Un reportero en cada jarocho
•Proliferan medios: Namikos
•Â¿Y de qué viven?
I
Si como dice el intelectual Héctor Aguilar Camín que en cada mexicano un priista Dios escrituró, entonces, en Veracruz, en cada familia han de tener un reportero.
Así, al menos se entiende releyendo la declaratoria de la presidenta de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (¡vaya nombre tan ostentoso!), Rocío Ojeda, cuando ha dicho que “cada vez que vamos a diferentes lugares del Estado hay muchísimos medios”.
Luis Velázquez
Lo dice, porque tienen como objetivo levantan un padrón de periodistas en activo de norte a sur de Veracruz y, bueno, es una tarea titánica porque luego de la migración, los carteles y la prostitución femenina y masculina, el periodismo sería acaso, quizá, el oficio más socorrido.
Por ejemplo, según el Plan Estatal de Desarrollo, hacia el mes de diciembre de 2010 existían 105 periódicos y revistas, más 50 periódicos digitales, más ene número de noticieros de radio y televisión.
Más, claro, una lista incalculable de “orejas” de palacio que se hacen pasar como trabajadores de la información para, digamos, su mejor desempeño como espías oficiales.
Sabrán los Namikos su razón de ser para levantar un padrón de reporteros. Quizá estén pensando con enviar una iniciativa de ley a la LXIII Legislatura para establecer (por decreto, aunque sea) un salario mínimo profesional obligatorio, pues ahora los sueldos oscilan entre 4 y 5 mil pesos mensuales y, además, sin las prestaciones sociales, médicas y económicas establecidas en la Ley Federal del Trabajo.
Acaso estén pensando que con el padrón identificarán a los trabajadores de la información en un Veracruz donde cada vez aparecen más políticos como dueños de medios y en donde, Según la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas “cada vez que vamos a diferentes lugares del Estado hay muchísimos medios”. ¿Y de qué viven? en contra parte, cada vez hay más familiares de los magnates de la información metidos a políticos.
Quizá, y siguiendo el modelo del alcalde de Coatzacoalcos, Joaquín Caballero Rosiñol, vayan a negociar con los presidentes municipales un lote para la casa del periodista en cada pueblo.
Y/o en todo caso, hasta para la donación de una unidad habitacional con casas de interés social para el gremio reporteril, pues en la mayor parte de los trabajos ni les otorgan el Seguro Social ni tampoco el derecho al INFONAVIT.
Pero, bueno, cada quien necesita su pelotita para jugar…
II
Nadie dudaría también que el objetivo de los Namikos sería, por ejemplo, inventariar y actualizar la lista del gremio reporteril para determinar con exactitud el número de medios.
Pero más aún, para conocer con exactitud, como investigadoras de la Universidad Veracruzana, que son Rocío Ojeda y Namiko, el número de medios que viven y sobreviven del subsidio mensual del gobierno de Veracruz.
Y, por tanto, conocer su trascendencia en cada poblado y región de Veracruz, y ver, en todo caso, si vale la pena el subsidio mensual de la Secretaría de Finanzas y Planeación para cumplir al pie de la letra con la comunicación social del gobierno del estado, pues tal Comisión es sólo un apéndice laboral del sistema político priista.
¿Tendría, además, otra finalidad •el padrón de periodistas en activo”?
¿Será, acaso, una forma irracional de gastar el presupuesto anual, de igual manera como se va en las investigaciones académicas que parecen marcianas?
III
De entrada, en la relación prensa/gobierno todo está dicho.
La Constitución Política habla, por ejemplo, de la libertad de expresión, que es atributo de todos los mexicanos, y de la libertad de prensa.
“El maridaje por conveniencia” entre los políticos y los medios de Veracruz está claro desde antes de la Edad de Piedra.
Pendientes, no obstante, está que el gobierno de Veracruz transparente y rinda cuentas del gasto millonario anual en los medios, y lo que los Namikos soslayan por conveniencia.
También evaden, por las mismas razones, la relación laboral de los trabajadores de la información, a muchos de los cuales, por ejemplo, han dejado en la calle y sin indemnización, como está ocurriendo con la cadena de los Heraldos, de los hermanos Sánchez Macías, ante el silencio de los Namikos.
También el silencio de los Namikos ante la impunidad de los 10 reporteros y fotógrafos asesinados, más los cuatro desaparecidos.
Pero en fin, cada quien camina en la vida con sus reality shows…