El rafagueo ocurrió en el centro de la ciudad y cuando horas después los policí­as de Seguridad Pública y los elementos de la A.V.I. llegaron al escenario de la pelí­cula levantaron una R-15 y unos 15 casquillos de diferentes calibres… También se llevaron la unidad móvil, con cinco impactos de bala, y que se habí­a estrellado en el templo evangélico llamado “Filadelfia”… Sin embargo, habrí­a de referir que el episodio en Paso del Macho sólo testimonia una realidad avasallante de norte a sur de Veracruz: decenas, cientos, de poblados están dominados por los carteles, y los que, y por desgracia, han decretado un Estado de Sitio apenas la tarde empieza a pardear… Segundo: en muchos pueblos, los carteles se han dividido y por tanto existen cartelitos, riñendo por la plaza local… Tercero: en muchos de tales cartelitos participan un montón de jóvenes del pueblo que han optado por tal camino… Cuarto: en tales demarcaciones la vida se ha vuelto imposible, difí­cil, irrespirable, pues los crí­menes, los secuestros, las desapariciones y las extorsiones están en su plenitud, multiplicándose en tierra fértil, pues aquí­, Veracruz, ya se sabe, “es el estado ideal para soñar” todos…

BALAUSTRADAS: Cinco: ante la violencia inevitable, decenas de familias han emigrado de sus pueblos de origen, en unas ocasiones, a otra ciudad aquí­ mismo en la tierra jarocha, y en otras más, al resto de las entidades federativas… Así­, bastarí­a referir que en unos pueblos, como por ejemplo, Cosamaloapan, hasta los ex presidentes municipales han abandonado el pueblo con todo y familia… Seis: las versiones indican que gente con negocios ha huido de su pueblo, y siguen pendientes del changarro a través de un gerente general, y/o en todo caso, ellos mismos, el mayor número de ocasiones por teléfono, y de ser necesario, inevitable, viajan al pueblo una o dos veces a la semana durante un par de horas, checan los pendientes, firman los documentos y de inmediato para atrás… Siete: la vida cotidiana se ha convertido en una isla de inseguridad, temor, miedo, incertidumbre y zozobra, pues los carteles y los cartelitos han doblegado a los cuerpos policiacos y a los agentes de tránsito, y de paso, impuesto cuotas a los presidentes municipales… Bastarí­a referir el asesinato del ex alcalde de Soledad de Doblado, el panista Enrique Marí­n, donde algunos policí­as municipales estaban involucrados… También, y por ejemplo, habrí­a de recordar los 15 policí­as que fueron levantados por los marinos en Alvarado al principio de la alcaldí­a de Sara Luz Herrera, involucrados con los grupos delictivos, y los 17 policí­as levantados por los marinos en Cosamaloapan por la misma razón, cuando ya despachaba el alcalde Homero Arróniz… El tiroteo y la peliculesca persecución en Paso del Macho entre un par de carteles constituye apenas, apenitas, la punta del iceberg de lo que está sucediendo en Veracruz, cuando y en contraparte, la autoridad festiva el Veracruz seguro y una entidad federativa tranquila, en reposo, con gente feliz…

ESCALERAS: en la Cuenca del Papaloapan el municipio más golpeado es Cosamaloapan, y en donde el dos veces exalcalde y dos veces diputado local, Juan René Chiunti, ha convocado a los presidentes municipales y a sus colegas legisladores del Papaloapan, de Los Tuxtlas y del sur de Veracruz a formar un gran bloque desde Tierra Blanca hasta Las Choapas para reclamar seguridad en la vida y en los bienes de la población, que significa la premisa número uno en un Estado de Derecho… Peor tantito si se considera que cuando falla la seguridad entonces el Estado Fallido se configura… Y es que el diputado Chiunti y su familia fueron ví­ctimas de la disputa entre los cartelitos cuando el 2 de abril secuestraron a su hermano Jorge, por quien pidieron dos millones de pesos de rescate al otro dí­a… Según unas versiones, la familia pagó unos 400 mil pesos, aun cuando también se habla de un millón… Y como los capos exigí­an dos millones, hasta la fecha, sigue desaparecido… La última tragedia fue el crimen de un lí­der electricista, cuyo hermano también fue secuestrado, desaparecido y asesinado… Veracruz, pues, está convertido en un infierno, por más que en las alturas los polí­ticos festinen y alardeen otra realidad… Simplemente, la autoridad ha fallado… Y también ha fracasado en el lado de la administración de justicia, pues a la fecha, dos años después, ningún detenido hay, quizá hasta con la investigación abandonada, por el asesinato de los nueve reporteros y fotógrafos, más los tres reporteros desaparecidos (Chinameca, Acayucan y Cardel), más un dí­a más sin ímbar Nayeli, más la pareja de novios secuestrada en Córdoba, más decenas, cientos de paisanos que todaví­a siguen desaparecidos…