Veracruz, manjar de carteles
•Igual que en la frontera norte y Tamaulipas, los señores de la droga disputan la plaza jarocha, y como dice “El Vicentillo”, hasta sobornando, quizá, a funcionarios a nivel local, estatal y federal...
Jesús Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, es hijo de Ismael “El mayo” Zambada García, aquel de quien se afirmó sería el relevo de Joaquín ”˜”™El chapo”™”™ Guzmán.
“El Vicentillo” está preso en Estados Unidos y se ha convertido en testigo protegido del gobierno norteamericano... a cambio de información.
Por ejemplo, de acuerdo con el Departamento de Justicia declaró lo siguiente en el expediente que le llevan: “En múltiples ocasiones Zambada Niebla hizo el arreglo para el pago de sobornos a funcionarios
Luis Velázquez
y agentes de la aplicación de la ley a nivel local, estatal y federal, con el objeto de facilitar el negocio del trasiego de drogas” (Proceso1954, 13 de abril, 2014).
En otra parte de su declaración se atestigua: Para introducir estupefacientes a México utilizó “submarinos, transportes sumergibles y semi sumergibles, veleros, contenedores de carga, lanchas rápidas, barcos de pesca, autobuses, vagones ferroviarios, automóviles y tractocamiones”.
Y, bueno, aun cuando todos ellos, Los Mayos, El Chapo y Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”, han operado en la frontera norte, en el sexenio del góber fogoso, y todavía hoy, se habló de que en Veracruz también operaban Los Chapos.
Y por tanto, habría de sopesar si las prácticas de que habla “El Vicentillo” también tendrían repercusión de norte a sur de Veracruz, donde, oh paradoja, las fuerzas armadas (soldados y marinos) han detenido a un número incalculable de policías ligados a los narcos.
Y, cuando, además, algunos polis han sido involucrados en crímenes hasta de alcaldes.
Y, cuando, más aún, la Secretaría de Seguridad Pública despidió a más de 3 mil policías reprobados en la certificación del gobierno federal.
ZETAS OPERAN EN NORTE DE VERACRUZ
Desde luego, la táctica de que habla “El Vicentillo” en ningún momento es práctica exclusiva de “Los Chapos”, sino de todos los carteles, como de igual manera deja constancia el hecho de que el país esté repartido en cotos de poder y de fuerza y de control de los señores de la droga.
Por ejemplo, en Tamaulipas las principales plazas están controladas de la siguiente manera: Reynosa, bajo el poder de “Los Metros”. Tampico, hasta hace poco bajo el mando de Javier Garza Medrano, “El comandante 14”. Y Matamoros, bajo la familia Cárdenas Guillén (Proceso 1954).
Así, en el mismo reportaje sin crédito publica lo siguiente: “Los sicarios que arribaron de la frontera continuaron cazando a los halcones del grupo local que encabeza Sheyla. La situación fue aprovechada por Los Zetas, que operan en el norte de Veracruz, para eliminar a sus rivales del Cartel del Golfo”.
FINANCIARON CARTELES AL PRI
Incluso, el grado de cooptación de los barones de la droga llega, como en el caso de Michoacán con los Caballeros Templarios, ha llegado al secretario General de Gobierno, Jesús Reyna García, quien fuera gobernador interino de Fausto Vallejo, y quien, por cierto, se enteró de los malos pasos del subalterno leyendo la prensa.
Y es que de acuerdo con el coordinador general de las autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles, “Los Templarios…metieron 3 millones de dólares a la campaña del PRI en 2011” para llevar a Fausto Vallejo al triunfo en las urnas.
Y más porque el acuerdo fue suscrito entre el cartel de Michoacán con el PRI de Jesús Reyna y el partido Verde Ecologista a través de Saúl Solís Solís, “El Lince”, además de uno que otro candidato priista a las alcaldías.
Y por eso mismo, con tantos olores fétidos de la cloaca nada fácil sería que los tentáculos del pulpo llegaran a Veracruz, pues ni modo que la tierra jarocha sea una isla del resto del país ni tampoco la excepción que justificara la regla.
Si los narcos siguen aquí es porque han encontrado tierra fértil, quizá, acaso, en el eje rector de “El Vicentillo”.

