para, a su vez,transferirlas a los trabajadores de la información, notificaron a los reporteros, fotógrafos y camarógrafos que si asistí­an a las marchas de protesta contra el duartismo para reclamar el regreso del diarista plagiado a su casa, vivo, sin ningún ataque de caspa, serí­an despedidos en automático… Y, bueno, lo anterior asquea y produce vómito… Por varias razones… La primera, ningún jefe de un medio escrito, hablada o digital es propietario de la libertad ni menos, mucho menos, de la dignidad humana ni de la vida de los trabajadores de la información… La segunda, si los dueños y/o los jefes de los medios reciben subsidios, apoyos, financiamiento, dinero en efectivo, dinero en bienes, cargos públicos, etcétera, serí­a terrible que estuvieran repitiendo con los diaristas el modelo de Judas que vendió a Jesús por 30 monedas y el modelo del indio yaqui, el escolta de Miguel Hidalgo, quien lo decapitara, una vez asesinado, por 20 monedas, a petición de un general realista… Grave, graví­simo, pues, que los jefes hayan coaccionado la libertad de los reporteros y fotógrafos y editores para expresar en la ví­a pública la inconformidad por un periodista más secuestrado en Veracruz y exigir al mismo tiempo su seguridad y el regreso a casa tal como fue plagiado…

MURO DE PESCADORES: peor tantito si se considera lo siguiente: los dueños y jefes de los medios vendieron la libertad de los diaristas al gobierno de Veracruz a cambio, desde luego, del convenio mensual… Terrible… Y terrible por lo siguiente: podrán los magnates periodí­sticos vender su vida, su libertad, su dignidad, a la cúpula priista en el poder sexenal, pero en contraparte, en las redes sociales están dando seguimiento dí­a por dí­a, hora por hora, al desenlace en el secuestro de Gregorio Jiménez… Más todaví­a: mientras una parte de la prensa calla el plagio, y/o en todo caso, lo refunde en páginas interiores, a una columna, en la parte inferior, por ahí­ perdida la nota, y además, hasta firmada por una agencia noticiosa nacional, una parte de la prensa defeña dedica más, mucho más espacio (hasta una plana, como La jornada-México) al asunto del secuestro… Todaví­a peor: mientras la prensa escrita, hablada y digital de Veracruz oculta el plagio, la prensa internacional le destina espacio… Peor tantito: en tanto una parte de la prensa se vuelve sorda y ciega, indiferente, al secuestro, porque así­ conviene a sus intereses mercantiles y de mercenarios, ONG internacionales (Comité de Protección a Periodistas de Washington, Reporteros Sin Frontera de Parí­s y artí­culo 19 de Europa) denuncian el secuestro del reportero policiaco del sur de Veracruz y exigen y claman y reclaman justicia al gobierno duartista… Entonces, caray, ningún caso tiene que los magnates a través de sus directores editoriales y jefes de Información y Redacción amenacen a los reporteros y fotógrafos para abstenerse de una manifestación callejera… Y en todo caso, y como ha ocurrido, una parte de los diaristas prefirió asistir a la marcha arriesgando su fuente de empleo, pues ene millón de veces morir de pie que hincado y resignado, pues lo peor de la vida es permitir que los patrones agarren al empleado por las tripas chillando de tanta hambre…

ASTILLEROS: La mayor parte de los dueños de los medios están enriquecidos… Por lo general, salvo quizá, acaso (y para ser optimistas), algunos, han sido grandes y eficaces interlocutores de cada gobernador, y por tanto, fueron y son beneficiados con las mieles, privilegios y canonjí­as del poder polí­tico… Así­, en vez de publicar informaciones tal cual, crónicas y reportajes denunciando los hechos en la vida cotidiana de Veracruz, terminaron como simples boletineros oficiales, mecanógrafos, escribientes, notarios públicos de cada élite sexenal… Y ni hablar, desde ahí­ se entiende (en ningún momento se justifica) su actitud ante un secuestro más de un reportero de norte a sur de la entidad… Terrible… Terrible, porque el indí­gena, el campesino, el obrero, el estudiante, los profesionales, los pensionados, las amas de casa, los migrantes, etcétera, etcétera, han ido perdiendo espacios para expresar con libertad el estado de cosas y de la administración pública en Veracruz… Por ahora, y según las versiones, los más represores han sido TV Más (claro, es propiedad oficial, pero ni así­…) y "El heraldo de Coatzacoalcos”, uno de cuyos propietarios la fama pública consigna… Pero además, y como afirma un compañero, “resulta inverosí­mil el estado de servilismo de los directivos de medios a la vocera y directora de Comunicación Social del gobierno estatal… Todos se le ponen de tapete”… Ni hablar, felicidades, porque una vez más se han definido… Y se definieron por el billete fácil, vendiendo, como a los esclavos en Estados Unidos, la libertad y la dignidad y su naturaleza humana a los empleados de sus medios…