Chocan Lagos y Silva
•Fidel, en medio...
•El discurso de JD
PASAMANO: la noche del tercer informe del gobierno de Veracruz, efectuado en el castillo de San Juan de Ulúa, la cárcel privada de Porfirio Díaz Mori, donde enviaba a políticos y reporteros incómodos, se efectuó una cena para unas 50 personas, entre los secretarios del gabinete legal y sus esposas como únicos comensales
Luis Velázquez
Era, claro, la cena de “Los niños fieles” con el jefe máximo… Cenaron ensalada de palmitos y lechuga, y de platillo fuerte, camarones y/o pescado a la veracruzana, vinos y licores al gusto, y de postre un pastel con el signo de Veracruz, por todos conocidos, donde se habla de la diversidad… En el bar Papaloapan, del hotel Emporio, los últimos invitados se retiraron, digamos, a la una de la madrugada, aun cuando desde las 12 de noche otros agarraron camino… Eran aquellos, son mejor dicho, la elite priista de Veracruz que gobierna a 8 millones de veracruzanos, 6, 7 millones de los cuales ejercen el poder de manera directa e indirecta… Incluso, el destino, y hasta el destino familiar, de muchos de ellos depende de una palabra, un saludo, un gasto, un apapacho en público… La aristocracia del poder, la gente bonita, las buenas personas, las buenas conciencias… De pronto, entre el secretario General de Gobierno, Érick Lagos Hernández, y el de Desarrollo Social, Alberto Silva, conocido como “El cisne”, y también como el cabildero ante la fidelidad de Pancho Colorado, “El señor de los narco/caballos”, preso en Estados Unidos, ocurrió el siguiente diálogo…
BALAUSTRADAS: Alberto Silva dijo, palabras más, palabras menos, a Érick Lagos: “¿Cómo viste el discurso del gobernador en San Juan de Ulúa?... ¡De seguro ya hablaste a Fidel!”... Contestó Lagos a Silva: “No sabía cómo decirle”… Dijo Silva a Lagos: “El deslinde, la ruptura”… Alberto Silva escribió el discurso del gobernador en el tercer informe de gobierno, donde marcó el deslinde y la ruptura con Fidel Herrera, el único maestro y jefe de “Los niños de la fidelidad” Reviró Lagos a Silva: “Bueno, ya me diste la manera… Le diré que tú escribiste el discurso”… Ahí, la plática se detuvo y cada quien cambió de interlocutor… Y es que como el mundo priista de Veracruz sabe, está consciente, informado, cierto, entre los secretarios General de Gobierno y Desarrollo Social se ha desatado una avalancha de competencia feroz y reñida atrás de la candidatura a gobernador en el año 2016… Y aun cuando está en chino que alguno sea palomeado, salvo, claro, un milagro, un imprevisto, un cambio de timón, uno y otro se están dando hasta por debajo de la mesa, en las cañerías sucias de la política… Se ignora, claro, si antes de Érick Lagos, el discípulo más fiel a Fidel Herrera, algún otro funcionario haya mensajeado al momento el deslinde del gobernador de Veracruz… Pero fue tal el diálogo, mejor dicho, el intercambio civilizado de espadazos entre Lagos y Silva… Y más porque las versiones indican que, en efecto, Alberto Silva escribió, quizá habrá también pulido, el discurso del góber en el tercer informe… Pero, además, que el secretario de Desarrollo Social tuvo la genial ocurrencia de incluir aquellos términos y conceptos, además repetitivos, de romper con el pasado, ligado, por supuesto, a Fidel Herrera, y de cuestionar el populismo y la demagogia que según Silva caracterizó al fidelato… Después, cuando el góber habría leído (si lo hizo) el discurso, aplicó el principio francés de “dejar hacer y dejar pasar”… Y, bueno, aun cuando el despegue de Alberto Silva en la Secretaría de Gobernación de Jorge Carpizo McGregor se la debe a Fidel Herrera, sus motivos, pretextos, razones (vaya usted a saber) tiene para haber empinado a Javier Duarte en su relación amical, cariñosa y política con “El tío” de Nopaltepec…
ESCALERAS: Fidel Herrera llegó a Gobernación, primero, como encargado de las becas estudiantiles y después fue designado coordinador de asesores de Carpizo… “El cisne” ya estaba ahí; pero cuando supo de Fidel quiso ligarse a su embrujo, soñando con el regreso, algún día y con “el tiempo y un ganchito” a Veracruz… Así, pidió a su amigo Fernando Elías Calles, director del Diario Oficial de la Federación, lo presentara con Fidel y pidiera una oportunidad… Y ahí quedó… Pero por alguna razón, cuando Fidel se quedara con la candidatura a gobernador y ganara y tomara posesión, nunca, jamás, lo incorporó a su equipo… Incluso, quedó en el aire… Su ángel de la guarda fue Javier Duarte, pero ya secretario de Finanzas y Planeación, y quien le abriera la puerta como director del Centro de Estudios Municipales dependiente de la secretaría General de Gobierno, a cargo, entonces, de Reynaldo Escobar Pérez… Quizá, por eso, alimentando su propio resentimiento del corazón, del hígado y de las neuronas anotó en el discurso de San Juan de Ulúa el deslinde y la ruptura entre Duarte y Fidel, reproduciendo la historia, digamos, de Lázaro Cárdenas con Plutarco Elías Calles, quienes a diferencia de FHB y JD nunca tuvieron una relación de padre e hijo putativo, único maestro de vida y de política, único jefe que han tenido “Los niños fieles”… Fue así como en el discurso de Ulúa también fue aplicada la purga de José López Portillo a más de seis secretarios del gabinete de Luis Echeverría, entre ellos, a dos veracruzanos: Eugenio Méndez Docurro, secretario de Comunicaciones, y Félix Barra García, de la Reforma Agraria…

