Por supuesto, el robo de la unidad de la Coca se debió porque el fraccionamiento está blindado con policí­as y así­, al menos, distraí­an la atención… En tales circunstancias, los (presuntos) polis entraron derecho, derechito a la mansión de la vocera y se habrí­an llevados dos cajas fuertes, conteniendo, se afirma, unos quince millones de pesos en efectivo, además, claro, de joyas, anexos, conexos y similares... En el sórdido mundo de la polí­tica policiaca se afirma que nadie efectúa un operativo de tales dimensiones (algunos hablan de más de diez hombres en el atraco), sin tener el semáforo en color verde… Los temerarios, intrépidos y osados aseguran que simple y llanamente se trató de un calambre, un gran calambre, desde las alturas, debido a los excesos y abusos del poder en la oficina de Comunicación Social… Es más, dí­as antes del aparatoso robo se hablaba en Radio Pasillo en los últimos tres años del sexenio próspero que el sobregasto mediático llegaba a más de dos mil millones de pesos, en tanto la imagen de Veracruz y del jefe máximo están como todo mundo ya sabe…

BALAUSTRADAS: sin embargo, habrí­a de regresar el calendario unos meses, cuando en otro operativo, más o menos parecido, la residencia de Carlos Aguirre, exsecretario de Finanzas y Planeación, extesorero de SEFIPLAN y actual subsecretario, fue de igual Según Radio Pasillo (lo que uno se resiste a creer) tres duartistas (el subsecretario de Finanzas, el exdirector del IVEC y la vocera) habrí­an “metido la mano al cajón”, aun cuando les aplicaron el principio juarista: para los amigos, justicia y gracia, y para los enemigos, justicia a secas forma saqueada… Y de acuerdo con las versiones también se llevaron veinte millones de pesos… Por supuesto, la noticia fue ocultada y nunca llegó a los medios, pues las malas entrañas aseguran que también fue orquestado desde alguna zona oscura del poder, debido a que Carlos Aguirre se estaba yendo cabezón “metiendo las manos al cajón” como fue el discurso del entonces secretario General de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón… Pues bien, y de ser así­, se trata de un nuevo estilo personal de gobernar y ejercer el poder, donde las malas acciones, la mala vibra, el mal karma, se bloquea enviando mensajes canijos, llenos, incluso, de misericordia, en vez de aplicar la ley con justicia, sin gracia, a quienes viven y actúan fuera de la ley… En otros casos, sin embargo, la ley fue aplicada; pero también, con justicia y justicia y gracia… Fue, por ejemplo, el caso del exdirector del Instituto Veracruzano de Cultura, Alejandro Mariano Pérez, quien, primero, llegó rafagueando a diestra y siniestra a su antecesor, el antropólogo, académico, investigador y escritor Félix Báez Jorge, y luego, ni hablar, escuchó el canto de las sirenas y quedó atrapado, se afirma, en las tentaciones, enlodándose las manos completitas… Hay quienes afirman que se habrí­a ido cabezón en la compra de pinturas de famosos y, bueno, le cayeron en la maroma y por eso mismo lo despidieron, sin interponer la demanda penal en la Procuradurí­a de Justicia, como lo establece la transparencia y la rendición de cuentas que tanto, tanto, tanto ha cacareado el presidente Enrique Peña Nieto…

ESCALERAS: todo indica, pues, y de ser así­ (que el tecleador se resiste a creer) que estamos ante una aplicación light, entre cuates, de la justicia… Pero, bueno, habrí­a de dar seguimiento a otro hecho, el caso de la alcaldesa de Alvarado, Sara Luz Herrera Cano, acusada de homicida intelectual de su secretario particular por la Procuradurí­a de Justicia… Punto uno: el hecho de nombrar presidente de la Comisión Instructora al diputado Juan Manuel Velázquez Yunes, exalcalde de Perote y excoordinador de asesores del señor JD en SEFIPLAN, pareciera una decisión de mala leche porque es familiar del senador José Yunes Zorrilla, el puntero en la candidatura priista a gobernador 2016… Punto dos: Velázquez Yunes ha anunciado que la solicitud de desafuero de la procuradurí­a contra la presidenta municipal lo tratarán hasta después de la última comparecencia, el 10 de diciembre con el secretario de Gobierno, es decir, demasiado, excesivo y sospechoso tiempo después del cabildeo del procurador… Punto tres: parece, entonces, que le estarí­an dando tiempo y una tregua a la alcaldesa para alistar sus maletas y huir al otro extremo del mundo, a menos, claro, que por un lado hayan ordenado tal acción al procu y, por el otro, apapachado a la alcaldesa para así­ confirmar las hipótesis en los casos anteriores (el robo en las residencias de la vocera y el subsecretario de Finanzas y el despido del titular del IVEC) con el expediente de la edil como un modelo clásico juarista de que a los amigos se les aplica justicia y gracia…