en turno.

Del amor y el romance y el idilio a la más espantosa cacerí­a humana, donde el polí­tico utilizó su poder para destrozar a la mujer amada.

Una categorí­a universal queda por encima de todo: al polí­tico sólo excita el poder. Y entre más tiene… más excitado.

Y el poder significa todo: poder para decidir sobre las vidas ajenas. Dueño del dí­a y de la noche. Dueño del dinero público. Dueño de mujeres y hombres. Hombres que en la cúspide llegan a divinizarse. Yo… soy dios.

Escribe Sanjuana en la página 208 de su libro publicado por la editorial Planeta Mexicana: “En México los polí­ticos son intocables. Recuerdo al gobernador Alfredo del Mazo cómo le pegaba a Carmen Maza de Del Mazo: hubo un escándalo porque la golpeó y ella no podí­a ir a los eventos y después supe que lo mandaron a la OCDE”.

Reproduce así­ un fragmento de la plática con Marí­a Gómez Rivera, quien era esposa de Sergio Garcí­a Ramí­rez, exprocurador de Justicia del Distrito Federal, subsecretario de la Industria Paraestatal, secretario de Trabajo, procurador General de la República y secretario General del CEN del PRI.

Cuenta la esposa de Garcí­a Ramí­rez: “Habí­a (entre los dos) un problema muy fuerte. Un problema que yo nunca lo he mencionado; pero te lo digo a ti, él tení­a amigos homosexuales. Era bisexual”.

--¿Sus amigos homosexuales estaban muy presentes en su vida?

--Sí­, muy presentes. Eso tuvo que ver nuestra historia; en el fracaso.

--¿Polí­ticos?

--Sí­, algunos sí­.

--¿Homosexuales de clóset? ¿Viví­an doble vida?

--Sí­, eran de clóset. Eran gente de generación de clóset. Muy notorios. Algunos en la PGR donde fue director de la Policí­a Judicial.

--¿Tú presenciabas eso? ¿Qué hací­as?

--Yo me di cuenta de muchas cosas. Él tení­a las amantes y los amantes. Amigas y amigos. Su bisexualidad perjudicó mucho a nuestra relación. Conocí­ a dos o tres personas cercanas a él que eran absolutamente homosexuales. Y que les daba cosas en la procuradurí­a. Les daba puestos o que hicieran esto o aquello. Seguramente eran también sus amantes.

“BEBíA LAS HORAS Y LAS HORAS”

En la página 185, la exesposa de Garcí­a Ramí­rez dice a Sanjuana Martí­nez: “Es un hombre muy autoritario, tremendamente autoritario. Con doble personalidad, porque la gente dice maravillas de él. Pero aquí­ conviví­a con sus demonios. Bebí­a. Se encerraba en la recámara y bebí­a las horas y las horas. Qué desperdicio de ser humano, de verdad lo digo. Ahora, cuando lo veo en la televisión, digo: “¡Dios mí­o! ¡Qué acabado está!”.

INFAMES HISTORIAS DE POLíTICOS CONSAGRADOS

Sanjuanana Martí­nez cuenta historias inverosí­miles.

“El hijo oculto del presidente”… Enrique Peña Nieto en su relación amatoria con Maritza Dí­az Hernández.

Incluso, hasta un diálogo telefónico entre Angélica Rivera con Maritza, delante del presidente el dí­a cuando “La gaviota” descubre que la sigue teniendo de amante.

“Un ministro de hielo”… el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Genaro David Góngora Pimentel, quien se casara con Ana Marí­a Orozco Castillo, a la que llevaba 40 años de distancia.

Y cuando tuvieran dos hijos autistas los abandonó y lanzó contra ella todo el peso judicial del paí­s.

“El prí­ncipe convertido en sapo”… la historia de Arturo Montiel, el exgobernador del estado de México que soñó con Los Pinos, en su dramática historia con la francesa Maude Versini, peleando, con toda la fuerza polí­tica, jurí­dica y judicial de México para quedarse con los tres hijos.

“Un nazi casinero con Calderón”… la historia de Juan Iván Peña Néder, subsecretario de Gobierno de la secretarí­a de Gobernación con Felipe Calderón, con Talí­a Vázquez Alatorre, a quien sometí­a a orgí­as con dos amigos, los tres al mismo tiempo cohabitando con ella, incluso, con la pistola en la mano para amenazarla con un tiro si se negaba.

“El reggaetón del gobernador”… Jorge Aristóteles Sandoval Dí­az con una bella conductora de televisión, Christiane Mildred Flores Campos, contra quien lanzara todo el peso de la ley para destrozarla.

También incluye la historia de amor entre Rosario Robles, como jefa de Gobierno del Distrito Federal, con el playboy argentino Carlos Ahumada.

En las historias desfilan amantes de cada polí­tico, pues todos, sin excepción, las coleccionan. Siempre, con cargo al erario público.

Y es que, dice la exesposa de Sergio Garcí­a Ramí­rez, hay “mujeres muy dispuestas a enredarse con el señor que representa el poder y el dinero”.

Y les vale, incluso, que tengan otras amantes… a cambio de recibir los privilegios y las canonjí­as del poder.