Medalla Ruiz Cortines
•Premian a Flores Cancela
•¿Qué de periodismo premian?
I
La avasallante bancada priista de la LXIII Legislatura con sus diputados anexos, conexos y similares otorgó la medalla Adolfo Ruiz Cortines al director del semanario “Punto y aparte”, el maestro Froylán Flores Cancela.
Habría, entonces, de preguntarse qué se premia.
Por ejemplo, en el acuerdo publicado en la Gaceta Legislativa hablan de su trabajo social y trayectoria.
Bueno, la población activa (reporteros, médicos, veterinarios, ingenieros, profesores, sacerdotes, políticos, volovaneros, trabajadoras sexuales, etece, etece) todos ejercen, sin excepción, un servicio social.
Luis Velázquez
Y en cuanto a la trayectoria de igual manera cuando, por ejemplo, y como describe Albert Camus en Sísifo llega la hora “de voltear a ver la vida”.
Así, entonces, se abren dos caminos, como dijera José Pagés Llergo a los graduados reporteros de la facultad de Periodismo de la Universidad Veracruzana: determinar de qué lado estará el trabajador de la información:
Uno: si del lado de los principios universales de la vida y del periodismo, como es la verdad y la justicia.
Dos: si del lado de los pobres y miserables, que suman una incalculable mayoría en cada pueblo, en cada país, en cada uno de los cinco continentes, donde priva una espantosa y creciente desigualdad social.
Tres: si del lado de la cúpula política sexenal.
Richard Nixon lo preguntaba de la siguiente manera a la prensa: “¿De qué lado estás, conmigo o contra mí”?
José López Portillo lo dijo de otra forma: “No pago… para que me peguen”.
II
¿Premian, entonces, la inteligencia fuera de duda del reportero? ¿Premian su talento, la constancia en el oficio y en la vocación, la vigencia a pesar de la edad para morir en la raya y en el frente de batalla? ¿Premian algunos trabajos periodísticos?
¿Qué cualidades y virtudes tiene el periodista Habría de preguntarse el tipo de periodismo que el Congreso de Veracruz reconoce y premia en Froylán Flores Cancela al otorgar la medalla Adolfo Ruiz Cortines laureado con la medalla Ruiz Cortines… que otros reporteros, columnistas y directores tengan, acaso, quizá, en mínima dimensión?
¿Premian acaso al Ricardo Flores Magón, Filomeno Mata, Ignacio Ramírez “El nigromante”, al Francisco Zarco… del siglo XXI en Veracruz?
¿Premian al Jacobo Zabludowsky de Televisa y/o al Zabludowsky de radio… de Veracruz?
¿Premian al Julio Scherer y/o al Mario Vázquez Raña de Veracruz?
¿Premian al Adolfo Ruiz Cortines del periodismo de Veracruz?
III
Empleado de Rubén Pabello Acosta en El diario de Xalapa”, el reportero laureado obtuvo el premio Nacional de Periodismo.
Entonces, el magnate mediático se enceló tanto tanto tanto… que Flores Cancela prefirió una decisión salomónica y renunció al periódico donde dejara muchos, muchísimos años de vida, aprendizaje y plenitud.
Inició así la más alucinante y fascinante aventura de un reportero, como es fundar un periódico, tener un periódico propio, digamos, para ejercer el periodismo soñado, el periodismo libre, autónomo, independiente.
“Punto y aparte” se llama. Y, bueno, cada lector tendrá su punto de vista, su apreciación, sobre el semanario.
¿Está, pues, el Congreso jarocho premiando esa parte de la vida del reportero?
IV
Jorge Luis Borges vivía exiliado en Ginebra. Una tarde sabatina pide a su esposa lo lleve al parquecito de la esquina. Y lo deja en una banca, solitario.
Borges, el viejo, comienza un diálogo con Borges el joven, y viceversa.
El viejo reprocha al joven determinadas acciones de su vida, y el joven reprocha al viejo algunas formas de ser, de pensar, de actuar, de mirar la vida, como aquella cuando el gran escritor abrazara al general Augusto Pinochet, el militar que traicionó y asesinó a Salvador Allende, el primer presidente socialista de América Latina por la vía de las urnas.
Sólo Flores Cancela sabrá las razones para haber aceptado el premio en un Veracruz salpicado de sangre, y en donde nadie se salva, pues han asesinado a reporteros y fotógrafos, migrantes y activistas sociales, profesores incómodos y políticos de oposición; incluso, a niños recién nacidos, también, claro, a sacerdotes, además de ciudadanos, hombres y mujeres desaparecidos, que llevaban una vida sencilla y común en el anonimato.

