El viaje del legislador pasó desapercibido, hasta que alguien filtró la información del éxodo del también médico general, que junto con su familia, recorre diferentes ciudades de España. La ubicación más recientes- pasado viernes- lo colocaba en Salamanca, visitando, lo que él dice son, sus orí­genes familiares.

La historia de Juan del Bosque, está plagada de traiciones polí­ticas que se remontan a su juventud estudiantil en la Universidad Veracruzana. En 1985 y en su calidad de vicepresidente del ya casi inexistente Consejo Estudiantil de Escuelas y Facultades de la Universidad Veracruzana, junto con José Antonio Teddy Palacios presidente de ese organismo estudiantil, traicionaron al resto de los presidentes de mesas directivas de la UV y amagaron al entonces rector Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, con paralizar las labores en la institución educativa, si no atendí­a los reclamos universitarios.

En esa época, las peticiones de los estudiantes se centraban en apoyos materiales, didácticos y mejoras en los planes de estudios. La amenaza de un paro general de estudiantes era casi una realidad. No obstante minutos antes de que venciera el plazo, el rector custodiado únicamente por el presidente y vicepresidente estudiantil, aceptó dar curso a las peticiones de los estudiantes, que al final nunca se cumplieron.

Pero antes, semanas antes, Juan del Bosque se encargó de recorrer la zona Córdoba- Orizaba para azuzar a los dirigentes estudiantiles y cuando logró tener el respaldo totalitario, vino la traición, junto con Teddy Palacios, negociaron prebendas personales y el movimiento estudiantil vino abajo.

Esos fueron sus inicios.

Su ingreso a la actividad polí­tica del distrito se desprende de la invitación que le hiciera el empresario radiofónico y exfuncionario del fidelato, Alonso Domí­nguez Ferraez. En el 2004, asume la candidatura a regidor primero en la planilla que por vez primera encabeza el PVEM en Orizaba, que a la postre perdiera frente al inexperto médico obstetra, Emilio Stadellman López, actual funcionario del gobierno próspero.

Sin embargo, entre los mismos integrantes de la planilla, era un comentario general las dudas de la lealtad del médico del Bosque. Más de uno aseguró que habí­a tratos, no con el candidato del PAN, sino con quien financiaba la campaña, el empresario automotriz Juan Manuel Diez Francos, “muchos dudábamos de Juan del Bosque, porque en el PAN sabí­an de las estrategias que harí­amos en la elección y eran muy pocos, entre ellos Juan del Bosque, los que conocí­an los detalles” revelarí­a uno de los operadores polí­ticos de ese entonces.

Tras la derrota en las urnas, Juan del Bosque se refugió en el equipo del expresidente municipal Martin Cabrera Zavaleta. Ahí­, el médico metido a polí­tico, aprovechó la influencia que el exalcalde aún tení­a en las colonias populares y logró tener el respaldo para participar en la integración del comité municipal del PRI. La traición vino, cuando encumbrado en la dirigencia priista, dio la espalda al exalcalde a quien incluso desconoció: “yo llegue al PRI, por mi trabajo polí­tico, por nadie más” habrí­a dicho.

Las alevosí­as prosiguieron, aunque tuvo que conocer, de nuevo, el sabor de la derrota. En el 2011, pidió el apoyo de Juan Manuel Diez Francos, para ser presidente del PRI en Orizaba, sin embargo la partida la ganó el entonces alcalde Hugo Chahin Maluly quien impuso a Martí­n Garcí­a Limón.

No obstante tuvo su premio de consolación: fue nombrado presidente distrital, cargo inexistente en el organigrama del PRI, desde donde impulsó la candidatura a la diputación federal del ahora alcalde Juan Manuel Diez, porque sabí­a que el empresario automotriz regresarí­a a Orizaba como candidato a alcalde.

En su encargo federal, Juan del Bosque, ha hecho del engaño su mejor arma. Los mismos alcaldes, en especial los de oposición al PRI, lo dicen. A finales del año pasado, se reunió con ellos, les ofreció “bajar” programas sociales para sus municipios, pero no les cumplió.

En este año, un selecto grupo de reporteros locales y estatales, fueron invitados por el legislador a un recorrido por la sede parlamentaria. Cuentan, los que ahí­ estuvieron, que la sumisión del legislador orizabeño ante la figura del coordinador de los diputados priistas, Manlio Fabio Beltrones, “ni a Juan Manuel Diez le tiene tanto miedo como a Beltrones” platicarí­a uno de los reporteros invitados al paseo.

En la misma visita, y en el salón “Veracruz” de la sede legislativa, el médico presumió la gestión de más de doscientos millones de pesos, para los municipios del distrito de Orizaba, “es un hecho histórico”, pero la declaración quedó en lo mediático, porque a la fecha los ayuntamientos de la zona, siguen en medio de la pobreza y con muchos problemas económicos.

“Nos vio la cara” dijera un ex presidente municipal.

Uno de los ejemplos de sus traiciones y mentiras, dirí­an los dirigentes del PAN en Rí­o Blanco, “son las declaraciones que ha hecho sobre la liberación de los recursos económicos para concluir el puente elevado en la congregación Vicente Guerrero. Juan del Bosque dijo que él los liberó, pero lo cierto es que fue el diputado Ví­ctor Serralde”, sin embargo la obra sigue detenida.

Hoy el diputado es noticia. La indiscreción de alguien cercano a él, provocó que se filtraran detalles de su viaje a España, en donde unos dicen pasea con su familia y otros que estudia un diplomado financiado por su coordinador Manlio Fabio Beltrones.

De hecho, la Cámara de Diputados, confirmó, ví­a electrónica, la ausencia del legislador priista en las sesiones del 28,29 y 30 de Julio, fechas en las que se aprobaron las leyes secundarias de la reforma energética.