Pues bien, de acuerdo con la información, Ranulfo se convirtió en un chivo expiatorio de aquel desaguisado en Boca del Rí­o, donde el exalcalde y extitular de SEFIPLAN, Salvador Manzur, y el delegado del CDE del PRI, Pablo Anaya, y el director de Gobernación municipal, Felipe Sosa, acuñaron la frase de que los programas sociales significaban “oro molido” para ganar la elección de alcaldes y diputados locales el 7 de julio… Y es que Ranulfo, primero, nunca, jamás, estuvo en tal junta, donde el priismo cometió un error de primaria… Segundo, jamás, nunca, fue informado ni convocado, pues el operativo fue organizado por Felipe Sosa, poderoso director de Gobernación en el trienio de Manzur Dí­az como alcalde boqueño… Tercero, en ningún momento hubo recursos federales a la vista, sino, en todo caso, estaban previstos en el plazo inmediato… Y cuarto, nadie de la elite priista ni de la cúpula gobernante disparó su arma en defensa de Ranulfo y dejaron que los hechos y las circunstancias lo avasallaran…

BALAUSTRADAS: en aquellos dí­as, de pronto, el asunto brincó (claro, con una mano blanca moviendo la cuna) a la prensa local, y luego a la defeña, y entonces hubo una madriza mediática en contra de Ranulfo, que aun cuando buscó explicarla, nunca le abrieron las puertas… Y por el contrario, la vocera próspera ni un dedito movió… Así­, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga (combatida experredista que en los años estudiantiles soñaba con Carlos Marx para solucionar el hambre y la miseria) citó a Ranulfo en la ciudad de México para aclarar paradas… Ese mismo dí­a, la titular de la SEDESOL tuvo una rueda de prensa en el Distrito Federal, mientras Ranulfo se arreglaba en el hotel para la cita con Rosario Robles… En la rueda de prensa, el Ranulfo Márquez fue una ví­ctima del ranulgate. Nadie del sexenio próspero salió en su defensa, cuando todos sabí­an que ni vela tení­a en el entierro asunto de Veracruz fue exhibido en la pasarela… Y el bombardeo de los tundeteclas fue tanto que, ni modo, allí­ mismo Robles Berlanga, sin hablar antes con Ranulfo, anunció su despido, además del cese para los otros 6 funcionarios de la SEDESOL… Para entonces, claro, tanto el PAN como el PRD habí­an armado el escándalo y anunciado, incluso, el tronadero del Pacto México, el programa estelar del peñismo… Ranulfo, pues, se enteró por los noticieros de radio que estaba desempleado… Entonces, habló por teléfono a la SEDESOL para pedir instrucciones, mejor dicho, para medir el agua a los camotes, y por supuesto, la audiencia le fue cancelada… Ni siquiera, vaya, le dieron chance de llegar a la SEDESOL para informar los hechos puntuales… Sin embargo, todaví­a esperaba un milagro, y cuando dí­as después en Xalapa le preguntaron si regresarí­a habló con optimismo, pues se sabí­a, se sabe, inocente de aquel zafarrancho polí­tico electoral… Luego, desde la prensa defeña la elite panista y perredista seguirí­a bombardeando a Veracruz con Salvador Manzur en SEFIPLAN, y el gobernador, su compadre, lo mantuvo hasta que de plano fue imposible… La orden de su despido llegó desde Los Pinos, ví­a la secretarí­a de Gobernación…

ESCALERAS: en tal juego y rejuego de las pasiones polí­ticas, la elite priista jarocha fue rebasada, pues en ningún momento tomó la espada en prenda para defender la causa… Nadie respondió a tiempo para aclarar la inocencia de Ranulfo Márquez… Incluso, y hasta se sabe, el mismo Ranulfo perdió el control de su gente y nadie, tampoco, salió al quite… El mismo Felipe Sosa, que para entonces estaba quemando sus naves en la Dirección de Gobernación y despachaba en la SEDESOL-Xalapa, optó por esconderse a piedra y lodo, sin asomarse para nada, y más, porque sabí­a que el fuego en contra de Ranulfo era injusto… Horas después vendrí­a el ramalazo de Los Pinos de parar el nombramiento de los delegados federales , y hasta la fecha, están pendientes 30 cargos públicos… Pero más aún, en el palacio de gobierno se pusieron tan nerviosos, no obstante los asesores de lujo José Murat Casab y Enrique Jackson, que en el imaginario popular las familias beneficiadas con el programa Oportunidades en el sexenio de Felipe Calderón, y por añadidura, en Veracruz, siguen en la lista, y por tanto, deben el privilegio a los anteriores titulares de la SEDESOL, Abel Cuevas Melo y Miguel íngel Yunes Márquez… Y es que Ranulfo y compañí­a apenas operaban el cambio de beneficiados y ante el tsunami quedaron sin hacha, calabaza y miel…
POSDATA: hay en Veracruz dos opciones de periodismo marginal: blog.expediente.mx y elcronista.mx. Muchas, muchí­simas gracias por su visita diaria.