Cochinero priista
â–ºPlutarco Elías Calles impuso a sus hijos en cargos públicos, pero Érick Lagos favoreció la candidatura de juniors, esposas, hermanos, padres y amantes
â–ºMayoría de nominados, nunca, jamás, hicieron talacha partidista
â–ºPara ser abanderado en el partido rojo se necesita apellido de abolengo y ser hijo de un político y/o de un pudiente
Hay en la militancia priista una indignación creciente, multiplicada. Y la hay porque el presidente del CDE del PRI, Érick Lagos Hernández, cambió las reglas del juego como traje a la medida. Así, impuso de candidatos a juniors, hijos de políticos y empresarios. Pero además, a esposas de políticos. Y a políticos disidentes los ungió candidatos pluris, solo por haber roto con los enemigos del góber fogoso y el góber en turno.
Por ejemplo, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río los candidatos a las alcaldías son Ramón Poo Gil y Sergio Pazos junior.
Y ninguno de los dos, nunca, jamás, ni por curiosidad, pintaron paredes y árboles con la leyenda del partido tricolor. Tampoco fueron ”˜acarreados”™. Menos, participaron en mítines y marchas.
Tampoco, claro, cargaron la maleta al jefe. Ni menos, mucho menos, hicieron proselitismo en colonias populares. Ni repartieron volantes a favor de un candidato priista.
Ni menos, mucho menos, distribuyeron despensas alimenticias ni escolares, ni gorras ni sombreros con el logotipo del PRI, ni camisetas ni lapiceros.
Ni menos los jefes máximos los enviaron al campo de batalla sin un centavo, ni siquiera, vaya, para el refresco, la torta, el taxi y, por tanto, como sucede con miles de militantes, jamás pusieron de su bolsa para cubrir gastos básicos, inevitables.
Tampoco pusieron su automóvil y el pago de gasolina para la talacha priista. Como por ejemplo, transportar los productos (gorras, playeras, lápices, etcétera) para regalar en las colonias con el objetivo de amarrar el voto para el candidato a un puesto de elección popular elegido por la cúpula de forma unilateral.
Son candidatos fast track, por dedazo, porque son hijos de ricos, empresarios, incluso dueños de medios de comunicación, con apellido de abolengo, juniors estudiados en el Tec de Monterrey, en la Ibero, incluso en la universidad Cristóbal Colón.
Y lo que es peor: nunca, jamás, fueron tratados con humillaciones y vejámenes por los jefes priistas, aquellos que también por dedazo mandan con sentido altanero, grosero y déspota. Aquellos que sólo ordenan, como si en verdad conocieran el terreno de los hechos sin haber, nunca, jamás, participado en el campo de batalla.
Por eso existe un resentimiento de la militancia priista en contra del presidente del CDE del PRI.
MENOSPRECIO A “LA PERRADA”
Y, bueno, ni hablar, muchos aguantan vara porque sienten la vocación política y creen que es uno de los caminos para acceder al poder; también, porque desde la fundación del abuelito del PRI, en 1929, así ha operado el sistema político.
Y de igual manera porque miran alrededor y de norte a sur de Veracruz, y miles de militantes están así. “La perrada” les suelen llamar los jefes.
Pero al mismo tiempo, en rara y extraña contradicción, el rencor se multiplica por lo siguiente: mientras los juniors, por ejemplo, Ramón Poo Gil y Sergio Pazos Navarrete fueron impuestos porque son hijos de ”˜ricardos”™ y por el apellido de abolengo; decenas, cientos, miles de priistas que han pasado por la talacha, el campo de batalla, la friega, la espalda al sol, fueron sacrificados una vez más.
Es decir, en tanto esos priistas han esperado un trienio y un sexenio y otro trienio y otro… para ser favorecidos con la candidatura a un puesto de elección popular, y/o en todo caso, a un cargo público y siempre han sido estafados, con el presidente del CDE del PRI jarocho los juniors, las esposas de los políticos, hasta los papás y los hermanos, fueron palomeados para una candidatura.
Con Plutarco Elías Calles, el fundador del viejo PRI, la cultura política quedó en oportunidades para los hijos. Por ejemplo, el sonorense presidente de la República , profesor de educación primaria, devoto de los mediums, impuso a uno de sus hijos como gobernador de Nuevo León, a otro de Tamaulipas, y al tercero, primero como diputado federal y luego como secretario de Estado.
Ahora, el PRI jarocho ha avanzado, digamos, a la modernidad política y son los juniors, cierto, los elegidos, pero también los padres, los hermanos, las esposas y hasta los y las amantes; el segundo frente de hombres y mujeres priistas.
Por eso el desencanto. Y por eso mismo, la gran frustración de militantes tricolores. Tantos jóvenes que empezaron y han dejado sus vidas en la talacha partidista sin una oportunidad.
EL NUEVO PLUTARCO ELíAS CALLES DE VERACRUZ
Pero, además, con otra mala enseñanza. Las acusaciones contra Érick Lagos de haber subastado candidaturas a las presidencias municipales, sindicaturas, regidurías, y quizá, hasta diputaciones.
En unos casos, hablan de 3 a 5 millones de pesos…claro, sin recibo. Y, desde luego, a partir de que el exalcalde perredista de Gutiérrez Zamora denunciara que el presidente del CDE del PRI compró en 3 millones de pesos y la impunidad del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, a unos 22 alcaldes para desertar de sus partidos políticos (PAN y PRD) y afiliarse al PRI, entregándolos en bandeja de plata (Herodes a Salomé la cabeza de Juan Bautista) al candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.
Así, “la perrada” priista sabe que si el presidente del CDE del PRI sigue en el cargo por dedazo superior, entonces, para la elección de candidatos a diputados federales, en el año 2015 (la próxima contienda) habrán de ahorrar más de 5 millones de pesos para ver si compran la candidatura, pues la mayoría carece de un apellido de prosapia como tampoco son hijos de ricos que les allanen el camino.
El PRI ha escriturado un nuevo capítulo nacional. Los políticos pueden regalar (como un Ferrari a su hijito el senador Carlos Romero Deschamps) una alcaldía y/o una curul a sus hijitos, a sus espositas, a sus hermanitos y a sus amadas amantes, que tan importantes son.
Claro, en el caso de las mujeres políticas, basta y sobra que sean barbies y reinis y/o Kens. Pero si fuera necesario, ni hablar, con una operación estética en la cara, bubis y pompis sería suficiente para convencer al presidente del CDE del PRI, tan capaz como es para la enagua…

