Disputan hermanos feudo político
•Panistas, entre carnales se despedazan
•Dueños de alcaldías pelean curul federal
•Ajuste de cuentas en Ayuntamiento de Río Blanco
•Un pueblo sin servicios públicos
Río Blanco, Ver.- La historia de Abel contra Caín se repite. Salvo que aquí sus personajes son un hombre y una mujer. María de los íngeles Martínez Martínez -actual alcaldesa- le disputa la plaza política a su hermano...
Korina Guerra
el expresidente Miguel Martínez. De plano obstaculiza todo intento de posicionarse entre los panistas para ser candidato a la diputación federal; pero además desconoce todos los acuerdos con los que la ayudó a ser la primera alcaldesa panista en la cuna del movimiento obrero.
La traición fraternal se gestó desde la integración de la plantilla de personal de confianza. A partir de ese momento, la alcaldesa-entonces electa- hizo a un lado a su hermano y desechó todas las propuestas que le hiciera. Salvo la del secretario del ayuntamiento, Carlos Rosas Pérez, el resto de las posiciones fueron para gente y allegados a la profesora de educación secundaria y con afiliación al SDTEV.
Eso no fue todo. María de los íngeles Martínez, desconoció todos los acuerdos con los que su hermano entretejió el triunfo, primero en las elecciones internas y luego en la constitucional del año pasado. La traición en pleno.
En su momento Miguel Martínez, tendió puentes con los grupos políticos del PAN en este municipio. Desplazó la inconformidad que empezó a gestarse por la herencia política del cargo público, soportó la desbandada de la militancia- para apoyar al PRI- pero a la vez supo allegar a los grupos- pequeños ”“ que escindieron tanto del PRI como del PRD. Incluso logró convencer al ex candidato a la alcaldía por este partido, Gabriel Miranda Calvo, para que se integrara a la planilla de su hermana y con ello apuntalar la campaña política.
Esos eran los días de la felicidad. Los de los acuerdos. Nadie dudaba que el entonces alcalde continuaría gobernando, aunque esta vez tras bambalinas.
Sin embargo la suerte era otra. Según cuenta allegados al primer círculo de la “familia presidencial”, los pleitos y disputas sobrevinieron cuando el Miguel habló con su hermana de quienes deberían integrar su cuerpo de trabajo, “espera Miguel.
Aquí quien manda soy yo y a quien le va a ir mal o bien será a mí. Déjame hacer lo que debo hacer” habría dicho la alcaldesa.
Ese fue el primer desencuentro, narran algunos testigos.
El segundo viene cuando la alcaldesa entra, ya investida en su carácter oficial a la presidencia. Encontró la casa en completo desorden, sobre todo en la tesorería municipal, aunque semanas atrás su hermano habría prometido entregar correctamente la administración. No cumplió la promesa.
Lo que se conoce es que la actual administración oculta un probable desvío de recursos del ramo federal y aunque la cifra se desconoce, sí es un hecho que esa fu otra de las causas por las que la relación fraterna se rompió.
Pero la causa detonadora de la sonada separación entre los hermanos, fue el abandono y el desaseo que se tiene en la obra de construcción de un puente elevado sobre el paso de la vía férrea en la congregación de Vicente Guerrero.
De acuerdo a datos que se tienen en poder, la detención de la obra- desde hace más de seis meses- es producto de una mala planeación de los trabajos, pero al parecer igualmente por que los trámites no fueron los correctos y ahora los trabajos están detenidos.
Todo indica que la anterior administración no proyectó de forma correcta el trabajo de construcción y al no existir una correcta planeación el dinero se agotó y ahora la obra está detenida desde hace seis meses. El hecho en sí representa una mala calificación tanto para la anterior como la actual administración.
