Pactos entre enemigos
•Fidel Herrera y Yunes Linares habrían establecido acuerdos de manera secreta, discreta y clandestina, donde los hijos de Miguel íngel salieron beneficiados
•Pero, luego, la cuerda volvió a romperse
En los últimos 20 años, y más allá del odio y el resentimiento que han expresado de manera pública, los rivales Fidel Herrera y Miguel íngel Yunes Linares habrían pactado con...
Luis Velázquez
un bajo perfil en tres ocasiones.
Y hasta donde se sabe, si bien se conoce, uno y otro se doblaron por los hijos. Mejor dicho, por los hijos de Yunes Linares, donde el corazón del “Tío” de Nopaltepec se estremeció.
El último pacto fue en el año 2010, cuando en el Congreso local Fernando Yunes Márquez, ahora senador, cabildeó para que la Legislatura y la Comisión de Vigilancia y el ORFIS (Órgano de Fiscalización Superior) aprobaran fast track la cuenta pública de su hermano Miguel íngel como presidente municipal de Boca del Río.
Y, bueno, el góber de entonces era Fidel Herrera, quien autorizó tal concesión, quizá, acaso, sin esperar un reconocimiento de los Yunes azules.
El penúltimo acuerdo se habría dado en el año 2007, cuando el PRI ganó en la elección municipal 154 ayuntamientos, en tanto se quedó con 28 diputaciones locales.
En aquel entonces, Miguel íngel Yunes Márquez contendió por vez primera por la alcaldía de Boca del Río y de manera rara y extraña ocurrió que ganó en las urnas, cuando en el resto de la tierra jarocha el tricolor tuvo un arrastre fulminante tanto en los puestos edilicios como en las curules.
Y más, por lo siguiente: Fidel Herrera facilitó el camino a Yunes Márquez para ganar la alcaldía porque en contraparte nombró candidato al ex panista Adrián ívila, quien luego del cargo edilicio quedó desprestigiado y, por tanto, su candidatura se trataba de una renuncia anunciada.
Pero además, en los partidos políticos que se integraron en un bloque por Adrián ívila, el logotipo del PRI era el más chiquitico de todo, casi casi borrándolo del escenario, es decir, reduciéndolo a nada.
Y así Yunes Márquez se quedó con la presidencia municipal.
El antepenúltimo pacto y/o acuerdo fue en el año 2004, cuando Gerardo Buganza Salmerón fue el candidato panista a la gubernatura, teniendo como asesor a Miguel íngel Yunes Linares.
Entonces, y ante su inminente derrota, Buganza nombró a Miguel íngel Yunes Márquez candidato a diputado local por la vía pluri, con el visto bueno de Fidel Herrera.
AMORES PERROS Y APACHES
Incluso, se trataría una de las primeras concesiones del góber fogoso y gozoso a Buganza, pues en el resto del sexenio lo trató de maravilla para arriba, además de cargos públicos con salarios elevados para los bugancistas, con una serie de privilegios en negocios lícitos e ilícitos, quizá, para Buga.
Entre ellos, y como la fama pública lo registra (y que uno se registrar a creer) la concesión de los vinos “Buganza” en los eventos fidelistas, obra pública para la constructora de uno de sus amigos y la compra de patrullas policiacas, donde el negocio en ningún momento está en la venta del automóvil, sino en equiparlo.
Es más, el instante estelar de Buganza con el priismo, iniciado con Fidel, se multiplicó con Javier Duarte, cuando en un berrinche panista porque el CEN del PAN le otorgó la candidatura fas track a Yunes Linares (como a él se la otorgaron en el año 2004), renunció al partido azul, levantó la mano a Duarte como su candidato y fue premiado con la secretaría General de Gobierno y la secretaría (que fuera reformada y fortalecida) de Infraestructura y Obra Pública.
Incluso, en el trayecto de Fidel a Duarte fue cabildeada la posibilidad de una reconciliación entre Fidel y Miguel íngel, de tal forma que cuando Fernando Yunes Márquez y Jorge Carvallo Delfín eran diputados locales tendieron el puente para una reunión discreta, secreta y clandestina entre Duarte y Yunes Linares en un departamento que Carvallo tenía (¿tendrá aún?) en la avenida Vía Muerta, en Boca del Río.
Ambos habrían platicado a solas y suscribieron acuerdos. Pero de acuerdo con las versiones, Miguel íngel los habría roto para quedar bien con su candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, y que, acaso, quizá, habría llevado a la derrota de Enrique Peña Nieto.
Ni hablar, luego del flirteo y los pactos, los amigos que fueron quedaron muy raspados y 20 años después sus amores apaches y perros todavía son material noticioso.