el panista Omar Cruz, anunció que interpondrí­a una denuncia penal por daño patrimonial contra el extitular José Ruiz Carmona por 600 millones de pesos y a la fecha ha quedado como un mentiroso.

Pero, además, y considerando que la cartera vencida de SAS asciende a mil millones de pesos según revelara el alcalde Ramón Poo Gil, veremos hasta dónde llega y/o, en todo caso, dejan llegar a Tello Allende y/o, de ser así­, si aguanta vara y calla o, por el contrario, en nombre de la dignidad humana… renuncia.

Y es que, por ejemplo, en la administración anterior uno de los responsables de la cartera vencida era el lí­der sindical petrolero, Roger Pavón, y a quien cuando le pasaban a consulta las notificaciones de adeudo de la cartera vencida, él mismo de “su ronco pecho” iba tachando a quienes tratarí­an al más puro estilo juarista de “para los amigos justicia y gracia”; para los otros, justicia a secas.

Y más, por lo siguiente: en la lista de morosos figuran, entre otros:

Uno. El ingeniero Valentí­n Ruiz Ortiz, con sus negocios (hoteles, restaurantes y franquicias) considerado, al mismo tiempo, uno de los hombres más ricos del estado de Veracruz.

Dos. Los Chedraui.

Tres. El club íguila de Veracruz.

Cuatro. El club de los Tiburones Rojos.

Cinco. 35 fraccionamientos residenciales que están en funciones, y cuyas casas fueron vendidas en tiempo y forma, sin que nunca, jamás, hayan tocado a los magnates de la vivienda.

Y, bueno, si Tello Allende ha anunciado un ultimátum a los deudores, veremos por dónde inicia.

Y es que, digamos, si comienza por los pobres entre los pobres, los jodidos, ninguna gracia.

Pero, además, se convertirí­a en un cómplice, un solapador, un engatusador que en la entrevista periodí­stica dice una cosita y en los hechos hace otra.

Y más, como en su caso, cuya devoción por la izquierda polí­tica está fuera de duda desde cuando fuera candidato a la presidencia municipal por el PRD, el Movimiento Ciudadano, Morena y el PT, entre otros partidos.

MARCHA ATRíS POR PRESIONES POLíTICAS

Desde luego, el ultimátum significa en sí­ mismo una jugada estelar con casa llena en el cuadrilátero, pues resulta inverosí­mil que el director anterior heredara una cartera vencida de mil millones de pesos.

Y más porque ante según la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos eso se llama negligencia.

Y si hablamos de mil millones de pesos significan muchos, demasiados meses de tolerancia, así­ los mesiánicos y populistas digan que nunca cobraron porque se trata de gente jodida.

Falsarios, además.

Y falsarios porque según la lista de deudores de SAS los ricos entre los ricos y los ricos de segunda y de tercera figuran con un tache.

Todaví­a peor: en la lista hay trabajadores de la información a quienes por alguna razón nunca, jamás, les han cobrado el servicio del agua.

Bastarí­a referir que con todo, en repetidas ocasiones, ha sido puesto en el tapete que la lista de deudores habrí­a de publicitarse y, de pronto, debido a presiones polí­ticas, han dado marcha atrás.

PEPE TELLO, TÉCNICO DE IZQUIERDA

El SAS es un negocio autosuficiente.

Pero mientras cada gobernador y alcalde siga mirando el Sistema de Agua y Saneamiento como una “cueva polí­tica de Alí­ Babᔝ seguirá tronada por el resto de los tiempos.

Ahorita mismo, por ejemplo, los diputados locales, Ana Guadalupe Ingram y Tonapriuh Pola Estrada y el alcalde Omar Cruz, presionan para que Tello Allende incorpore a la nómina a unos recomendados.

El SAS ha sido saqueada con alcaldes priistas; pero también panistas.

Incluso, cuando los panistas José Ramón Gutiérrez y Adrián ívila Estrada fueran presidentes municipales de Veracruz y Boca del Rí­o, presionaron para que el Sistema de Agua fuera privatizado y/o concesionado y hasta contrataron una firma colombiana, Mexaqua, con la que ellos se asociarí­an; por supuesto, con sentido patrimonialista.

El caso de SAS ha puesto una vez más en el tapete la alta escuela de corrupción e impunidad en que se ha convertido la polí­tica, pues quienes han llegado al poder la han tratado como una jugosa empresa particular.

Tello Allende ya fue director en una ocasión. Ahora, ha regresado, luego de su renuncia al PRI y su conversión a la izquierda. Ya veremos ahora su conducta pública…