Sin embargo, habrí­a de revisar el dato del CONEVAL donde asienta que hay en el paí­s 53.5 millones de mexicanos en la pobreza, lo que significa el 45.5 por ciento de la población… Y esa cantidad, dijo CONEVAL, se ubica en los estados de Chiapas, Guerrero, Puebla, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz… Es decir, “el estado ideal para soñar” ocupa el sexto lugar nacional con mayor número de pobres, miserables y jodidos de norte a sur del paí­s… Pero más aún, y si se revisa el número de personas en la pobreza según CONEVAL, Veracruz ocupa el primer lugar nacional con 4 millones 141,008 habitantes… En tanto, y aun cuando el estado de Chiapas está en primer lugar en porcentaje, el 74.7 por ciento de la población, sólo tiene 3 millones 782 mil 3 chiapanecos en la pobreza… Y lo que es peor, Oaxaca, con unos 570 municipios, más del doble que Veracruz, figura en el cuarto lugar nacional de la pobreza, dos arriba de Veracruz; pero en cambio tiene 2 millones 434 mil 6 oaxaqueños en la pobreza, s decir, casi la mitad que Veracruz…

BALAUSTRADAS: según CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Polí­tica de Desarrollo Social), con todo y su riqueza natural de la que tanto alardean los duartistas, Veracruz está en el sexto lugar nacional de la pobreza; en tanto los estados de México, Jalisco y el Distrito Federal, que con Veracruz forman parte de la gran reserva electoral del paí­s, ni siquiera aparecieron en los primeros lugares… Y eso que Edomex y el D.F. jalan mucha, demasiada población migratoria cada año, mientras en la tierra jarocha las remesas se Decir que Veracruz hay dejado de ser una fábrica de pobres es repetir la sentencia bí­blica de Goebbels de que “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad” han convertido en el sustento número uno de la economí­a estatal, por encima incluso de la industria cañera que representa ingresos directos e indirectos para unos 900 mil veracruzanos… Pero, además, Marcelo Montiel y compañí­a lanzan su triunfalismo al aire nacional con falsas premisas, falacias puras, jugando de manera perversa y mañosa con la estadí­stica… Por un lado, hablan de que en los dos últimos años del duartismo unos 327 mil jarochos superaron su condición de pobreza, y por el otro, omiten el número de pobres que todaví­a existe de norte a sur de la entidad… Pero además, si tal hipótesis se basa en los techos delámina, los pisos de concreto, las estufas ecológicas y las despensas a pueblos como Mixtla de Altamirano, donde izaron la bandera blanca del “Adiós a la pobreza”, entonces, estamos jodidos, porque sólo significan paliativos intrascendentes para un populismo ramplón… Simple y llanamente, Veracruz está sembrado de pobres y miserables, y lo que es peor, desde hace 500 años, mejor dicho, desde la edad de Piedra, y nada indica que la situación social y económica vaya a cambiar en el transcurso del sexenio…

ESCALERAS: peor tantito si se considera lo siguiente: según CONEVAL “de la población menor de 18 años, 53.2 por ciento (unos 21.2 millones) de jóvenes están en pobreza, y de ellos, 12.1 (4.7 millones) en pobreza extrema” como suelen llamar los tecnócratas polí­ticos a la miseria… Es decir, más de la mitad de la población joven del paí­s, a quienes los polí­ticos han declarado “el gran futuro de México”, está pobre y miserable… Y como ha venido sucediendo desde antes de la llegada de Alejandro el barón de Humboldt a México, la desigualdad social y económica envuelve a todos ellos… Y si tal estadí­stica la bajamos a Veracruz, entonces hablarí­amos de que el dato se reproduce de igual manera… Por eso resulta absurdo, incluso ofensivo y humillante, que el titular de la SEDESOL en Veracruz, Marcelo Montiel, se vista de pavorreal y aletee una realidad que únicamente existe en su imaginación calenturienta… Incluso, cuando habla de que unos 327 mil veracruzanos dejaron la pobreza y la miseria serí­a interesante que enlistara la cantidad pueblo por pueblo, región por región, para saber de qué estamos hablando… Así­, los quisquillosos, incrédulos y agnósticos (que somos miles) pudiéramos cotejar sus datos de comunidad en comunidad… Y, bueno, si en verdad resulta que su calidad de vida ha mejorado porque tienen un empleo digno y justo, garantizada la salud y la educación y la seguridad para los hijos y la familia, entonces, sólo entonces, se habrá de reconocer tal apotegma… Mientras, se trata de un populismo ramplón, basado en el apotegma de Joseph Goebbels, en el sentido de que “una mentira repetida mil veces… se convierte en verdad”.