Un pueblo en rebeldía
•Marchas en Veracruz
•Escuchad el latido social
I
Una parte de la sociedad de Veracruz está creciendo en dimensión cívica, ética, moral y humana, reclamando el cumplimiento de sus legítimos derechos.
Por ejemplo: la manifestación de más de 30, 40, 50 mil profesores y estudiantes en Xalapa en el día más convulso de la sublevación de maestros (11 de septiembre) protestando contra la reforma educativa y sus leyes secundarias.I
Una parte de la sociedad de Veracruz está creciendo en dimensión cívica, ética, moral y humana, reclamando el cumplimiento de sus legítimos derechos.
Por ejemplo: la manifestación de más de 30, 40, 50 mil profesores y estudiantes en Xalapa en el día más convulso de la sublevación de maestros (11 de septiembre) protestando contra la reforma educativa y sus leyes secundarias.
Luis Velázquez
La protesta de unos 5 mil profesores y estudiantes de la Universidad Veracruzana, el sábado 14 de septiembre en la tarde, exigiendo la libertad del alumno de la facultad de Sociología y poeta, Juan Alberto Arellano Mariano.
La marcha en silencio de unas 20 mil personas, entre profesores, estudiantes y ciudadanos, el lunes 16 de septiembre, en Xalapa, para denunciar y exigir la libertad de 16 maestros desaparecidos en el brutal desalojo policiaco de profes la madrugada del 14 de septiembre.
La impresionante marcha de unas 20 mil personas en Minatitlán, entre profes, alumnos y ciudadanos, inconformes con la reforma educativa.
Las marchas magisterial de norte a sur de Veracruz, sobre todo, en los municipios de Papantla, Córdoba, Orizaba, Ciudad Mendoza, Xalapa, el puerto jarocho, Los Tuxtlas, Acayucan, Minatitlán y Coatzacoalcos, que sumaron miles.
La marcha de los cañeros de Tres Valles a la ciudad de México (9 de septiembre) reclamando un precio digno y justo por la tonelada de caña y quienes se plantaron ante la Secretaría de Agricultura.
Las decenas de marchas en Xalapa de padres y madres de jóvenes desaparecidos, algunos de los cuales tienen varios meses de secuestrados.
La marcha de familiares de gente que fue desaparecida y luego apareció muerta, ejecutada, torturada, incluso cercenada.
Las protestas de vecinos en varias latitudes de Veracruz porque las lluvias han arrasado (cerros desgajados) con más de 33 muertos, los últimos 12 en Altotonga.
El rechazo de vecinos del puerto jarocho, de la unidad habitacional ”˜”™El campanario”™”™, a las despensas entregadas por el gobierno estatal, al grito de ”˜”™¡Estamos hartos de despensas!”™”™, cuando la lógica y la razón exigen obra pública.
Hay, pues, señores del poder, una sociedad en Veracruz Fernando Gutiérrez Barrios lo decía así: "Si es mediodía y el pueblo dice que es de noche… es hora de encender las farolas" que como en el resto del país se ha vuelto insumisa y contestaria, y a la que, por desgracia, ningún político ha sido sensible, ni tampoco, claro, quizá, acaso, ha detectado, y si ha escuchado el clamor, ha preferido ignorarlo con menosprecio e indiferencia.
Fernando Gutiérrez Barrios, el policía-político, lo afirmaba de la siguiente manera: ”˜”™Si son las doce del día y el pueblo dice que es de noche… es hora de encender las farolas”™”™.
II
Profesores, estudiantes, cañeros, padres de familia, etcétera, de Veracruz están creciendo como seres humanos y ciudadanos, asumiendo su papel como agentes dinámicos, hartos, fastidiados de la terrible desigualdad social, económica, cultural y política.
Pero también, de lo que ellos consideran un sistema político y social y económico desigual, injusto.
Y por añadidura, hartos de la corrupción y deshonestidad de la elite política.
Un Veracruz donde 3 familias (los Chedraui, de Xalapa; los Chaín, de Orizaba, y los Ruiz Ortiz, de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río) ostentan más del 60 por ciento de la riqueza estatal.
Un Veracruz donde cada sexenio y trienio aparecen políticos ricos que en 6 y 3 años han coleccionado una fortuna para resolver los pendientes económicos de varias generaciones.
III
Los ciudadanos de Veracruz han empezado a ejercer su derecho y su libertad a inconformarse marchando en las calles y avenidas y carreteras.
Se trata de un primer paso. Importante. Optimista. Lleno de esperanza.
Lo dijo Ricardo Flores Magón en 1910: la resistencia es la única forma de lucha que nos llevará a un país justo.
Por eso, en el sexenio próspero habrían, con voluntad política y social, de escuchar el latido de la gente, antes, mucho antes de que sean rebasados por unos ciudadanos que están renaciendo a la vida.
La población está creciendo en la insurgencia. Los políticos, en cambio, siguen igual.
Una, es la moral de la nación y del Estado. Otra, la de los políticos. Otra, la de los ciudadanos.
Los ciudadanos se están asomando, están metidos, en la irascibilidad social. Los políticos, siguen ejerciendo el poder con el hígado, haciendo la Constitución a un lado.
Así, mientras la gente se levanta, los políticos pretenden imponerse a través del cerco mediático, olvidando, incluso, que las redes sociales se han vuelto más poderosas que la prensa escrita, hablada y digital.
El arte de gobernar, sin embargo, consiste en juntar los polos opuestos.
Pero en el sexenio próspero pareciera que los operadores políticos han fracasado. Por eso mismo se encerraron en una cápsula con los 18 líderes magisteriales ”˜”™charros”™”™ a quienes los profes rechazan y vomitan.

