Mientras, sigue el movimiento de los profes. En el DF y en el resto del paí­s, entre ellos, Veracruz.

Así­, habrí­a de visualizar quizá, acaso, los siguientes escenarios:

1) Los Callejas Arroyo y cómplices intentarán recuperar por la fuerza las oficinas del Snte y se armará una trifulca, que a nadie conviene, pues ni modo que los profes inconformes se dejen. Menos, claro, favorece más turbulencia al gobierno del estado.

2) Los profes inconformes buscan destituir a los caciques magisteriales, y más aún a los perpetuados en el poder, empezando por los Callejas y los Gaudencios, y, bueno, el asunto terminará en la secretarí­a de Trabajo y Previsión Social de Veracruz, en primera instancia, donde la capacidad y la habilidad polí­tica para el diálogo y la negociación del titular, Marco Antonio Aguilar Yunes, estará a prueba. Serí­a, incluso, su debut estelar, pues en los últimos 34 meses parece un cero a la izquierda. Ni se ha visto ni sentido.

3) La incapacidad de la secretarí­a de Trabajo, y de paso, de la secretarí­a General de Gobierno, a cargo de Erick Lagos, responsable de la polí­tica interna, es rebasada por los maestros inconformes, y entonces, el asunto es atraí­do por el gobierno federal. Malo para Veracruz.

4) Las pasiones de parte y parte se desordenan, y bajo la inteligencia de que los profes inconformes se adueñaron por la fuerza del edificio del SNTE, de igual manera los Callejas optan por la razón de la fuerza… en vez de la fuerza de la razón. Y las partes se agarran a madrazos.

5) De igual manera como el gobierno estatal desalojó con aparatos para toques eléctricos, perros amaestrados, tolete y macana y patrullas… la madrugada del 14 de septiembre a los profes del centro urbano de Xalapa, también reproducen el modelito, y desalojan por la fuerza del edificio del SNTE a los profes inconformes. Malo, porque significará que la represión habrá tomado carta de adopción en Xalapa, como quedara constatado el viernes 23 de agosto con los porros que tomaron la USBI de Xalapa el dí­a del octavo y último informe del exrector de la U.V.

6) Con tantos pendientes sociales y económicos en Veracruz, el reality show del Snte tomado se deja crecer como un elemento distractor. Y más si se considera que una caracterí­stica del sexenio próspero es que todo se resbala. Se resbalan las horas y los dí­as. Pero también los conflictos. Incluso, la vida misma. El presidente Adolfo Ruiz Cortines apostaba a que los problemas envejecieran, pues en automático se resolví­an.

¿DE QUÉ LADO SE PONDRí EL SEXENIO PRÓSPERO?

7) Hay en Veracruz un mal fario, una mala vibra, un karma negativo. Los nueve reporteros y fotógrafos asesinados. Los crí­menes impunes. Las decenas de desaparecidos. Tomado el edificio del SNTE en Xalapa, ya se verá si el sexenio próspero continúa encubriendo a los Callejas Arroyo, o por el contrario, da paso, a través de la secretarí­a de Trabajo, a la restauración sindical La disputa de los carteles. Una espantosa deuda pública. Cero obra pública. La indiferencia presidencial. Etcétera. Así­, tomados los edificios del SNTE es una gota más… que en nada perturba a la elite gobernante. Lo establece el dicho ranchero: si te preocupas, los problemas se resuelven. Y si no te preocupas, también.

8) Mal sí­ntoma que con tanta oposición, el cacique Callejas Arroyo se obstine en perpetuarse en el trono sindical. Caray, ya se enriqueció con el liderazgo. Ya tiene 30 años en el mando. Pero, bueno, lo dijo el góber fogoso con gran sabidurí­a: “Los tlacotalpeños, como los polí­ticos, no tienen llenadera”. Pero con todo, Callejas Arroyo se ha vuelto incómodo para el sexenio próspero. Son más los dolores de cabeza que genera que los dí­as felices. Además, si el presidente Enrique Peña Nieto encarceló a Elba Esther Gordillo, la duda es si en Veracruz tolerarán más tiempo a Callejas Arroyo. Claro, lo inteligente y lo prudente serí­a dejarlo solo y dejar en libertad a los maestros decidir su destino sindical.

9) Contra viento y marea, los profes inconformes se mantienen en el edificio del SNTE… hasta que, en todo caso, se revisen los tiempos sindicales de los Callejas Roldán en el trono y negociar, de ser necesario, una nueva convocatoria. Así­, los Callejas Arroyo podrán inspirarse (perdón, Benito Juárez) en Benito Juárez que en un carruaje anduvo huyendo y en otro cargando los documentos de la nación. Y a medir fuerzas.

10) Si los profes inconformes de otras entidades federativas también toman las oficinas de los SNTE, entonces, la presión social y polí­tica se multiplicará. Y el gobierno se ubicará entre la espada y la espada, con una gran prueba de fuego para las secretarí­as de Trabajo, pues se tratarí­a de un conflicto sindical, partiendo la negociación de la renuncia y/o la caí­da de los lí­deres charros.

11) Luego del fracaso de la marcha a la que ayer martes 24 de septiembre convocaron los Callejas Arroyo en Xalapa con solo unos 80 asistentes, a los caciquillos solo queda la renuncia. Incluso, antes, mucho antes de que sean lanzados del paraí­so. Los hechos y las circunstancias los han rebasado. Su hora de retirarse ha llegado. Y si por capricho, emberrinchados, desean perpetuarse, corren el riesgo de terminar igual que Elba Esther Gordillo, a quien, por cierto, Callejas Arroyo traicionara. De paso, habrí­a de referir que Fernando Gutiérrez Barrios, profundo conocedor de la naturaleza humana, lo decí­a: quien traiciona una vez… traiciona siempre.

12) Ante tanto rechazo, y por dignidad, los Callejas Arroyo debieran renunciar. Pero lo anterior significa tanto como pedir peras al olmo. Ya se verá, no obstante, si el sexenio próspero los sigue encubriendo.