Hay otro problema heredado por el hermano incómodo. En la construcción del bulevar “Mártires de 1907” el exalcalde también no se contuvo los tiempos y sin contar con permisos de diversas dependencias inició los trabajos, esto trajo consigo que por ejemplo, postes propiedad de Comisión Federal de Electricidad, CFE, se encuentren casi sobre el arroyo vehicular, lo que se convirtió en un peligro pues entre la banqueta y los postes hay una distancia de hasta metro y medio en algunos casos, incluso hay lugares en los que los postes están casi a la mitad de la misma carretera.
En lo político, el ayuntamiento es un caos. En menos de tres meses de administración municipal la alcaldesa se deshizo de los servicios de más de 30 trabajadores no sindicalizados, “todos ellos miembros activos del PAN en Río Blanco. La alcaldesa lo hizo a un lado porque según ella no hay dinero para pagar sus salarios” dijo uno de los afectados quien analiza la posibilidad de iniciar una demanda de corte laboral, “porque no hay elementos legales que amparen el despido. Fue una acción injustificada”.
Mientras los ediles ganan salarios mensuales entre los 40 y 60 mil pesos, los empleados de confianza deben conformarse con un empleo que apenas si les aporta cinco mil pesos al mes, “hay una clara diferencia entre los sueldos de los ediles y el de los empleados de confianza”.
Pero lo peor, narra, “es que hay mucha gente que ni es panista, ni es de Río Blanco. Eso es lo que más duele”
Sin embargo la alcaldesa en reiteradas ocasiones ha sostenido que a ella no le importa lo que los medios de comunicación publiquen, “sólo quieren dinero y como no se les voy a dar que hagan lo que quiera” diría en marzo pasado, cuando vino el primer despido de trabajadores- diez en total- y el segundo hace apenas una semana, 20 más para sumar los 30.
Los planes de la alcaldesa, ha dicho ella misma, “son la de ahorrar todo lo que se pueda”, pero entre sus programas de ahorro hay terceros afectados. Hace un mes la selección femenil de futbol participó en un torneo en el puerto de Veracruz. La alcaldesa incumplió la promesa de proporcionarles el vehículo que las transportaría en viaje redondo, los padres pagaron parte de costo, pero el ayuntamiento no hizo lo propio e incluso las jugadoras quedaron abandonas en el puerto de Veracruz.
No obstante el plan de austeridad no es igual para todos. Los ediles, incluida la alcaldesa gozan de uno o varios vale de gasolina, según sea el caso. Cada vale tiene una carga libre mientras que, por ejemplo, en la policía municipal los elementos deben ingeniárselas para poder hacer rendir los 500 pesos que utilizan para todo el día.
Muchos de los policías, se constató, vigilan a pie en las colonias y el propio centro de la ciudad, porque la gasolina no les rinde y se utilizan sólo en casos de emergencia.
Los conflictos internos son interminables. Por ejemplo parte de los ediles, incluida la alcaldesa formaron un bloque minoritario en contra del secretario del ayuntamiento, Carlos Rosas Pérez, pero su habilidad y agilidad política, le permitió hacer alianzas con la mayoría de los regidores, incluidos los de oposición para mantenerse en el cargo, “están ahí porque mi hermano te puso, pero si por mi fuera ya te hubiera corrido”, le habría dicho en una ocasión a su secretario, la propia alcaldesa.
En tanto esto sucede, Río Blanco sigue en medio de las deficiencias de servicio. Es uno de los ayuntamientos que no inicia obras en las colonias. En menos de un cuatrimestre ya tiene sus primeros sismas políticos, pero lo que es peor, la soberbia de la alcaldesa no la deja ver más allá. Y aún faltan tres años y ocho meses.
Todo este proceso que se vive, ya desgastó la imagen de Miguel Martínez quien ya se preocupa porque los resultados le vienen adversos en la primera encuesta para candidatearlo a la diputación federal.
Sus bonos entre los mismos panistas vienen a la baja, pero lo que más le duele es que es la misma hermana la que- consciente o no- lo bloquea para que sea el candidato en las elecciones del año próximo.