Frente de mujeres priistas
•Reclaman cuota de género
•Aviso a políticas de Veracruz
I
En la ciudad de México ha sido integrado el Frente de Mujeres Priistas.
Y, bueno, ahí está el ejemplo para la población femenina dedicada a la política en el resto del país y, por añadidura, en Veracruz.
Luis Velázquez
El nuevo frente partidista escribe una carta al presidente del CEN del PRI, César Camacho Quiroz, para exigir la cuota de género en la elección de la dirigencia del tricolor en el Distrito Federal, luego que el titular, Cuauhtémoc Gutiérrez, fuera depuesto por haber traficado con carne humana en el Distrito Federal.
En el caso de Veracruz la alerta está lista para la elección de los candidatos a diputados federales el año entrante.
Pero también, y a partir de que la sucesión de gobernador está demasiado anticipada, tal posibilidad.
Y más, por lo siguiente:
El club de Tobi de Veracruz ha llegado a la siguiente hegemonía: de las 212 presidentes municipales… sólo 22 son mujeres.
En el gabinete legal del gobierno de Javier Duarte… sólo una es mujer: Protección Civil.
En la LXIII Legislatura de 50 diputados sólo 12 son mujeres.
Y en la bancada de 30 diputados federales de Veracruz, 12 son mujeres.
Por eso mismo, incluso, la feminista Sara Ladrón al tomar posesión como la primera rectora de la Universidad Veracruzana nombró a mujeres en la mayor parte de cargos académicos claves.
Incluso, así ha preparado la sucesión para que pudiera recaer en otra mujer.
Por eso mismo, de igual manera como ha aparecido el Frente de Mujeres Priistas, sólo formando un bloque común los hechos y circunstancias y oportunidades políticas, sociales, económicas y educativas podrán cambiar en Veracruz, donde el club de Tobi alcanza hoy su más alta dimensión.
II
Albert Camus afirmaba que el único estado puro para vivir llenos de felicidad es la rebelión cotidiana, porque el camino de las leyes, el derecho, la libertad y la dignidad son demasiados largos.
Por ejemplo.
Los espacios públicos para las mujeres en igualdad de circunstancias que los hombres también implican salarios dignos, al mismo nivel que la población masculina, sobre todo, en cargos ejecutivos.
Incluso, y mirando más lejos, los mismos derechos y las mismas obligaciones para las mujeres que para los hombres.
Ahí está, de paso, la otra gran lucha social pendiente:
a) El derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, en el caso, por ejemplo, del aborto.
b) El derecho de los gays y lesbianas a casarse, como ocurre en otras latitudes del mundo.
c) El derecho de las parejas gays y lesbianas para adoptar un niño, como en otros países, incluso como en la ciudad de México.
d) El derecho a las parejas gays a la seguridad social.
e) El derecho de los sacerdotes a contraer nupcias.
f) El legítimo derecho a contraer nupcias por segunda ocasión, pues ahora la cúpula eclesiástica pone ene número de trabas.
Una mujer por ahí también plantearía otro derecho singular; pero legítimo:
Si el hombre engaña a la mujer, también la mujer.
Si el hombre tiene una noviecita, amada amante, de igual manera la mujer.
Si el hombre sostiene un segundo frente, de igual modo la mujer.
Si el hombre puede llegar al otro día a casa, también la mujer.
En fin, la convocatoria del Frente de Mujeres Priistas se ha quedado corta.
La lucha política y social y cultural y económica ni siquiera, vaya, ha comenzado…
III
Desde el presidente Adolfo Ruiz Cortines, hacia la segunda mitad del siglo pasado, la igualdad política entre los hombres y las mujeres ha sido debatida en la mesa pública.
Y todavía los derechos universales se están otorgando a la población femenina a gotitas.
Y, por eso mismo, la conveniencia de que las mujeres se organicen en su vida social para reclamar sus derechos, porque, y por desgracia, es el único camino.
Los hombres en el mando público y privado han salido demasiados machos…

