Y la segunda, si Salvador Manzur Dí­az como el tercer secretario de Finanzas y Planeación casi casi lo descarrila con su lengua floja cuando acuñara la frase bí­blica de “oro molido” refiriéndose a los beneficiarios de los programas sociales de la Secretarí­a de Desarrollo Social y que desplomara el Pacto México con la furia del presidente Enrique Peña Nieto, ahora la misma hazaña ha correspondido al secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, cuando el gobierno de Veracruz estuvo expuesto a una controversia constitucional interpuesta por la secretarí­a de Educación Pública porque la reforma educativa y sus leyes secundarias fueron interpretadas de otra manera en el llamado “estado ideal para soñar”… Así­, Javier Duarte, graduado como doctor en Economí­a en la Universidad Complutense, estuvo a punto de correr la misma desventura que los gobernadores de Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Sonora contra quienes la Suprema Corte de Justicia de la nación confirmó que admitió el trámite de la controversia tramitada por Los Pinos por quererse pasarse de listos con la llamada autonomí­a e independencia y soberaní­a de los Estados… Incluso, el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, José González Morfí­n, fue categórico cuando advirtió que “los estados y sus Congresos no son islas (aisladas del altiplano) y todo el conjunto del Poder Legislativo a escala nacional está obligado a cubrir y trabajar en torno a la reforma educativa”.

BALAUSTRADAS: claro, de entrada, el inadmisible error fue de Adolfo Mota… Nadie dudarí­a que el hilo llegarí­a a los asesores del gobernador, Enrique Jackson (con un hijo como próspero contratista en Veracruz) José Murat (con sus negocios en Veracruz a través de “El oaxaco”, y ahora su equivalente), Carlos Brito Gómez (con las notarí­as públicas para sus hijos) y Rubén Aguilar Valenzuela, que lo mismo asesora a panistas que priistas… Por supuesto, en el descarrilamiento a que durante horas, dí­as quizá, fue expuesto el gobernador también estarí­a la mano de los subsecretarios de Educación, Renecio Domí­nguez Domí­nguez, Xóchilt Osorio, Denisse Uscanga, y el cacique magisterial, Juan Nicolás Callejas Arroyo, propietario único de la sección 32 del SNTE desde hace Si a Javier Duarte interesa rescata su nombre y prestigio está obligado a dar un manotazo en el caso de la ineficiencia y la ineficacia de Adolfo Motita y Arturo Bermúdez 33 años y quien ha convertido a la SEV de Motita en rehén… Peor tantito si se considera que en el primer año de gobierno, Duarte y su esposa fueron abuchados en el Teatro del Estado por culpa de su entonces secretario particular, el tablajero Harry Grappa, y Motita… Y no obstante, el par fue perdonado, y ahora, de nuevo, Motita tropieza con la misma piedra… Incluso, el secretario de Educación y enlace de Los Pinos con Veracruz, Emilio Chuayffet, y el consejero jurí­dico de la Presidencia, habí­an puesto el í­ndice en la llaga “por la forma en cómo algunas legislaturas estatales (entre ellas, la coordinada por Callejas Arroyo) iban avanzando en los temas de la reforma constitucional” (La jornada, 16 de abril, 2014, página 10)… Es más, el presidente de la Comisión de Educación del Senado, el panista Juan Carlos Romero Hicks, alertó al Congreso de la Unión de que ”˜”™se tienen que revisar todas las reformas educativas que hicieron los estados para establecer cuáles contradicen la reforma constitucional”™”™ de Peña Nieto… Y sin embargo, en Veracruz se volvieron autistas y sintieron virreyes, prí­ncipes, mesiánicos, y desde Motita para abajo jugaron al inteligente empinando a Duarte… Y más, mucho más, cuando la LXIII Legislatura cocinaba el tamal en ví­spera de que Peña Nieto aterrizara en Veracruz el próximo 21 de abril…

ESCALERAS: la degradación neurológica de una parte del duartismo está en su fase terminal… Por ejemplo, horas después de que el secretario de Seguridad Pública se volvió un lenguaraz satanizando a los desaparecidos como vulgares delincuentes, el obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal elevó su protesta al cielo y fue el único de los 11 obispos y el arzobispo Hipólito Reyes Larios con “lanzar su espada en prenda” en contra de Arturo Bermúdez… Por fortuna, el gobernador reaccionó de inmediato y asestó un manotazo, deslindándose de la lengua floja de su ultra contra súper ministro… Pero apenas encontraba el reposo turí­stico de Semana Santa, Motita lo descarrilaba igual que en su momento Salvador Manzur… Por eso mismo, el contribuyente que paga impuestos se pregunta las razones para que tanto Bermúdez, con tanta inseguridad, y Mota, con tantos errores y desprestigio de la calidad educativa, sigan en el gabinete… Y más por lo siguiente: tres años con cuatro meses y medio después Duarte ha despedido y enrocado a unos 50 funcionarios… Por ejemplo, lleva cuatro secretarios de Finanzas, cuatro secretarios de Comunicaciones, ahora de Infraestructura, cuatro subsecretarios de Gobierno, tres secretarios de Desarrollo Social, tres procuradores de Justicia, dos secretarios de Desarrollo Agropecuario y dos voceros… Y en cambio, Bermúdez y Motita parecen inamovibles, no obstante su ineficacia e ineficiencia, pues en el caso de Bermúdez ha llevado a Veracruz a un Estado Fallido… Por algo estarán blindados… Pero el par ha empinado y seguirá empinando a Duarte en el descrédito por la excesiva y demasiada tolerancia, pues una cosita es la amistad y la gratitud, y otra, diferente, el destino de un pueblo… Los 8 millones de habitantes de Veracruz, el 70, 80 por ciento, en la miseria, la pobreza, el hambre, el desempleo y la migración, bien valen un manotazo, claro, si a Duarte le interesara salvar su nombre y prestigio… Claro, el peor ciego es aquel que por berrinches del corazón y del hí­gado se niega a ver…