Policía represora
•Estudiantes amenazados
•Condecorarán a Bermúdez
EMBARCADERO: con los estudiantes de la Universidad Veracruzana (U.V.) como participantes solidarios en las marchas de los profes sublevados de Veracruz, se ha revelada la naturaleza de la secretaría de Seguridad Pública (S.P.P.) a cargo del general Arturo Bermúdez Zurita, en su relación con la sociedad jarocha... De acuerdo con la nota informativa suscrita por el reportero Jair García (La jornada, 20 de septiembre, 2013) los alumnos, que son activistas sociales, han sido perseguidos y detenidos por elementos policiacos de manera constante
Luis Velázquez
Claro, el hostigamiento y la privación de la libertad tiene una sola razón de fondo y de pesos, como es el respaldo de los muchachos a los maestros quienes ahora y, además, han planteado la destitución de los 18 líderes magisteriales charros de Veracruz… Y, bueno, de ser así, estamos volviendo a la edad de Piedra, la más ferozmente recordada, los años de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría ílvarez en Los Pinos, desde el movimiento estudiantil del 68 y la guerra sucia, cuando las fuerzas policiacas servían para blindar, por un lado, a la elite gobernante, y por el otro, reprimir a los inconformes… Lo anterior, incluso, resulta irónico y paradójico, si se recuerda, por ejemplo, cuando el titular de la SPP publicó un boletín pagado en la prensa escrita donde los policías efectúan talleres de manualidades, terapias quiroprácticas, consultas médicas y dentales, reparación de aparatos electrodomésticos y hasta el corte de cabello a los vecinos, reproduciendo el modelo del ejército… Pero más aún, se trata del otro rostro de policía que el general desea proyectar a los casi 8 millones de veracruzanos como cuando, por ejemplo, luego de amenazar con la cárcel al fotoperiodista Félix Márquez, le solicitó el perdón y fue recibido en la burocrática Comisión de Atención a Periodistas como el paladín de una nueva moral pública…
MURO DE PESCADORES: de acuerdo con los estudiantes de Sociología de la U.V., entrevistados por Jair García, además de la persecución policiaca contra los alumnos, los policías estatales también los han amenazado con la cárcel en caso de proseguir en su lucha solidaria… Y, caray, lo anterior es más grave, primero, en un Estado de Derecho; segundo, en una entidad federativa como Veracruz con el descrédito y el desprestigio en la tierra jarocha, en el país y en varias latitudes del mundo de una elite priista gobernante que todavía hoy, dos años después, mantiene impune el asesinato de nueve reporteros y fotógrafos, entre ellos, la gran duda sobre el asesino de la corresponsal de Proceso, Regina Martínez, y quien como reportera cronicara la ola de crímenes Veracruz está en ebullición y la única respuesta de Estado y del Estado es lanzar a los policías en contra de los profesores y estudiantes marchistas en Veracruz, entre ellos, la de aquella persona ejecutada a la altura del aeropuerto de “El lencero”™”™, en Xalapa, desde un helicóptero… Y si los policías, con el uniforme y la gorra, la macana y el tolete, y la patrulla como estandarte están amenazando a los estudiantes de la UV con la prisión si continúan marchando al lado de los profes constituye un delito de lesa humanidad, además de un abuso y exceso del poder político y policiaco en materia de derechos humanos y civiles… Por eso mismo, los universitarios han solicitado un alto a la persecución policiaca, antes de que, digamos, a un policía se le vaya un tiro, y entonces, tengamos en Veracruz un mártir… Pero además, que decepcionante y desalentador resulta que los policías de la SSP sean utilizados con tal objetivo… De paso, una vez más, la figura del rector de la U.N.A.M., Javier Barrios Sierra, al frente de la manifestación estudiantil del 68, se vuelve icónica y se multiplica en su dimensión académica, pues en Veracruz priva el silencio de las 240 universidades públicas y privadas…
ASTILLEROS:/b> la policía del general Bermúdez al servicio de la intimidación, el amedrentamiento y la represión contra las marchas de profesores, estudiantes, padres de familia y ciudadanos adquiere tonos peores… Bastaría referir, por ejemplo, que los chicos también han denunciado que son detenidos por la policía estatal y “cuestionados sobre su relación con organizaciones no gubernamentales, ong, y asociaciones civiles defensoras del medio ambiente”… Y el hecho empeora cuando el cacique del SNTE, Juan Nicolás Callejas Arroyo, denunció en Ixhuatlán del Sureste que las marchas en Veracruz son “influenciados por el EZLN y el Ejército Popular Revolucionario”, con lo que da anuencia para multiplicar, como los peces y los panes, la represión… Cuidado, señores, por lo siguiente: primero, nadie tiene pruebas de disolución social de los profes y universitarios, pues si las tuvieran, el camino sería interponer una demanda penal… Segundo, desde antes de que el general Arturo Bermúdez viniera al mundo, los políticos ya utilizaban tales argumentos… Tercero, ningún político puede impedir ni prohibir a los jóvenes la entrañable solidaridad con la lucha social… Cuarto, tampoco se puede prohibir que pertenezcan a una ONG, una asociación del medio ambiente, etcétera, para realizarse a plenitud en su vida colectiva… Cinco, los profes y los universitarios siguen marchando debido a la incapacidad política para el diálogo y para convencer con argumentos, y por tanto, la policía se encarga de pacificar la inconformidad social, y tampoco se vale en un Estado de Derecho… Seis, además de los policías represores, los alumnos han denunciado que agentes de la secretaría General de Gobierno, a cargo de Érick Lagos, los está reprimiendo a través de sus agentes, sus porros, sus “orejas” y sus dobles agentes, y ni hablar, lo anterior vislumbra que al ratito lancen a los marinos y soldados, “los halcones” de Luis Echeverría ílvarez, a los indignados… Veracruz está en ebullición y la única respuesta de Estado y del Estado es la fuerza represora de los policías y estudiantes… Una policía que sirve para el brutal desalojo de profes en la madrugada del 14 de septiembre, y para sembrar la zozobra en los cañeros marchistas, y para cooptar a migrantes y entregarlos a los carteles, y para ocupar el primer lugar en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y para tender lazos con los carteles… Pronto, quizá, el Congreso jarocho comandado por Flavino Ríos Alvarado condecorará al general Bermúdez por salvar a Veracruz de la hecatombe…

