Carta abierta
Marí­a de la Paz Delfí­n
12 de diciembre de 2010

Maestra y amiga:

Muchas, muchí­simas gracias por tu amistad que me honra, pero también, por el más fascinante de los regalos de que he tenido memoria. El libro ”˜”˜Lo mejor del periodismo de América Latina”™”™, editado por la Fundación de Gabriel Garcí­a Márquez y que apenas a comienzo de semana fue presentado en la Feria Internacional del Libro, en Guadalajara, todaví­a anoche me seguí­a preguntando cómo, de qué manera lo conseguiste.
Desde el miércoles al mediodí­a cuando recibí­ el libro me he encerrado a leerlo y te doy las gracias por la dulce compañí­a, porque te has acordado de tu servidor que, como siempre, te admira, porque, además de tu generosidad, eres propietaria de tu destino, y no cualquiera.
Gracias, también, por las letras que custodiaban el libro y por recordarme (ojalá pudieran repetirse) algunas de las mejores horas vividas frente a una tacita de café y pancito recién salido de la panaderí­a, en el cuarto, quinto piso de aquel restaurante, mirando la bahí­a, el Golfo de México, el vuelo de una gaviota solitaria, la mañana.
Carlos Fuentes dice que ”˜”˜el amigo es el otro yo que uno quisiera ser”™”™.
Y si es así­, como creo, tú, dueña de tu libertad y autonomí­a, eres un sí­mbolo, una esperanza, un objetivo, una meta.
Hasta luego, y deja, por favor, reproducir una frase de la carta de Carlos Marx a su pareja, cuando ella lo esperaba en Rusia y él estudiaba en Parí­s, financiado por su amigo, el rico Ernest Engels:
”˜”˜Ya que no te puedo besar con los labios… te beso con la palabra”™”™.

Atentamente.
luis velázquez rivera