Así­, todo indica que a partir de la fecha, los de por sí­ jugosos convenios mensuales (otros les llaman alianza editorial de manera pomposa, light) serán reducidos a lo mí­nimo, en unos casos, y en otros, de plano, quizá la tijera, mejor dicho, la barredora sea implacable… Y es que la polí­tica bí­blica de que “en polí­tica todo lo que se compra con dinero… sale barato” está evidenciada y cuestionada en el caso de la relación entre el sexenio próspero y los medios, pues, simple y llanamente, se olvidó la contraparte enseñada por la Universidad de Harvard, campus Nopaltepec, en el sentido de que los medios, igual que los tlacotalpeños, tampoco “tienen llenadera” y con tal de quedarse “con el recurso lácteo… lo mismo arriba que abajo”… Por eso es que el cuarto titular de SEFIPLAN habrí­a sugerido una revisada a la estrategia comunicativa y según las versiones, algunos magnates mediáticos están que trinan, pues, ni modo es la realidad, la mayor parte de sus ingresos proviene, en efecto, de los gobiernos municipales y estatales… Y como los alcaldes mediáticos de Veracruz están a 4 meses de entregar la estafeta al sucesor, de plano han suspendido los convenios, y por tanto, los dueños de los medios se sienten estrangulados…

BALAUSTRADAS: es más, resulta inverosí­mil la versión de que algunos medios usufructuaban convenios mensuales de 4 millones de pesos y de 3 millones y de 2 millones, cuando si se auditara su circulación real y efectiva significarí­a una sorpresa cardiaca del tamaño del mundo… En todo caso, y de ser así­, la cuchilla de SEFIPLAN habrá entrado, sin dudas ni miedos a que la palabra escrita se lance contra la dependencia y/o en todo caso, hasta contra el jefe máximo… Además, hay otra versión, la siguiente: de cara al tercer año de gobierno habrán contabilizado el presupuesto invertido en comunicación social con un gran descubrimiento: mientras el Congreso autorizó equis recurso anual, por debajo de las sucias y sórdidas cañerí­as han ramificado algo así­ como unos 2 mil millones de pesos para orientar y reorientar la imagen de un Veracruz considerado como el tercero más importante en Y es que solo así­, sin “untar la mano a la prensa”… puede evaluarse la fuerza social de un grupo gobernante materia electoral… Y no obstante la billetiza, y de cara al pasado inmediato, la imagen, por ejemplo, de don Fernando Gutiérrez Barrios como gobernador, resulta fuera de serie, quizá la más respetada y respetable, pues, además, él mismo era su vocero… Y ni se diga el recuerdo de Marco Antonio Muñoz Turnbell como jefe del Poder Ejecutivo, quien más allá de la obra pública bastó su carisma personal para seducir a la población jarocha de entonces… Incluso, y con todo su historial de procurador de Justicia de la nación en el sexenio del presidente Adolfo López Mateos, Fernando López Arias sigue manteniéndose como el gobernador insuperable, el mejor de todos los tiempos, en la lista de los 73 jefes del Poder Ejecutivo que han caminado por Veracruz…

ESCALERAS: por eso resulta válido preguntarse con serena frialdad, sin pasiones desordenadas, el resultado de la inversión millonaria en comunicación social del sexenio próspero… ¿Cómo, y de qué forma se ha traducido cada billete entregado a la prensa escrita, hablada y digital para construir y proyectar la imagen de un gabinete al servicio social de cada pueblo?... Pero además, si de antemano se sabe que entre la polí­tica y la prensa, como afirma Julio Scherer Garcí­a, existe “un maridaje por conveniencia”, entonces, ¿cuál ha sido la pulcritud con que el sexenio próspero ha levantado su relación con la prensa, pues ahora cuando se habla de que ”˜”™la alianza editorial”™”™ sufrirá un menoscabo… ya empiezan los vendavales mediáticos?... José López Portillo, el más frí­volo de los ex presidentes, lo decí­a de la siguiente manera: “No te pago… para que me pegues”… En contraparte, si es cierto, como se afirma, la barredora de SEFIPLAN con los jugosos convenios con los medios, entonces, por aquí­ dejará de correr el billete en automático una parte substancial de la prensa iniciará el bombardeo mediático, pues así­ los acostumbraron, “amor con amor se paga”… Un hecho es manifiesto: a un trabajador de la información le pagan un salario en su medio, y por tanto, ninguna razón existe para que el gobierno les “unte la mano”… Pero además, y por añadidura, un medio vive de la publicidad comercial y la circulación, y por tanto, recibir un subsidio mensual los ata para el resto del sexenio… Por eso, si el cuarto titular de SEFIPLAN ha sido escuchado en las alturas, en nombre de los 6, 7 millones de jarochos en la pobreza y la miseria, un millón de aplausos… Francisco I. Madero dejó de financiar a la prensa que mantení­a controlada Porfirio Dí­az… Entonces, el sobrino del dictador, Félix Dí­az, aprovechó la circunstancia y financió a la prensa que se volvió crí­tica de Madero… Y si Madero cayó en ningún momento fue por el ejercicio crí­tico del periodismo, sino por la traición del general Victoriano Huerta, aliado con el sobrino de Porfirio Dí­az y la embajada de Estados Unidos… Y es que solo así­, sin “untar la mano” a la prensa, puede evaluarse la fuerza social de un gobernante… A partir del billete fácil todo se vuelve halago, cortesaní­a, incienso, vasallaje…