Otra vez Contralor
•El cacique de Pánuco
•Ligas con Javier Duarte
PASAMANO: El contador Ricardo García Guzmán regresa ahora en el último tramo del Duartismo a la Contraloría que desempeñara en el sexenio de Miguel Alemán Velasco... Por encima de todo, se trata de un reconocimiento a su, digamos, llamada institucionalidad, que en términos rancheros significa lograr el récord Guinness en disciplina, sumisión y vasallaje, según las circunstancias...De entonces a la fecha tuvo una excepción: con todo el odio y el
Luis Velázquez
resentimiento del mundo peleó con el diputado federal, Alejandro Montano Guzmán, el poderoso, poderosísimo secretario de Seguridad Pública en el alemanismo, quien al igual que Flavino Ríos Alvarado, secretario de Gobierno, llegaron a sentirse dueños de la candidatura priista a gobernador… Después, García Guzmán fue presidente municipal de Pánuco, con tanta fuerza política que, primero, heredó el cargo, como un buen cacique, a su hijo, a quien luego enseguida obsequió la diputación local… Incluso, hasta amenazó con desertar del PRI y afiliarse al PAN de Miguel íngel Yunes Linares, uno de sus amigos más cercanos, y con quien mantiene una relación permanente… Claro, cuando su hijo fue premiado con el par de cargos públicos se volvió más priista que nunca… Por alguna razón y como alcalde de Pánuco también se enfrentó, parece, con Fidel Herrera, en tanto suscribía pactos discretos con Javier Duarte, entonces, secretario de Finanzas y Planeación y luego diputado federal y más tarde gobernador… Así, ocurre en García Guzmán un brinco histórico: le fue bien con Alemán, marcó una raya con “El tío” y tendió puentes de plata con Duarte, que ahora lo premia con la Contraloría… Fidel Herrera, pues, se queda con la Secretaría de Finanzas y Planeación, a través de Mauricio Audirac, su gran cómplice en el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior en el sexenio anterior, en tanto Duarte queda con la Contraloría…
BALAUSTRADAS: La relación entre el gobernador y García Guzmán puede manifestarse en lo siguiente… Alguna vez, Fidel Herrera ofreció audiencia pública en Pánuco, y mientras el fogoso y gozoso despachaba, Duarte y García Guzmán, el alcalde, paseaban solitarios en el parque del pueblo, saludando a la gente, operando la candidatura de Duarte a la silla embrujada de palacio… Una tarde Duarte gobernador electo de Xalapa a Poza Rica en el avión oficial, acompañado de García Guzmán, para cenar con Norma Gibb Guerrero, la dueña del periódico “La Opinión”, y en donde el góber le dijera a la mitad de la cena, en medio de los brindis, que si con Fidel le Desde la Contraloría, Ricardo García Guzmán seguirá manejando el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, con Lorenzo Antonio Portilla, su antiguo subordinado había ido bien, con él, los próximos seis años, le iría súper bien… Y por supuesto, la palabra se ha cumplido, primero, por el trato diferencial a “La Opinión”… Segundo, porque una hija de la dueña del medio, Norma Arango Gibb, trabaja (¿trabajaba?) en el DIF estatal… Tercero, porque otra hija, Gabriela, es diputada local, y cuarto, un hijo es constructor… Pero, además, la relación entre “La Opinión” y Mauricio Audirac Murillo es privilegiada que ningún político tiene, y de algún modo también contribuiría a la llegada de Audirac a SEFIPLAN… Pues bien, ahora entre García y Audirac se podría dar un choque de trenes por la siguiente y sencilla razón… El par ha soñado con manejar el trío de dependencias que forman parte, digamos, del gabinete económico, es decir, SEFIPLAN, la Contraloría y el ORFIS… Desde el ORFIS, por ejemplo, Audirac lo soñó; pero en la Contraloría se enfrentó con Iván López Hernández y fracasó en el intento… Luego, en la Contraloría quiso manejar también el ORFIS; pero según las versiones, Ricardo García le ganó el brinco con Lorenzo Antonio Portilla, su antiguo subordinado… Entonces, soñó con SEFIPLAN cuando miró el excesivo oleaje, donde ha aterrizado, sólo que su antiguo rival y adversario, García Guzmán, ha llegado a la Contraloría, y entonces toparán piedra con coyol… Sin embargo, desde la Contraloría, García Guzmán, seguirá manejando el ORFIS…
ESCALERAS: Alguna razón tendrá García Guzmán para haber salido del clóset, pues meses anteriores era feliz, como él mismo lo difundía, con el Instituto de Administración Pública donde percibía un sueldo, digamos, igual que de cualquier secretario del gabinete próspero, lejos de los problemas, las intrigas y las envidias, y la pasarela política y mediática… Incluso, así como Adolfo Mota, secretario de Educación, se ufana de que todos los días habla unas 20 veces con el gobernador, el nuevo Contralor alardea que come y/o cena una vez a la semana con Duarte, es decir, lo que un psicólogo llamaría la lucha de egos por ganar el cariño y la confianza del jefe máximo… Quizá Alberto Silva, director de Comunicación Social, pudiera decir que es el funcionario que más mensajea con el góber, en tanto, su primo hermano, Gabriel Deantes Ramos, ministro sin cartera, se ufana de que es “el brother”… En fin, García Guzmán ha llegado a la Contraloría sólo para guardar el tesoro más codiciado del sexenio que es la declaración patrimonial del gabinete legal y ampliado y de todos los funcionarios públicos… Desde allí, podrá seguir, como es su costumbre, que le aprendió a Fernando Gutiérrez Barrios como director de la Federal de Seguridad, que es sacar copia a todos los documentos para llevárselos a la caja fuerte de su casa…