Una vez más, en la agenda pública aparece el tema: los migrantes de América Central sufren en México la persecución y el acoso de los agentes del Instituto Nacional de Migración y diversos cuerpos policiacos.

Así­ lo han testimoniado los integrantes de la Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidad, AMIREDIS, José Luis Hernández y Norman Varela, luego de que acompañaron a los 15 migrantes discapacitados hasta tocar puertas en Los Pinos para que los recibiera el presidente Enrique Peña Nieto, quien nunca dispuso de espacio y tiempo en su agenda.

Quizá, por eso mismo, José Tomás Carrillo junior, delegado federal del Instituto de Migración en Veracruz, ha sido acusado una y otra y otra vez por negligencia, apatí­a y menosprecio a los migrantes al tolerar los abusos de los agentes federales.

Incluso, los activistas puntualizaron que los discapacitados quedaron así­ luego de haber sido atacados en el tren de carga conocido como “La bestia” por los elementos policiacos y del INM, muchos de los cuales están en alianza con los sicarios.

En cambio, Carrillo junior vive acuartelado en su búnker, rodeado de barbies, ocupado en tareas polí­ticas, torpedeando al candidato del gobernador de Veracruz, Tarek Abdalá para la candidatura priista a diputado federal 2015.