
Cuarto, porque las huestes panistas le llevan mucho tiempo andado.
Y, bueno, si Oliver Aguilar fue nominado candidato por dedazo sólo por la amistad familiar con el gobernador, el caso de Pazos junior de igual manera se está repitiendo, como si estuviéramos en el siglo pasado del partido único y hegemónico.
La vida, pues, ha cambiado, y parece que en la cúpula del poder quedaron atrapados en la Edad de Piedra de la civilización política.
EL FOGOSO, CABILDERO DE LA GUDIÑO
Según las versiones, el góber fogoso vive obsesionado con imponer a su discípula predilecta, Carolina Gudiño, como candidata a la curul federal por el distrito de Veracruz urbano.
Pero la señora de Hugo Vázquez sembró demasiadas heridas en el camino edilicio y las hordas y tribus se las cobrarían.
Además, la candidata natural para tal posición es la diputada local Ana Guadalupe Ingram, amiga predilecta del gobernador.
Y, por tanto, algunos priistas advierten que, bueno, la Gudiño pudiera ser nominada para el distrito de Boca del Río, reproduciendo el modelo de Fidel Herrera en el sexenio de Patricio Chirinos Calero, cuando lo enviaron de candidato por el mismo distrito para ser derrotado por el azul Alfonso Gutiérrez de Velasco y, bueno, como “El tío” nunca ha perdido un volado en su vida… le ganó en las urnas.
Ahora, y de ser así, y como le dice Ana Guadalupe, el “pinche viejo cabrón” se convertiría en el operador y cabildero de su alumna, la Gudiño, para ganar.
Y si tal ocurriera, entonces, en automático acariciaría la posibilidad de que de la curul federal mudara como la primera mujer candidata a la gubernatura.
DUEÑOS DE LA PARCELA
Los tiempos políticos son para esperar.
Y más porque entretanto aquí en la tierra jarocha convertimos el pueblo “en un infierno grande” especulando sobre las candidaturas al Congreso de la Unión, en el CEN del PRI, en la Secretaría de Gobernación y en Los Pinos ni en cuenta.
Ellos, como dice Ronzón, están ocupados en otros asuntos nacionales y en su momento abrirán la página de tal libro.
Con todo, si el duartismo se empeña en otra oportunidad electoral para Sergio Pazos junior, la familia roja tendrá el Oliver Aguilar II y los Yunes azules seguirán como dueños de su parcela, desde donde partirán a la conquista de los 212 municipios en el año 2016.